Días atrás aparecieron en Bolivia unos empresarios de Guinea Ecuatorial dispuestos a invertir «cantidades significativas» de dinero, recibidos a nivel oficial por varias instancias gubernamentales. Un poco antes, el dictador Teodoro Obiang -que lleva 34 años en el poder- organizó cuidadosamente la III cumbre del Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA). ¿Pero quienes son […]
Días atrás aparecieron en Bolivia unos empresarios de Guinea Ecuatorial dispuestos a invertir «cantidades significativas» de dinero, recibidos a nivel oficial por varias instancias gubernamentales. Un poco antes, el dictador Teodoro Obiang -que lleva 34 años en el poder- organizó cuidadosamente la III cumbre del Foro de Cooperación América del Sur-África (ASA). ¿Pero quienes son los «empresarios» de este pequeño país centroafricano que habla español con acento castizo y ahora descubren a Bolivia para invertir su dinero? Dados los antecedentes, puede generar inquietud que inversores guineanos fuertemente ligados al corrupto régimen de Obiang inviertan en «proyectos de magnitud» en Bolivia.
«Sin mucho miedo a equivocarme, puedo asegurar que lo que buscanes blanquear capitales. Seguramente Evo Morales no lo sospeche. Estos hombres pasan por empresarios pero no lo son en realidad», le dijo a Página/7 uno de los líderes de la oposición democrática desde Malabo, la capital ecuatoguineana. El jefe de la delegación es Rosendo Otogo, consejero presidencial en temas económicos. Pero además, según la fuente citada, Otogo sería gerente discreto de los bienes del hijo del dictador, Teodoro Nguema Obiang, alias Teodorín, Vicepresidente segundo de Guinea Ecuatorial.
Y no son pocos los bienes de este muchacho de 42 años: además de ser durante años ministro de agricultura y bosques se hizo mundialmente conocido cuando la policía francesa allanó su apartamento de 5000 metros cuadrados (y 101 habitaciones) a escasos metros del Arco de Triunfo, en una de las zonas más caras de París. Entre sus colecciones de lujos que provocan náuceas tiene una de Rolls Royce -las malas lenguas dicen que combina el color del auto con el de sus zapatos-. El diario El País informa que en una oportunidad Teodorín se dirigió al Grand Palais, donde Christie’s celebraba la fastuosa subasta del legado artístico y de antigüedades que había pertenecido al modisto Yves Saint Laurent. Aquella subasta pasó a la historia como la venta más cara nunca realizada de una colección privada. El dandy africano fue uno de los grandes protagonistas. Tirando de la cuenta del Barclays Bank de París que está a nombre de su empresa maderera (¡recuerden que era ministro de bosques!), la Somagui Forestal, empezó a pujar y no paró hasta que se gastó 18 millones de euros. Según el mismo diario, Teodorín tiene también una suntuosa villa en California (también con problemas legales) cercana a la del actor Mel Gibson, que compró en 2006 por 22 millones de dólares. La más cara vendida ese año en EE UU y pagada en metálico.
Aunque, gracias al descubrimiento de petróleo Guinea Ecuatorial tiene un ingreso per cápita como Japón, la mayoría de sus habitantes viven en la pobreza. ¿Y quién maneja el petróleo? Gabriel Nguema Obiang, hermano menor de Teodorín, es el ministro encargado de minas, industrias y energía. Genoveva Andeme Obiang -otra hija del dictador- es directora adjunta del BEAC, el banco central de África Occidental. Todo queda en familia en la ex colonia española. Y como tiene petróleo, y plata, Obiang ha ido lavando su imagen de dictador a hombre fuerte presentable. Para ello, el «líder supremo» gasta millones de dólares, desde Washington hasta la ONU, en la contratación de especialistas en lobby y relaciones públicas, con el objetivo de limpiar su imagen. Incluso la Unesco le aceptó, no sin polémicas, el Premio UNESCO-Guinea Ecuatorial de Investigación en Ciencias de la Vida, mediante el cual Obiang premia con 100.000 dólares a los científicos ganadores. Ya sabemos que EEUU y la Unión Europea tienen un dictadómetro a geometría variable… y firmar contratos con ExxonMobil, Chevron-Texaco, Amerada Hess y Marathon Oil siempre es una credencial de «buen vecino» en el mundo global. Tampoco es que la opinión pública mundial presione mucho a quienes hacen negocios con la familia Obiang. Y con esa plata también fue cooptando a los opositores, muchos de los cuales se integraron al gobierno. Incuso parte de la población ve alguito del derrame petrolero, aunque para eso no hay que criticar a la pareja gobernante.
Según dijeron en Bolivia, estos inversores parecen tener capacidades en todo tipo de negocios: construcción de represas, hidroeléctricas, edificios públicos y privados, telecomunicaciones, aducción de agua potable para ciudades capitales..y especialmente estarían interesados en la construcción de viviendas. Este dato les suena raro en Malabo: «Sorprende que el gobierno guineano traiga empresas de China, Egipto, Líbano a construir Guinea; y que vayan empresarios guineanos a construir en Bolivia», dijo otra fuente de la oposición.
En Guinea, además, cada inversor debe pagar jugosas comisiones a los Obiang. Uno de sus supuestos testaferros, investigado en 2012 por la policía española, es Vladimir Kokorev, quien conoció a Obiang cuando era asesor de temas internacionales del Partido Comunista de la URSS. Las relaciones con Rusia (y Gazprom) parecen muy buenas. En presencia del entonces presidente de Rusia Dimitri Medvedev, Teodoro Obiang y el presidente de Gazprom Neft, Alexander Dyukov, firmaron hace unos años en el Krenlim el acuerdo entre Gazprom Neft Ecuatorial BV y GEPetrol (compañía petrolera nacional de Guinea Ecuatorial) para la explotación de los bloques offshore U y T con unas reservas de 110 millones de toneladas de crudo. Pero también hay cada vez más chinos, los nuevos colonizadores de Africa.
Un ex embajador de EEUU, país que sigue apoyando a Obiang, describió bien al régimen: «En realidad, no se trata realmente de un gobierno, sino de una conspiración criminal familiar que maneja el país».