Cerrando el ciclo de actividades destinadas a conmemorar el segundo aniversario de gobierno de Evo Morales Ayma, la Embajada de Bolivia en Francia organizó la proyección del film documental Abya Yala es nuestra, del realizador francés Patrick Vanier. El evento tuvo lugar el 25 de enero, en el céntrico cine Le Latina que, como […]
Cerrando el ciclo de actividades destinadas a conmemorar el segundo aniversario de gobierno de Evo Morales Ayma, la Embajada de Bolivia en Francia organizó la proyección del film documental Abya Yala es nuestra, del realizador francés Patrick Vanier. El evento tuvo lugar el 25 de enero, en el céntrico cine Le Latina que, como el nombre lo indica, está consagrado a la producción cinematográfica latinoamericana. Par este acto, se hicieron presentes representantes de asociaciones, partidos políticos, militantes e intelectuales que el pasado 22 de enero entregaron a la embajadora de Bolivia, una carta expresando su apoyo al proceso iniciado por Evo Morales en Bolivia.
El cine se llenó más allá de su capacidad, y alguna gente se quedó en los pasillos aguardando poder entrar pasada la proyección, para escuchar las palabras anunciadas de las personalidades presentes. Fue una sorpresa la llegada inesperada de la ex primera dama Danielle Mitterrand. Aunque no hizo uso de la palabra, la sola presencia de la casi octogenaria militante de izquierda revistió de emotividad al acto.
Mensaje de alegría y esperanza
Pasada la proyección, el acto fue abierto por la Embajadora de Bolivia en Francia, Luzmila Carpio quien, luego de agradecer la presencia de todos los presentes, pronunció un discurso saludando los dos años de gobierno, todo un transcurso «ensombrecidos por obstáculos y atentados contra la democracia y el Estado de derecho por parte de los que se opusieron al trabajo de la Asamblea Constituyente». La Embajadora explicó que esta oposición organizó grupos de choque para ejercer violencia racial contra este nuevo proceso en el que, por primera vez en la historia de Bolivia, los pobres, los indígenas, las clases populares, tienen por fin el derecho a la palabra, a la alfabetización, a los cuidados médicos. Luzmila Carpio remarcó el hecho que la Declaración sobre Pueblos Autóctonos adoptada por la ONU adquiere rango de ley nacional en la nueva Constitución Política del Estado.
Hizo incapie asimismo en la voluntad democrática de este gobierno, que constantemente llama al diálogo y a la reflexión. Hizo referencia a la alocución del presidente Evo Morales donde condenó el hecho de que en pleno siglo XXI siga vigente el racismo en un país donde por lo menos un 60 por ciento de la población tiene raíces indígenas, e hizo un balance de logros y fracasos del gobierno en estos dos años de gestión.
Finalmente, mandó un mensaje a la comunidad internacional para que no sea indiferente al proceso de transformaciones boliviano. «Mi mensaje es de alegría y esperanza, porque avanzamos por la vía que nuestra Madre Tierra nos ha dictado. Todos somos hermanos y hermanas y sólo tenemos una sola tierra, hagamos que nuestro paso por esta tierra deje un camino digno para nuestros niños y las generaciones que vendrán».
Revolución democrática
Seguidamente tomó la palabra Obey Ament, encargado de relaciones internacionales del Partido Comunista Francés. Ament inició su alocución citando a Evo Morales que días atrás había señalado que Bolivia no será la misma. «Podrán pasar muchas cosas, pero lo que están haciendo en este momento, marca la historia del país, marca la historia de la región. Pienso que se trata de una revolución democrática muy importante que tenemos que mirarla de muy cerca porque puede aportarnos mucho aquí en Europa. Ustedes los bolivianos han demostrado que es posible hacer todo lo que se dice que no es posible hacer : cambiar el estado de cosas».
En ese sentido Ament destacó el hecho de que una revolución democrática pudo llegar a romper con la dominación de una oligarquía que se sentía dueña del país por la eternidad, una oligarqeuía violenta que no dudo a echar mano al complot, a los atentados y las amenazas para impedir la realización de la Asamblea Constituyente.
Dijo asimismo que en Bolivia la clase popular, los movimientos sociales, demostraron que pueden ser actores de la globalización, y lo demostraron por ejemplo con su decisión de abandonar el tribunal del Banco Mundial (CIADI) y en cambio participar en la creación del ALBA/TCP. Habló también del ejemplo de diversidad que está dando Bolivia, señalando los derechos de los pueblos indígenas como un gran paso hacia adelante «sobre todo mirando el estado de cosas en Europa, donde el racismo, la discriminación y el colonialismo aún no han visto el fin de sus días», enfatizó. Finalmente tuvo unas palabras hacia las vícitmas de los desastres naturales en Bolivia.
Bolivia, símbolo de esperanza
Siguió en el turno el filósofo Daniel Bensaid, autor de diversas obras políticas y toda una referencia de la izquierda francesa. «Para mi generación, Bolivia y su historia acompañan las altas y bajas de nuestras propias esperanzas. En los años 60 era la lucha de los mineros y, evidentemente, la epopeya triste de Che Guevara. En los años 70 fueron un momento de baja en las esperanzas cuando las dictaduras militares se cirnieron en América Latina con el golpe de Hugo Bánzer del 71, al que siguieron los golpes en Uruguay, Chile y Argentina», afirmó el pensador y recordó también que Bolivia fue el laboratorio de las políticas económicas neoliberales que devastaron varios países en América Latina.
Bensaid señaló que ahora es importante atender el proceso que vive Bolivia, al igual que los de Venezuela y Ecuador, porque marcan el renacimiento de una esperanza al mundo. «Se trata de una esperanza concreta. Frente a un proceso de privatización del mundo -y gracias a lo que quedó preservado de las culturas indígenas, de la tradiciones de solidaridad de las comunidades de la tierra-, existe ahora un punto de apoyo para oponer a la privatización, a la guerra de todos contra todos y al desmantelamiento de la solidaridad característicos del capitalismo, un renacimiento de la cultura del bien común y de la solidaridad».
Destacó en ese sentido el papel de la guerra del agua de Cochabamba, ya que el bien común de la humanidad lo encontrarmos en el derecho al agua, el derecho a la tierra, en la recuperación de la soberanía alimentaria, de la soberanía sobre los recursos energéticos. Dijo que en ese tema los franceses están directamente concernidos y que por ello no debe tratarse sólo de un caso de solidaridad hacia afuera, porque «conocemos el rol que juegan las empresas multinacionales francesas como la Suez Lyonaisse des Eaux o Total en los países de oriente medio o de América Latina». Finalmente, retomando las palabras de Ament, dijo que en este momento en que la globalización está aplastando la diversidad cultural en el mundo, ejemplos como el boliviano demuestran que puede oponerse a ese proceso un proceso universalista que incluye la diversidad.
Mensajes de solidaridad
Siguiendo con las intervenciones, tomó la palabra Valery Techer, de la Asociación Francia América Latina, aprovechó la ocasión para recordar a la dirigente mapuche, Patricia Troncoso, que se debate entre la vida y la muerte a causa de la huelga de hambre que viene siguiendo en demanda de derechos para el pueblo indígena mapuche de Chile.
Siguió el turno Mireille Fanon Mendes-France, militante por los derechos humanos, representante de la Fundación Fanon e hija del celebre pensador anticolonial Frantz Fanon. Mireille Fanon recordó que es importante que Europa mire con atención los procesos que se llevan adelante en los países de América Latina y Africa, porque tienen mucho que aportar en este momento en que «la oscuridad se cierne en Europa».
En representación de Los Verdes, María Portugal tomó la palabra indicando que puede testimoniar acerca de las luchas de los pueblos de América Latina por haber nacido en ese continente. En nombre de Los Verdes deseó la mejor suerte a Evo Morales. Asimismo, señaló las coincidencias que existen entre las luchas de los pueblos autóctonos y las aspiraciones de los grupos ecologistas. Coincidió con los otros internivinentes respecto a que Bolivia aporta un mensaje el mundo que nos dice que la justicia es posible.
Para acabar con el colonialismo
Finalemente, Renée le Mignot, presidente del Movimiento Contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (MRAP). La militante antiracista dijo que la democracia, la verdadera democracia que consiste en el poder del pueblo y para el pueblo, se está construyendo en Bolivia. «Es efectivamente la elección del presidente Evo Morales, el fin de 500 años de colonialismo, de masacres, de exclusión de los pueblos indígenas. Y es por eso que saludamos vivamente esa victoria».
Le Mignot saludó la presencia de Danielle Mitterrand, quien en diciembre pasado hizo pública una carta llamando a los dirigente europeos a no esperar a que Evo Morales corra la misma suerte que Salvador Allende en Chile y defender la democracia en Bolivia. La dirigente del MRAP hizo énfasis en los aportes de la nueva CPE en términos anticolonialistas y para acabar con el racismo, dando lectura a algunos párrafos del proyecto de Carta Magna. Finalmente, pidió que se haga pronto una versión francesa del texto elaborado por la Asamblea Constituyente por tratarse de un texto histórico y de un documento faro para los pueblos del mundo.
Pasada la ceremonia, el acto concluyó con un cóctel donde los presentes pudieron degustar especialidades de la cocina boliviana, como las salteñas, el ají de maní, el mote, e incluso tuvieron ocasión de brindar con singani por este aniversario.