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Kammerath, el lado oscuro de la fuerza

Fuentes: PostPeriodismo

Una gestión pública que siempre estuvo bajo la lupa de los organismos que controlan hechos de corrupción.

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Germán Kammerath Gordillo se ve a sí mismo como un transformador. No está claro si de la Argentina o como uno de esos aparatitos para enchufar artefactos importados. De lo que no quedarán dudas es que su paso por la gestión pública siempre estuvo bajo la lupa de los organismos que controlan hechos de corrupción. En este caso particular, por el despilfarro del espectro radioeléctrico que marcó el rumbo de una política diseñada para favorecer a los amigos del poder. Según la revista francesa Le Point, lo de Thales Spectrum fue un choreo para la corona con un retorno de 25 millones de dólares.

El ex secretario de Comunicaciones menemista acaba de terminar sobreseído por el delito de peculado -que no es otra cosa que afanar plata a instancias de ocupar un cargo público- en la causa Thales Spectrum Argentina (TSA), la elegida por Kammerath, en un concurso a medida extendido por decreto, para controlar un recurso escaso como es el espectro radioeléctrico.

Así lo resolvió el Tribunal Oral Federal 2, no obstante la renta extraordinaria que obtuvo la firma de origen francés gracias a la gestión de un golfista que compartió caminatas deportivas con Carlos Menem. Se trata de Jorge Neuss, quien pasó de fabricante de gaseosas y jugos a experto en telecomunicaciones, para terminar como concesionario de la actividad destinada a controlar la calidad de los servicios que monopolizaban por entonces Telefónica y Telecom.

Neuss, fue uno de los beneficiarios de las privatizaciones en los ’90 y mantuvo ese contrato hasta la llegada de Néstor Kirchner. En enero de 2004 el presidente entrante lo anuló por decreto, cuando Alberto Fernández se desempeñaba como Jefe de Gabinete, justamente por las sospechas de coimas y el incumplimiento del contrato. 

De hecho, Kirchner también intervino el Correo Argentino en la causa luego conocida como Correogate, otra concesión otorgada en 2007 al Grupo SOCMA (acrónimo de Sociedad Macri) que terminó en escándalo, en 2017, por el intento velado de hacerle una quita del 98,82%, a la sociedad quebrada por los Macri. Casualmente, esto ocurrió cuando  Oscar Aguad se desempeñaba como ministro de Comunicaciones. De no ser por la actuación ejemplar de la fiscal Gabriela Boquín, el ex presidente tendría una herencia mucho más abultada por la que ahora se sacan los ojos de cielo con sus hermanos.

El regalo venía acompañado por el guiño de los funcionarios formados en tiempos de Kammerath que desde 2015 se hicieron de los cargos estratégicos en el ENACOM, la autoridad de aplicación que regula y pone multas en el sector. En febrero de 2017 el diputado Rodolfo Tailhade, denunció ante el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 1 que ese ente había desistido de ejecutar una multa por casi 280 millones de pesos por el tema correo.

Cabe destacar que el gobierno de Macri levantó de las cenizas a personajes repudiados como Roberto Carlos Catalán (h), un protegido del entonces Secretario de TIC, Héctor Huici, refugiado en el ente luego de ser expulsado en 2016 por el gobernador Sergio Casas como director de Edelar S. A, por agredir desde Twitter al nieto recuperado 121, el médico Maximiliano Menna Lanzillotto .

Volviendo al teorema de Thales Spectrum. Para quién le resuena el apellido Neuss, el empresario también fue noticia en octubre de 2020 por el femicidio de su esposa, Silvia Saravia, y luego se suicidó en un barrio privado.  Por esos días, el juez Sergio Torres lo investigaba por una defraudación al Estado de 671 millones de pesos.

A fines de la década menemista, el hijo del sodero Neuss cambió el rumbo de la empresa familiar para dedicarse a los negocios financieros, inmobiliarios y a comprar concesiones de servicios públicos gracias a su approach al green con Carlos Menem y hasta con el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

La investigación estuvo 20 años bailando un minué en los Tribunales. En 2015 llegó a juicio por fraude pero al no encontrar pruebas de coimas, el ex Secretario de Comunicaciones Germán Kammerath, su segundo Alejandro Cima y seis imputados más, terminaron libres por falta de prueba y la eventual prescripción del delito.

Una curiosidad: mientras Carlos Menem estaba vivo y en funciones como senador, el juez federal de primera instancia Sebastián Casanello, advirtió a la Cámara de Casación Penal –el tribunal de alzada– que los plazos debían interrumpirse. Por ese motivo la muerte de Carlos Menem terminó en alivio para Kammerath, quien llegó de la mano del ex mandatario a la política porque su familia compartió una larga amistad en La Rioja. El tío médico de Germán fue el partero en el nacimiento del ex presidente y el padre le dio su primer trabajo en su estudio de abogados.

Cabe destacar que la causa comenzó en 2001 a instancias de la denuncia por “Defraudación contra la Administración Pública” realizada por el entonces director de investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Manuel Garrido, con una renta extraordinaria calculada por el luego diputado radical (2011-2015) en 320 millones de dólares, por la cual se presume hubo sobornos.

Ese 2001 una de las pocas cosas buenas que dejó el incapaz gobierno de Fernando de la Rúa, además de anular el sistema de digitalización de los DNI por las coimas internacionales declaradas en los arqueos financieros de Siemens, fue la declaración en emergencia del espectro radioeléctrico, con la asunción de Henoch Aguiar en la Secretaría de Comunicaciones. 

Kammerath le había otorgado frecuencias por “concurso de belleza”, de forma gratuita y a demanda, a unos cuantos pícaros que luego las vendieron por cifras millonarias. Como se trató de un derecho adquirido sólo se pudieron recuperar las que no estaban explotadas. Cabe recordar que 2010 la justicia confirmó  un embargo a  Kammerath de 4 millones de pesos por esas concesiones del espectro.

En otras palabras, se dejó a precio de costo un recurso escaso por el que otros países cobraron millones de los prestadores con vocación de entrar a la crema del negocio que estaba naciendo: la telefonía celular, además de otros servicios de datos tanto para la comunicación audiovisual como en telecomunicaciones.

Kammerath y Menem reprogramaron los plazos contractuales de Thales salteándose los pasos del decreto 62/90 para la privatización de la prestación de los servicios públicos en telecomunicaciones, sin escuchar las impugnaciones del sector entre otras distracciones, como la omisión de sanciones por incumplimiento de lo acordado en los pliegos. Por entonces, Elisa Carrió comenzaba su carrera de denunciadora serial acusando al representante de Diveo, Jaime Civils Robirosa, como testaferro de Raúl Moneta. Pero lo más llamativo fue la entrega de frecuencias a Marcos Aurelio Álvarez, el cuñado de Kammerath, quien invtentó para la ocasión la empresa Macrocom y luego vendió lo que recibió gratis en 7,1 millones de dólares (Véase: «El escándalo en las licencias», por A. Alfie, en Information Technology, 2001) 

Gracias al cambio de rumbo en la SeCom, impulsado por Aguiar, pudo recuperarse el 30% de las frecuencias fuera de uso, ya que quienes habían realizado inversiones o estaban en proceso de obras tenían derechos adquiridos. De hecho en la subasta de 2014 el Estado recuperó 1500 millones de dólares. Como siempre el lado bueno de la fuerza está presente.  

Apenas terminó su gestión en la Secretaría de Comunicaciones, Germán Luis Kammerath, se consagró intendente de Córdoba (1999 -2003). Propios y ajenos todavía se preguntan cómo financió su carrera política. Llamamos al gran bonete para consultarle pero nos dijo que estaba ocupado comiendo pizza y destapando un champagne por las viejas épocas.

Una nota aparare merecen los orígenes en el conservadurismo católico y su cercanía juvenil a la última dictadura. Sobre eso escribió el maestro de periodístas que nos dejó en 2018, Guillermo Alfieri. Te compartimos su nota: El talón de Aquíles de un infiltrado en democracia (Revista «El Sur») 

Kammerath usa chaleco de plomo, las múltiples denuncias por corrupción que acumula en su vida suelen rebotarle en el pecho, en una encrucijada geométrica digna del Teorema de Tales. Todo deriva proporcionalmente en una justicia mezquina que exige más que nunca una reforma profunda.

Post Nota: Si te gustó este artículo, además de compartirla podés leer más sobre los funcionarios reciclados por Macri que insisten aun en tiempos de Alberto Fernández en privatizar la soberanía de nuestros cielos en:  El teorema de Thales Spectrum, publicada en El Cohete a la Luna, 21 de marzo de 2021.

Fuente: https://postperiodismo.com.ar/2021/03/15/kammerath-una-vez-mas-libre-de-culpa-y-cargo/