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Implementar la Constitución con la fuerza de las mayorías, no con los sediciosos

Fuentes: Rebelión

 El primer ruego fallido del Presidente Morales a los prefectos opositores a iniciar el dialogo para la implementación de las autonomías de acuerdo a la Nueva Constitución Política  del Estado, es la muestra del botón de lo que significará el tire y afloje saturado de chantajes con la que ya nos tiene acostumbrados  la derecha […]

 
El primer ruego fallido del Presidente Morales a los prefectos opositores a iniciar el dialogo para la implementación de las autonomías de acuerdo a la Nueva Constitución Política  del Estado, es la muestra del botón de lo que significará el tire y afloje saturado de chantajes con la que ya nos tiene acostumbrados  la derecha boliviana, al iniciarse este año electoral.
 
Después de todas sus actitudes de desobediencia civil, con la violencia que llegó hasta la masacre de Pando el año pasado, hoy  regresan con  el mismo libreto dictado desde fuera y en consonancia con los intereses de las transnacionales, que al final son sus mismos intereses, desestabilizar, chantajear ,mentir utilizando todo su poderío económico  junto a sus partidos mediáticos, televisión, periódicos, radios y toda la cadena internacional de la famosa Sociedad Interamericana de Propietarios de medios de Comunicación, siempre al servicio de desestabilizar gobiernos que pugnan por voluntad popular, para dejar de ser patio trasero de los EE.UU.
 
Esta derecha sediciosa, las sacó barata, solo hay un ex prefecto que esta siendo enjuiciado, y algún que otro personaje de segunda categoría detenidos, los  otros principales instigadores del  golpe cívico prefectural que se desato el año pasado, hoy son los mismos, que ya anuncian el desacato civil a la nueva constitución, inclusive encabezan caravanas, en defensa de sus pares terratenientes en el sur del país cuando el Estado comienza a sanear las tierras ociosas en manos de pocas personas que en pleno siglo XXI, mantienen a comunidades enteras en condiciones de servidumbre.
 
Nuevamente están comenzando a desafiar, no solo al gobierno, sino  al pueblo que en forma contundente, este 25 de enero decidió, sobre el problema de la tenencia de la tierra, así como la aprobación de la Nueva Constitución del Estado Plurinacional. Su objetivo, el mismo de siempre, sabotear, chantajear para lograr recuperar en los famosos «diálogos» lo que vienen perdiendo en las urnas, así  lograron cercenar en buena parte, esta Constitución y sin embargo hoy la repudian.
 
El gobierno les  insiste a los mismos subversores del año pasado  a que participen del nuevo Consejo para implementar las Autonomías, en  realidad  se demostró que a ellos no les interesa  el problema autonómico, lo  utilizaron solo como bandera para ocultar sus fines de  desestabilización en su afán de recuperar el poder  político que perdieron con el gobierno central, refugiándose en las regiones, principalmente del oriente boliviano donde siempre se campeó el latifundio, producto  de la apropiación ilícita por favores políticos de inmensas cantidades de tierra, otorgadas especialmente en tiempos de la dictadura Banzerista de la década del 70 y que junto al usufructo de la tierra en pleno florecimiento del narcotráfico y el contrabando permitido en la zona, se acumularon inmensas fortunas mal habidas, aparte en honor a la verdad de los verdaderos productores y emprendedores de la zona que hoy también reclaman un verdaderos saneamiento de las tierras, para utilidad de todos y todas los bolivianas.
 
Si el gobierno no aprendió de las experiencias pasadas con esta oposición desbocada y antinacional, y actúa con la misma actitud contemplativa y timorata, estaría  poniendo en peligro  la fuerza de una mayoría absoluta que se expresó en las urnas y que dijo basta: la ley es la ley y hay que aplicarla con toda la voluntad y capacidad política, por que de no ser así, se estará comprometiendo una posibilidad cierta de lograr una mayoría mas que absoluta en las elecciones nacionales de diciembre, cuando se tenga que elegir al Presidente ,Vicepresidente y a la Nueva Asamblea Legislativa Plurinacional.
 
Todos sabemos que el gran problema del país en su atraso y subdesarrollo, en su desigualdad, en su falta de educación, salud, fuentes de empleo en el saqueo permanente de sus riquezas naturales y que hoy este proceso esta revirtiendo toda esa situación de injusticias, no  se debió a que el país era o fue centralista o por falta de autonomías, definitivamente los responsables fueron y son las capas dominantes que durante  el pasado republicano con algún periodo de excepción de gobiernos nacionalistas, fueron los dueños y amos y hoy sus herederos de clase, la burguesía como testaferros del capital internacional, después de haber perdido sus privilegios en el manejo del gobierno, se aferran por todos los medios a defender sus intereses de clase, menospreciando como siempre la voluntad del pueblo que esta decidido a no retornar al pasado.
 
Aparte de las autonomías departamentales que no hay dudas de su implementación, es cuestión de tiempo y mucho tiempo, y sobre todo esto, habrá mucha tela que cortar con los sediciosos o sin ellos, ahí  están también los que quieren autonomías, regionales  y las autonomías indígenas, todos  quieren autonomías y la ley lo permite, falta  el como, cuando y con que, es decir falta la ley, que tendrá que hacerla la nueva asamblea plurinacional a elegirse en diciembre a no ser que la voluntad política y las circunstancias dispongan otra cosa.
 
Entonces resumiendo, todo se circunscribe a que primero debe estar en discusión, de acuerdo a la nueva Constitución, la elaboración de la Ley para las elecciones de diciembre de 2009, en  el plazo de 60 días desde la promulgación de la  Constitución, por  este Congreso donde la oposición tiene una minoría con derecho a sabotaje en el Senado, para  sancionar el nuevo régimen, aquí  esta el nudo gordiano de todo lo que se viene en el futuro inmediato entre gobierno y sediciosos, es decir es el comienzo real de lo que deberá acontecer, si se consensúa o se «pacta», esa nueva ley, creo  que esto es lo primo ínter pares, lo demás es cuestión de tiempo y de demostración de fuerzas. Lo que si debe quedar claro es que el gobierno debe tomar siempre en cuenta, que tiene hasta hoy una absoluta mayoría en el país y que si no alcanza con las urnas, tendrá  que defender su voto en las calles, de eso también esta enterada la derecha. Es la hora de la unidad de todas las fuerzas revolucionarias y progresistas del país, en un gran frente clasista en contra de la derecha y el imperialismo en defensa de este proceso liberador. El gobierno debe gobernar sin tranzar, solo aplicando la ley con coraje, será la mejor plataforma en beneficio de esa mayoría nacional, para así asegurar un nuevo periodo gubernamental.
 
José Justiniano Lijerón es Ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)