Hoy, la norteña provincia de Jujuy está en el centro del escenario social y político de la Argentina. Este hecho no es casual, ni está fuera de contexto. Son muchas las razones que lo alimentan.
Algunas de ellas vienen de lejos, otras tienen explicaciones más cercanas y hasta influyen las características personales de algunos protagonistas.
De todos modos, cuestiones no muy distintas se están produciendo en otros puntos de nuestra geografía. Por eso se puede asumir la responsable audacia de considerar que Jujuy es Argentina. Pero hay una serie de cuestiones particulares que están haciendo que sobre ese piso común -semejante en varios territorios- se estén desarrollando los hechos que conmueven a la conciencia del común.
Yendo al corazón de este problema es bueno adentrarse en algunas cuestiones que explican esta rebeldía popular. Entre esas cuestiones se pueden señalar: El falso e hipócrita federalismo vigente; Las cuestiones vinculadas al litio y hasta algunas características personales del principal actor de reparto de estos hechos: Gerardo Morales. Todos estos componentes se condensaron en dos cuestiones que detonaron esta rebeldía y la represión desatada: se trata del conflicto docente y de la Reforma de la Constitución.
El conflicto docente tiene su origen en los paupérrimos salarios y por el ejemplo triunfante de sus colegas salteños. En cuanto a la reforma constitucional, tiene como objetivos claves asegurar el control del litio y del transporte que demanda; darle al gobierno instrumentos constitucionales para asegurarse el manejo de la tierra – conteniendo los reclamos de las comunidades de los pueblos originarios-, y darle aval a la pretensión represiva que demandan la aplicación de las políticas en marcha.
Es la hipocresía del federalismo vigente, que deja a las provincias del noroeste y noreste en desventaja respecto a los intereses portuarios. Esta situación, fuertemente arraigada en el proceso histórico, tiene su origen en el hecho que fueron estos territorios donde se asentó con mayor fuerza la resistencia al modelo centralista y unitario que construyó esta realidad y que todavía domina el panorama político y económico del país.
Esta situación condena a los empobrecidos pueblos de estas regiones a condiciones de vida que –genéricamente- están por debajo de los promedios nacionales. Por citar un caso tenemos los datos de la mortalidad infantil. Allí la cifra promedio nacional, por cada mil nacidos era -para el 2020- de 8,4; cifra que asciende al 16,4 en Formosa y a 19 en el Chaco.
El litio, su actual saqueo, su nacionalización
Este es otro tema que está en el trasfondo de esta crisis. No faltan las opiniones que sostienen que Jujuy es el laboratorio de los EEUU para apoderarse del litio de la región. Por eso el precandidato presidencial de la coalición derechista Juntos por el Cambio -Horacio Rodríguez Larreta- proclamó su oposición a que se reconozca su carácter de “interés estratégico nacional”.
Para hacer posible esta entrega, el gobernador Morales -compañero de fórmula presidencial de Rodríguez Larreta- debía tomar en sus manos, sin limitaciones, el poder público de la provincia. La justa rebeldía del pueblo jujeño está cuestionando esa decisión.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio, después de Australia, Chile y China, estando en Jujuy las principales explotaciones. En el 2022 las exportaciones fueron 696 millones de dólares, un 234% más que en el 2021. Entre los directos interesados e inversionista está la Pan American Energy, con fuertes intereses en los hidrocarburos de Cerro Dragón (Santa Cruz y Chubut)
También hay inversiones de Bill Gates y de Jeff Bezos, que forman parte de los más poderosos dueños del mundo, no podía faltar Jack Mam cofundador de la china Alibaba.
Lo cierto que el olor a litio llegó hasta la médula del imperio y vino al país la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los EEUU, advirtiendo que este tema formaba parte de los intereses de EEUU. Conociendo la catadura moral de los protagonistas no es descartable que el golpe al expresidente boliviano Evo Morales tuviera el mismo olor a litio.
Dos son los grandes problemas que la explotación del litio debe resolver, si quiere servir a los pueblos que habitan los territorios donde se encuentra: su nacionalización, para evitar el actual saqueo; y una respetuoso cuidado en su explotación y procesamiento, para que sirva a las comunidades que habitan en esas áreas y no sea un factor para el aniquilamiento de las mismas.
Gerardo Morales, principal protagonista
Los grandes jugadores de esta historia son los poderes económicos y geopolíticos mundiales. Sin embargo, hay un jugador local cuyas características vale la pena recordar, por su rol en este tema. Gerardo Morales fue quien ejecutó esta maniobra y su figura concitó la mayor parte de la bronca colectiva del pueblo jujeño.
El pedido de su renuncia presidía las marchas, movilizaciones y los cortes de ruta que unificaban el reclamo del pueblo en todo el territorio jujeño.
Morales, actualmente Presidente de la Unión Cívica Radical, fue secretario de Desarrollo Social, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, presidente que terminara renunciando ante el “argentinazo” del 19 y 20 de diciembre de 2001.Fue diputado provincial y senador nacional. Ganó dos veces (2015 y 2019) las elecciones para gobernador, dejando un heredero que fuera recientemente electo.
Entre sus medidas más polémicas está el impulso orientado a la detención de Milagros Sala, líder indígena, social y de la Agrupación Tupac Amarú, quien está presa desde enero del 2016, en lo que para muchos es una “revancha política”.
Morales se ha puesto al frente de la explotación del litio, una cuestión muy sensible a nivel internacional. En relación con este tema y buscando la consolidación del poder necesario para manejar esta cuestión promovió la Reforma de la Constitución Provincial. Con la nueva ley electoral logró, con menos del 50% de los votos tener mayoría absoluta (29 sobre 48) de los convencionales.
La izquierda eligió seis convencionales que se retiraron; el Partido Justicialista (PJ) logró colocar 13 convencionales, dos de los cales renunciaron frente al rechazo de sectores populares al texto propuesto. Esos rechazos atañen a la tierra y las demandas sobre la misma de los pueblos originarios, pero también tienen que ver con la profundización del sistema represivo. En ambos casos, los textos dejaban dudas, porque dependían de la interpretación de funcionarios del gobierno.
Hay una fuerte corriente que estima que los textos aprobados son inconstitucionales, aún después de los dos artículos (36 y 50) eliminados por Morales, ya que violarían el inciso 15 del artículo 75 de la Constitución Nacional; el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y el artículo 4 del Convenio Organización Internacional del Trabajo. Estas últimas disposiciones forman parte del texto constitucional, según la Reforma de 1994.
Los rechazos fueron muy importantes, tanto en la capital como en los pueblos de la quebrada Humahuaca y sus áreas más próximas, donde se concentra la mayor parte de los pueblos originarios y es la zona del litio. La extensión, amplitud y profundidad de la bronca, manifestada en los pueblos originarios y los reclamos docentes, sorprendió al gobierno y sus huellas no serán fáciles de borrar.
El aspecto más oscuro de Morales es su rol en medio del golpe de estado contra Evo Morales (2019). Son varias las denuncia por sus tareas, como apoyo logístico de los golpistas bolivianos. Nunca se esclareció qué hacía un avión de la Fuerza Aérea de los EEUU que -el 4 de setiembre de 2019- trajo a Ivana Trump (hija del expresidente de EEUU).
Ese avión estuvo estacionado al lado de un Hércules C 130 que se movilizaba a Santa Cruz de la Sierra, principal asentamiento de los golpistas bolivianos. La excusa invocada era la provisión de instrumentos para el combate de incendios. La hija de Donald Trump, oficialmente trajo una donación de 400 millones de dólares a la provincia de Jujuy para obras de infraestructura vial.
Al respecto, legisladores bolivianos denunciaron varias irregularidades. En igual sentido están las denuncias sobre las armas y municiones enviadas por el expresidente Mauricio Macri, con el destino de “proteger” a la embajada argentina en La Paz.
Juan Guahán. Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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