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Juicio ordinario a los golpistas

Fuentes: Rebelión [Imagen: Una mujer participa en una protesta contra la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, frente a la estación de policía donde está detenida en La Paz, Bolivia, el domingo 14 de marzo de 2021. AP - Juan Karita]

El 10 de noviembre de 2019, Evo Morales y Álvaro García Linera, anuncian en una conferencia grababa, la renuncia a los cargos de Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en aquel momento ya se había quebrado el mando militar y policial, se dejó la sede de gobierno y el centro del poder político, la Plaza Murillo; las organizaciones se atrincheraron en la ciudad de El Alto, se generó un vacío de poder de 2 días que hábilmente Añez y su sequito se autoconvocan y sesionan sin el quorum correspondiente, infringiendo el Reglamento de la Cámara de Senadores; la golpista se autoproclama Presidenta del Estado; posteriormente a esta escena catastrófica, el Palacio es asaltado y un militar le coloca la banda presidencial. Un asalto fascista sin ninguna candidatura, ni legitimidad y menos legalidad.

A esto se tiene que sumar un factor importante, el enorme vacío jurídico y las ilegalidades de los actos de los golpistas, ya que al renunciar el Presidente, el Vicepresidente y los Presidentes de la Cámara de Senadores y Diputados, la Constitución no señala quién debería asumir la Presidencia; de algo estoy seguro, es que el año 2019, debió existir un acta de juramento y la posesión en la Asamblea Legislativa, lo cual nunca sucedió.

Para cubrir estos vacíos de jurídicos y de poder, se tenía que convocar a Sesión Extraordinaria a los Asambleístas, recomponer las Presidencias de las Cámaras y las Comisiones correspondientes; aceptar las renuncias de los Senadores, Diputados y restablecer la organización interna, posteriormente aceptar las renuncias de Evo Morales y Álvaro García Linera; sin embargo, después de que Añez toma el poder, los asambleístas logran ingresar a la Plaza Murillo, se reorganizan tardíamente y cuando se necesitaba una censura pública y la conformación de una comisión especial que investigue el golpe de Estado, se acomodaron a la situación actual y con una enorme decepción volvieron a su rutina, sin ningún medio de fiscalización.

El 12 de noviembre de 2019, la Asamblea Legislativa Plurinacional, recepciona la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera, pero la recepción no es sinónimo de aceptación, por lo que, al no realizarse el tratamiento correspondiente, conforme a Derecho Administrativo, Evo Morales y Álvaro García Linera, seguían ejerciendo los cargos de Presidente y Vicepresidente del Estado, por más allá que hayan abandonado la sede de gobierno y posteriormente el país.

El 21 de enero de 2020, la Asamblea Legislativa Plurinacional, acepta ambas renuncias, enmarcados en el numeral 3 del Artículo 161 de la Constitución Política del Estado, que establece que las cámaras se reunirán para ejercer entre sus funciones la de admitir o negar la renuncia de la Presidenta o Presidente del Estado, y de la Vicepresidenta o Vicepresidente del Estado. Pasaron 72 días para la aceptación de las renuncias, por lo que habría que preguntarse, qué paso en esos dos meses y un poco más de ilegalidad y usurpación del poder. Eso sí, Añez no era la Presidenta Constitucional, hubo autoposesión y autoproclamación, su mandato fue irregular, usurpó funciones de un cargo al que no le correspondía, FUE GOLPE. Añez era Senadora, por lo que todo acto administrativo, carece de legalidad y este mensaje va dirigido a quienes aún intentan a toda costa, llevar acabo un Juicio de Responsabilidades contra Añez, negociando sobre la trayectoria y la lucha política de nuestros compañeros y camaradas del MAS-IPSP. Señores, impulsen un Juicio de Responsabilidades a partir del 21 de enero de 2021, cuando Evo Morales dejo de ser nuestro Presidente legalmente. Añez no merece ningún tratamiento especial, se la tiene que llevar a JUICIO ORDINARIO.

Conocemos de varias renuncias de autoridades en la historia de los gobiernos neoliberales; el 6 de agosto de 2001, el dictador Hugo Banzer Suarez, presentó la renuncia de su mandato, entregando los símbolos patrios ante el Congreso, aceptaron la renuncia y el 7 de agosto de 2001, por sucesión de mando, proclamaron como Presidente a Jorge “Tuto” Quiroga; el 17 de octubre de 2003, Gonzalo Sánchez de Lozada, presentó su renuncia al Congreso Nacional, esa misma noche aceptaron la renuncia y tomaron juramento de posesión a Carlos D. Mesa; el año 2005, ante la renuncia de Carlos D. Mesa, Hormando Vaca Diez y Mario Cossío, asume la Presidencia del Estado, el Ex – Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé.

Todos los actos que cometieron los golpistas y en especial Añez, infringieron el Reglamento de la Cámara de Senadores y Diputados; y la Constitución Política del Estado. No podemos tratar a Añez con privilegios, intentando llevarla a un juicio de responsabilidades, no hay donde perderse, se la tiene que llevar a un Juicio Ordinario y dejen de negociar en la Asamblea Legislativa a costa de nuestros compañeros comprometidos con el Proceso de Cambio, no vamos a permitir un reconocimiento trucho y fraudulento de una Presidenta Golpista y Autoproclamada.

JUSTICIA A LOS CAÍDOS EL 2019, POR LA RESISTENCIA Y LA RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA