La Bolivia pluricultural y multiétnica virtualmente tomó hoy (18 de octubre) el centro de La Paz, la sede de gobierno del país ubicado en el corazón del continente latinoamericano, luego de protagonizar la marcha «Por la Nacionalización, Justicia, Dignidad y Soberanía Nacional». Con sus vestimentas de mil colores, cargando un pequeño bulto en la espalda, […]
La Bolivia pluricultural y multiétnica virtualmente tomó hoy (18 de octubre) el centro de La Paz, la sede de gobierno del país ubicado en el corazón del continente latinoamericano, luego de protagonizar la marcha «Por la Nacionalización, Justicia, Dignidad y Soberanía Nacional».
Con sus vestimentas de mil colores, cargando un pequeño bulto en la espalda, acullicando hojas de coca, haciendo flamear orgullos sus wiphalas (las banderas originarias), acompañando sus pasos con música tradicional o portando la tricolor nacional con crespones negros en homenaje a los caídos en la «Guerra del Gas», los miles de aymaras, quechuas, chiquitanos, guaraníes y representantes de otras naciones originarias se unieron con los obreros, estudiantes, regantes, amas de casa, vecinos, profesionales y otros sectores sociales para vencer 190 kilómetros de marcha entre Caracollo (Oruro) y La Paz.
«Esta es una marcha histórica que tiene tres objetivos fundamentales: un juicio totalmente imparcial y la cárcel para el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ministros, la promulgación inmediata de la nueva Ley de Hidrocarburos que contemple la nacionalización por derecho y el homenaje a todos los caídos en octubre del año pasado», aseguró el dirigente cocalero y diputado nacional, Evo Morales.
El 14 de octubre, producto de la presión popular, el Congreso Nacional autorizó por dos tercios de votos el juicio de responsabilidades contra el ex presidente y su gabinete de ministros; es muy probable que desde mañana – con movilizaciones en las calles- empiece el tratamiento de la Ley de Hidrocarburos.
El diputado nacional encabezó la movilización que hace una semana partió desde la población de Caracollo con cerca de tres mil bolivianos y bolivianas -sobre todo productores de coca- pero en el trayecto se unieron miles de representantes de diversos sectores del territorio nacional para escribir otra vez historia.
El cansancio del largo recorrido fue superado por la solidaridad, los rigores del altiplano boliviano por la calidez de la gente sencilla, el hambre y la sed con un puñado de hojas de coca o las ollas comunes y las enfermedades y efectos de la caminata con la medicina tradicional.
«Esta marcha es de pueblo a pueblo, de pobre a pobre», comentó la dirigente indígena de Santa Cruz, Marisol Solano.
Los marchistas que a su paso recibieron el apoyo de las diversas comunidades campesinas del altiplano orureño y paceño, hoy ganaron la solidaridad de la población nacional.
Aunque en estos días también se realizaron otras marchas desde Ventilla, Warisata o El Alto de La Paz, los miles que llegaron hoy a la sede de gobierno prometieron permanecer en esta ciudad, hasta que se promulgue la Ley de Hidrocarburos.
Un año de gobierno
Hace 365 días, producto de la «Guerra del Gas», era expulsado de la Presidencia de la República Gonzalo Sánchez de Lozada para ser sustituido por Carlos Mesa.
«Este es un día de esperanza. No tiene caso ni tiene sentido que la sangre derramada por nuestros compatriotas hace un año sea para recordar el luto y el duelo. El sentido de hoy es el sentido de celebrar que hoy tenemos un país mejor, sustancialmente mejor que el que teníamos hace un año», afirmó Mesa en un mensaje televisado.
El Jefe de Estado sin ingresar en detalles de los luctuosos hechos de hace un año se refirió a los temas pendientes que deben ser encarados en el futuro porque el pueblo mayoritariamente ha apostado por la paz, por la responsabilidad, por la construcción y por la creación común.
Sin considerar el trabajo de la Comisión de la Desarrollo Económico de la Cámara de Diputados, exhortó al Parlamento Nacional para que trate con prioridad la nueva Ley de Hidrocarburos que elaboró el Poder Ejecutivo en apego a los resultados del referéndum del gas.
«Es iniciativa del Poder Ejecutivo la presentación de un proyecto de ley de esta naturaleza, y debe ser discutido de manera prioritaria y exclusiva ese proyecto de ley, no por el capricho del Presidente o de su Gobierno, sino por mandato de la Constitución Política del Estado, pero sobre todo y fundamentalmente por el mandato de ustedes que el 18 de julio (en el referéndum) lo dijeron claramente», afirmó.
El dirigente de la Asociación de Regantes de Bolivia, Omar Fernández, que también participó en la marcha hasta la sede de gobierno, lamentó que el Presidente de la República no escuche las demandas del pueblo que quiere nacionalización y recuperación de los hidrocarburos.
Más de lo mismo
El Jefe de Estado sostuvo que pese a la intolerancia que sufrió y que se expresó en diferentes movimientos, presiones, huelgas, amenazas y tomas de tierras, este año se caracterizó por el diálogo.
Considera que uno de los mayores logros de su gestión es haber logrado salir de las tantas expresiones de intolerancia, en las que no había posibilidades de resolver las cosas con racionalidad, sobre la base del diálogo, «sin el costo de vidas humanas».
«Parece que el presidente Mesa con palabras bonitas nos quiere confundir a los bolivianos, pero nosotros queremos recordarle que sólo hace 15 días en el Trópico de Cochabamba producto de la erradicación de nuestros cultivos, se asesinaron a dos cocaleros, un oficial de ejército está identificado pero el gobierno no hace nada, existe impunidad», aseguró la dirigente Leonilda Zurita.
El Primer Mandatario dijo que hoy se puede decir que se superó ese momento de violencia y que se reaprendió el lenguaje del diálogo y que la vida es lo más importante para defender y preservar y que no hay otro camino «que es el de la paz y el respeto de los unos para con los otros y de los otros para con el uno».
Enfatizó que los pequeños grupos de radicales no pudieron derrotar al pueblo boliviano, y es algo que quiere agradecer, porque dijo que la ciudadanía confió en su persona.
Mencionó que su gobierno tiene como premisa fundamental la idea de la transparencia, de la lucha contra la corrupción y de la honestidad y que se debe trabajar mucho para que la impunidad no quede como un elemento permanente de la sociedad boliviana.
El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Román Loayza, que también encabezó la marcha, lamentó que el Jefe de Estado no tenga una lectura adecuada de la situación del país y que su mensaje se haya caracterizado por la demagogia y politiquería tradicional.
«Cómo va a decir que no hay corrupción en el gobierno si somos subcampeones mundiales, cómo va decir que no hay impunidad si se tolera a todo el aparato gonista, cómo va a decir que hay honestidad si el pueblo quiere nacionalizar los hidrocarburos y él defiende a las transnacionales. Este gobierno no se diferencia casi en nada al de Sánchez de Lozada», dijo el dirigente campesino.
A un año de la «Guerra del Gas», miles de hombres y mujeres de la Bolivia profunda se encuentran nuevamente movilizados en la sede de gobierno. No se sabe hasta cuándo. Prometieron retornar a sus comunidades -perdidas en el mapa de la pobreza- con la nueva Ley de Hidrocarburos…
* Alex Contreras Baspineiro es periodista y escritor boliviano.