Con plazos incumplidos y postergados incluso hasta el 2016, el proyecto cobra nuevos bríos con Corea del Sur que habría logrado «saltar» a los cátodos de litio esquivando la obtención de carbonato. Pero «Bolivia no fue capaz de negociar» con Kores/POSCO «su participación en los beneficios derivados de la patente», obtenida a partir de salmueras bolivianas cedidas sin costo
Entrado abril, el embajador japonés, Toshio Watanabe, pidió no sólo acelerar los experimentos en el salar de Uyuni sino «no perder el tiempo» y concluir hasta fin de año el proyecto experimental con Japón, para luego ingresar a la instancia inicial de explotación: la producción de carbonato de litio.
Pero la competencia coreana parece tener un as bajo la manga: saltando el método tradicional de evaporación solar para obtener este carbonato -cotizado a 6.000 dólares la tonelada- habría patentado (con salmuera boliviana gratuita extraída del salar de Uyuni) una fórmula para producir directamente cátodos de litio, que se cotizan tres veces más que el mencionado carbonato, en medio de un silencio oficial que no ha aclarado la participación boliviana en esta patente, observada por la crítica de los expertos no gubernamentales.
De acuerdo a cálculos oficiales e independientes, el proyecto de industrialización del litio, anunciado por el presidente Evo Morales al lanzar la estrategia nacional el 2010, en un proyecto que arrancó el 2008 y que debía acabar en su primera fase el 2011, supondrá ingresos por casi ocho veces el valor de los 60 TCFs ( trillones de pies cúbicos) de gas natural que, en potencia, cree poseer el Estado.
Según cifras presidenciales, los recursos del litio alcanzarían a 2.6 millones de millones de dólares (trillones en inglés; billones en español), sólo en carbonato de litio, frente los 0.3 trillones que sumaría la totalidad del potencial gasífero recientemente estimado por las autoridades de YPFB. que calculan que cada TCF genera al país más de 5.000 millones de dólares,
Las cuentas son colosales: algunas versiones señalan que la riqueza durmiendo en los salares del altiplano boliviano alcanza a 4.0 trillones de dólares, casi similares a los 3.8 billones calculados por el Estado boliviano, si a los 2.6 billones en carbonato de litio -sin contar los precios de la batería para autos eléctricos- se suman 1.2 billones por la producción de cloruro de potasio (elemento de alta presencia en los salares de Potosi y Oruro), totalizando 3.800 millones de millones de dólares, a precios actuales.
Menos entusiasta, el economista Juan Carlos Zuleta, calculó el año pasado que el monto es «sólo» de 1.1 millón de millones de dólares, para un país con PIB actual de 25.000 millones de dólares anuales.
Pero, tras una reciente polémica que tuvo la virtud de poner a flote las causas de los retrasos, y sus consecuencias, últimos eventos revelan nuevos giros de este anhelo que podría dar un vuelco radical a la economía boliviana del futuro, consolidando, en la política de dar valor agregado a las materias primas, el horizonte económico del régimen populista emergido hace seis años, prorrogado el 2009 y que está en campaña para se segunda reelección el 2014.
MERCADOS Y POSTERGACIONES
Pese a la posición oficial de que el país no está perdiendo oportunidades ni mercados, la crítica especializada ha señalado que Bolivia posterga cada vez más su ingreso al mercado del litio, el cual podría desaparecer en parte si el país no entra con pie firme al mercado en los próximos dos y tres años.
Y no obstante también del reciente acuerdo con el consorcio surcoreano Kores/Pohang Iron and Steel Company (POSCO) para fabricar cátodos de litio (componente mayoritario de las baterías) y no sólo producir carbonato de litio, cuya explotación tradicional es inviable, el país tampoco habría sido capaz de asegurar una participación en la tecnología patentada por los surcoreanos para producir estos cátodos.
«El principal problema es que no fue capaz de negociar su participación en los beneficios derivados de la patente», advirtió el analista Juan Carlos Zuleta, principal blanco de la reacción oficialista ante los inconvenientes, luego que el propio ministro de Minería, Mario Virreira, admitiera que el proyecto tiene un retraso de ocho meses debido a adversas condiciones climáticas, conflictos sociales e incumplimiento de proveedores.
«Parecería que no trabajamos y la cosa se dilata, no es cierto. Empezaríamos quizá a finales de 2015», adujo el mediados de enero el gerente de Recursos Evaporíticos de la estatal Comibol, Luis Alberto Echazú, reconociendo que «ingenuamente» consideraron que bastaba con firmar los contratos para iniciar los emprendimientos, sin tener en cuenta que se debía esperar la carta de crédito para iniciar el cronograma de actividades.
No estamos atrasados; incluso tenemos temor de llegar antes de tiempo», agregó el responsable gubernamental del litio al insistir «No nos apuren, el boom será el 2020», esperándose que para el 2016 esté lista una planta industrial para carbonato de litio y cloruro de potasio, y en operación una fábrica de cátodos de ion litio con Corea del Sur convirtiéndose en el primer país latinoamericano en fabricar, con tecnología propia, baterías de ion litio.
Bolivia posee casi la mitad de las reservas mundiales de este metal. «A diferencia del carbonato de litio que constituye menos del 5 % del costo total de fabricación de una batería de ion litio, los cátodos de ion litio representan el 40 %», precisó. «Creemos que en el proceso final de fabricación de baterías podemos llegar a incorporar al menos un 60 % de insumos locales, y será tecnología bajo nuestro dominio».
COREA: MAS CERCA TODAVIA
«Hay muchos interesados, pero la propuesta más seria viene de Kores-Posco», afirmó también Echazú, tras la firma del reciente acuerdo con el consorcio surcoreano, suscrito a fines de febrero pasado. Tres meses antes, había anticipado al diario estatal Cambio: «hemos avanzado más con los coreanos, pero con la China y Japón nada»,
En cuanto a capitales, Bolivia y los coreanos van a medias en la inversión inicial de 1.5 millón de dólares, mientras que la decisión sobre la tecnología de la planta de cátodos de litio a nivel industrial será tomada el próximo año. De acuerdo a las autoridades, la fábrica de cátodos de litio o estaría lista en un año y medio (septiembre del 2013)
Bolivia rechazó ofertas de la francesa Bolloré, LG de Corea del Sur, y las japonesas Mitsubishi y Sumitomo, efectuadas en los útimos años para desarrollar la primera fase en Uyuni.
Respecto de la patente coreana, sobre la que Bolivia no habría negociado participación, el analista Zuleta recordó que hace muchos meses ya fue detectada la inviabilidad de los procesos tradicionales para obtener carbonato de litio en Uyuni, basados en la evaporación solar.
En lo positivo, los coreanos obtuvieron un método para producir cátodos de litio directamente de las salmueras del Salar de Uyuni sin tener que producir carbonato de litio, según Zuleta, citado el 6 de abril por Sean Barry, de Metal-Pages, que remarca:
«El principal problema con este acuerdo es que Bolivia no fue capaz de negociar con el consorcio su participación en los beneficios derivados de la patente. Sin las muestras de salmuera que Bolivia entregó sin costo a Corea del Sur, nada de esto habría sido posible».
«Si tiene éxito, este proyecto podría cambiar radicalmente la industria del litio con importantes implicaciones también para la industria del automóvil», destacó Zuleta en otro artículo suyo. «Lo que es más, el país con la mayor parte de litio en la tierra, podría, en efecto, pasar por alto a la totalidad de sus competidores en el mercado del litio y allanar el camino a la electrificación masiva de coches en el mundo. »
El acuerdo con Corea del Sur representa un avance por la generación de mayor valor agregado para nuestro litio, «pero, el pueblo debe saber que detrás de este logro, y después de cuatro años de intentos infructuosos, se mantiene intacta la incapacidad del proyecto piloto para producir al menos algo de litio de calidad competitiva por su propia cuenta», denunció Zuleta.
El temor acerca de la falta de recaudos para preservar los intereses nacionales en las negociaciones con potencias extranjeras «resultó estar plenamente justificado» lamentó el analista para quien el país perdió «una vez más».
BATERIAS CON CHINA: ¿Y QUÉ CON JAPON?
El pasado 20 de marzo, el proyecto refirió a la prensa estatal un convenio con una empresa china para instalar una planta experimental de producción de baterías de litio a pequeña escala
«Nosotros no queremos llegar a la fase de industrialización del litio sin tener ninguna experiencia en ese proceso y cuando tengamos la firma del convenio ya tendremos experiencia en la fabricación de baterías de litio», sostuvo el gerente Echazú. En la planta piloto de baterías se invertirán 2,7 millones de dólares con la transferencia de tecnología china. «Van a venir a instalar, nos van a capacitar y luego la vamos a manejar nosotros, porque estamos comprando la planta»
El alto funcionario aclaró que el país tiene otros acuerdos con Japón para instalar una planta de litio y con China para industrializar carbonato, afirmando que los tres proyectos pueden avanzar a la par. El convenio con Corea «no significa monopolio ni exclusividad»; los acuerdos con Japón y China están en curso, pero no registran avances significativos, reiteró Echazú.
«Estamos en el inicio de inversiones chinas en Bolivia y una posibilidad es el proyecto del litio y de otros minerales», dijo el embajador Shen Zhi Liang en entrevista con la AP, al mencionar un memorándum que Bolivia firmó con Citic Gouan Group el año pasado
El diplomático precisó que su país «participa como cooperante» de empresas bolivianas y no tiene intenciones de comprar derechos de explotación. Citic Guoan coopera en investigaciones junto con empresas de Japón, Francia, Corea del Sur y Australia, en el salar de Uyuni, a 390 km al sur de La Paz, pero según las autoridades, no está decidido si alguna empresa será la socia para producir baterías de litio en el país en un futuro.
China ha pasado a dominar el comercio en las ciudades bolivianas y las grandes compras del gobierno de Morales al punto que han puesto las relaciones entre los dos países «en su mejor momento histórico», según Zhi Liang
Por su parte, Japón quiere acelerar el estudio del experimento para pasar a la fase industrial. «Obviamente [hay] la competencia de Atacama, Argentina y también EEUU, que saca desde minerales… Pero lo importante es no perder el tiempo», dijo el embajador Toshio Watanabe a la agencia Fides
Expertos japoneses trabajan desde mayo del año pasado en el funcionamiento del plan piloto en la planta experimental de Llipi Llipi, cantón Río Grande, Provincia Nor Lípez de Potosí, en la orilla sur del salar de Uyuni, estando previsto entregarla en junio próximo. Una segunda parte del proyecto comprende la puesta en funcionamiento de estas instalaciones para la generación de carbonato de litio y la tercera corresponde a la fabricación de baterías.
Watanabe recordó a la ANF la vigencia de un memorándum de entendimiento con la Japan Oil, Gas and Metals National Corporation para coadyuvar al plan piloto de litio, Además de JOGMEC los consorcios Sumitomo y Mitsubishi buscan una alianza con Bolivia para explotar el litio, en la perspectiva de fabricar baterías para automóviles eléctricos
Más que una serie de maquinarias y equipos «pequeños», destacó el diplomático japonés, lo importante es la investigación para llegar a resultados. «Nosotros estamos ofreciendo nueva tecnología (para) sacar carbonato de litio», dijo. «Queremos comenzar cuanto antes».
LA «HISTORIA DE LOS CATODOS»
Con cierta restricción, el pasado 20 de marzo se dio a conocer en el diario estatal Cambio «avances importantes en la construcción de una planta de cátodos de litio», según el gerente Echazú, quien se reservó el nombre de la empresa que ingresará en el plan. Nueve días después Juan Carlos Zuleta develó el emprendimiento con los surcoreanos. Extractos de su recuento:
▪ Durante el primer semestre de 2010, el proyecto piloto entregó una cantidad importante de salmueras a Corea del Sur para trabajos de experimentación. Entre 2009 y 2010 lo hizo con Francia, China y Japón, pese a la advertida falta de medidas precautorias del interés nacional en esas entregas, respecto a la ausencia de salvaguardas sobre posibles patentes que pudieran surgir de tales esfuerzos de investigación. ▪ En agosto de 2010, los surcoreanos entregaron los resultados de su investigación. La prensa registró algunas declaraciones del embajador de ese país negándose hasta el último minuto a entregar el estudio, a no ser que exista una compensación por parte del gobierno. Se puede encontrar una declaración Echazú sosteniendo que «sí, habría que pagar». Realmente inaceptable teniendo en cuenta que sin las salmueras del Salar de Uyuni nada de eso hubiera sido posible.
▪ Los resultados finales hablan de 4 procesos descubiertos por los surcoreanos que van más allá de sistemas de evaporación solar, sistemas de evaporación como tal e incluso más allá de la obtención de carbonato de litio. Curiosamente, los investigadores informaron que sólo uno de esos procesos fue patentado por ellos; este proceso se refería a la fabricación directa de cátodos de litio sin pasar por la obtención previa de carbonato de litio.
▪ En noviembre de 2010, Reunión de Expertos en Litio-CEPAL/Santiago, Echazú hizo notar que la investigación surcoreana sólo había arrojado hasta ese momento resultados muy preliminares, Grande fue su sorpresa cuando Corea del Sur presentó un video relatando la investigación desarrollada con las salmueras de Uyuni.
● En enero- 2012: por primera vez Echazú reconoció las limitaciones de la evaporación solar; a febrero de este año en que el mismo asistió a una sesión de Posco, en Corea del Sur, sobre un nuevo proceso de obtención de carbonato de litio que genera ahorros en el consumo de agua fresca. No están claros muchos detalles del último acuerdo; lo más probable es que los surcoreanos obtengan cátodos de litio en Bolivia a partir del proceso inventado y patentado por ellos con las salmueras bolivianas. ¿Por qué? Pues porque de otro modo no tendría sentido instalar una planta de cátodos de litio con base en el método tradicional sabiendo que Bolivia aún no ha logrado producir una sola tonelada de carbonato de litio.
ACUERDOS CON 6 POTENCIAS
Brasil-Irán ● Se establece «la definición del Estado Plurinacional de producir carbonato de litio, a través de un proyecto 100% estatal en el marco de la política de la industrialización de sus recursos evaporíticos», punto «desdibujado» por la posibilidad de que se manden muestras de salmueras al Brasil y que un equipo brasileño trabaje en la planta piloto de Río Grande. Si el proyecto piloto anda pregonando que sus dos primeras fases serán un esfuerzo 100% estatal ¿por qué se recurre a Irán y Brasil para que hagan su propia experimentación con nuestras salmueras, sin establecer claramente qué recibirá Bolivia a cambio de estos recursos estratégicos? ¿Por qué no se acordó al menos que en caso de que esos estudios generaran patentes, tales derechos propietarios intelectuales debieran compartirse con el Estado Boliviano? El desprendimiento de nuestras autoridades es realmente preocupante. Bajo el rótulo de industrialización se pretende incluir actividades meramente extractivas. Ambos memorándums fijan una vigencia de 36 meses renovables automáticamente; parecería denotar una especie de preferencia de éstos sobre los demás acuerdos, aunque, curiosamente, son los menos avanzados.
Japón ● A diferencia de los dos anteriores, en el acuerdo con el Japón se habla expresamente de «continuar con la investigación y desarrollo de procesos de extracción y refinación de los recursos evaporíticos … conjuntamente con COMIBOL, en la Planta Piloto construida por Bolivia a orillas del Salar de Uyuni», desvirtuando por completo el principio del 100% estatal y obviando toda mención a la industrialización del carbonato de litio.
China ● Está más enfocado a la industrialización que todos los anteriores, hablando expresamente de baterías, aunque todo el mundo sabe que el Grupo Citic Gouan, no es precisamente el más competitivo. La página web «Evaporíticos.com» aún no publicó el último acuerdo suscrito con China que permitirá la exploración del Salar de Coipasa/Citic Gouan, dentro de lo que podría llamarse la «Fase 0» de la estrategia de industrialización del litio, otra vez, en total contradicción con el principio del 100% estatal.
Corea ● Es de lejos el más dirigido hacia el desarrollo de baterías. No obstante, ha sido suscrito con una compañía especializada en extracción de minerales (Kores) y otra especializada en procesamiento de minerales (Posco), indicando solamente de paso que la empresa LG Chem estaría disponible para incorporarse más adelante.
Francia-Corea ● Por razones desconocidas, no se publican los acuerdos anteriores con éstos, mediante los cuales el país habría permitido el año pasado la salida de volúmenes importantes de salmueras para investigación, a cargo de las empresas Kores y Bolloré, Se confirman suposiciones en torno a la retórica sobre el principio del esfuerzo 100% estatal durante las dos primeras fases de la estrategia. Sólo resta esperar si el proyecto piloto empieza a producir las primeras toneladas de cloruro de potasio y carbonato de litio con el grado de pureza suficiente como para competir en el mercado. Fuente: Juan Carlos Zuleta/Bolpress ● Versión original EnergyPress N° 592 http://www.energypress.com.bo/index.php?c=Ediciones%20Impresas&cat=362&pla=1
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.