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La burguesía mexicana se sobrepone en la pandemia

Fuentes: Rebelión

La burguesía mexicana se ha sobrepuesto a las dificultades económicas derivadas de la pandemia. Por ejemplo, la digitalización de la economía ha hecho más fuerte al millonario Carlos Slim, el empresario más rico del país.

Otro caso es la minería que ha fortalecido a otros empresarios como Germán Larrea en tanto que el sector financiero ha vuelto a generar un monto considerable de dividendos en donde ahora los empresarios más ricos se están disputando la compra del banco Citibanamex.

En primer lugar, el empresario mexicano Carlos Slim salió fortalecido de la pandemia al obtener más ingresos derivados de los servicios vinculados con las tecnologías digitales. La digitalización de la economía apuntaló los ingresos de América Móvil por la creciente demanda de servicios de Internet a nivel nacional. Otro factor que aumentó sus ingresos fue la venta de la firma Tracfone en Estados Unidos el año pasado. Como prueba de su poderío económico, América Móvil se colocó hace dos años en la etapa más crítica de la pandemia como la entidad empresarial más importante desplazando tanto a las compañías estatales de mayor envergadura- Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad- así como a empresas de talla mundial instaladas en el país- Wal-Mart, Puerto de Liverpool y Ford Motor Company- en términos de los ingresos generados a nivel nacional.

La firma mexicana enfrenta ahora varias dificultades para continuar acumulando más ganancias con tecnologías modernas. En sus planes de inversión de este año se encuentra la instalación de una ambiciosa red 5G que promete brindar el servicio de Internet más rápido y eficiente. Por la débil recuperación del ingreso, las familias mexicanas en su mayoría no pueden acceder a comprar un celular con este servicio moderno pues el costo del servicio de Internet es mucho mayor en comparación con un móvil convencional por lo que el incremento de las ganancias es limitado. Es comprensible que Carlos Slim propusiera que el gobierno otorgue subsidios a los consumidores en la compra de dispositivos móviles e Internet.

Otra tendencia que se ha reforzado en América Móvil como en varias empresas mexicanas multinacionales es que una parte importante de sus ingresos no son reinvertidos en el país en parte por el mercado interno restringido, sino que utiliza una gran parte de sus ingresos en expandir sus operaciones en el extranjero. Como evidencia, la empresa América Móvil expandió sus operaciones en la región sudamericana particularmente en Brasil. En ese país, la empresa adquirió con sus socios TIM y Vivo el Grupo Oi. Como resultado, el mercado brasileño ya genera más ingresos en comparación con México para la firma mexicana.

Por otra parte, el sector minero ha sido otro beneficiario de la incertidumbre generada por la pandemia en los últimos años. En medio de la incertidumbre, los inversores internacionales se refugiaron invirtiendo en metales particularmente oro y plata cuyo precio experimentó una tendencia alcista en el año más crítico de la pandemia en 2020. En la producción de oro, la empresa beneficiada fue principalmente el Grupo Fresnillo dirigido por la familia Baillères. En el caso de la plata, las compañías más favorecidas fueron el Grupo Fresnillo e Industria Peñoles de la familia Baillères; el Grupo México comandado por el empresario Germán Larrea; y la Minera Frisco dirigida por el magnate Carlos Slim.

Con el fin de aprovechar la fiebre por los metales, ese grupo de empresarios presionó fuertemente al gobierno mexicano para que incluyera a la minería como una actividad esencial en 2020. El argumento fue que la minería era crucial como proveedor de diversas industrias entre ellas la automotriz, aeroespacial, agroindustrial y construcción. En respuesta, la minería fue considerada esencial por lo que solamente dejó de operar en un corto período. Con esa medida, las empresas mexicanas continuaron operando sus establecimientos mineros pese a la gravedad crítica de la pandemia.

El monto de ganancias generadas por esos dos metales fue brutal en 2020. Mientras el volumen extraído en ambos metales permaneció casi sin cambios en ese año, el valor monetario del oro extraído a nivel nacional aumentó de sesenta y tres a ochenta y siete billones de pesos; en tanto que en el caso de la plata el valor se incrementó de treinta y seis a cincuenta y cuatro billones de pesos entre 2019 y 2020. En este sentido, la minería fue de los pocos sectores que sin necesidad de aumentar de manera significativa la producción, obtuvo un incremento exponencial en las ganancias a diferencia de la mayoría de las actividades que se contrajeron como producto de la pandemia.

En 2021, las condiciones del mercado fueron diferentes por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos. Ante el aumento de la tasa de interés, los inversores internacionales han optado crecientemente por comprar bonos del Tesoro con la seguridad del dólar. El precio del oro y la plata han comenzado a desplomarse a tal punto que ya están siendo cotizados al precio previo a la pandemia. Pero sorprendentemente el valor monetario del oro y la plata extraídos en México no decreció a pesar de la caída del precio el año pasado. La respuesta está en que las empresas del sector minero incrementaron de manera significativa los niveles de extracción de ambos metales por lo que compensaron la caída de precios vendiendo una mayor cantidad de toneladas.

Cabe recordar que el presidente Andrés Manuel López Obrador puso fin al otorgamiento de concesiones mineras enfatizando el saqueo de las empresas multinacionales en el comienzo del sexenio. En el año en curso, el presidente de la Cámara Minera de México, Jaime Gutiérrez, mencionó que buscará negociar con el presidente el otorgamiento de nuevas concesiones y en caso de no concretarlas, amenazó con la advertencia de que la inversión migraría a otras naciones. Como se puede constatar, las firmas mineras buscan mantener los niveles elevados de ganancias continuando extrayendo una gran cantidad de toneladas de minerales.

Consideramos por último el sector financiero que ha cambiado su estatus con la pandemia. Como es conocido, el sector bancario está dominado por un oligopolio: BBVA-Bancomer, Santander, Citibanamex, HSBC y Banorte. Hasta ahora los bancos más importantes han estado en manos del capital extranjero con la excepción de Banorte que está bajo el mando del empresario mexicano Carlos Hank González. Este grupo de entidades, pese a no otorgar una gran cantidad de crédito, obtienen ganancias por las elevadas tasas de interés que prevalecen en el país cobrando una cantidad exorbitante de intereses a las familias por los créditos de consumo.

Las entidades bancarias inicialmente fueron afectadas tras quedar desempleadas un gran número de personas que no pudieron seguir cumpliendo con sus obligaciones financieras. Con la recuperación del empleo, las personas ahora cuentan con un ingreso para acceder a servicios financieros como tarjetas de crédito, banca móvil, créditos de nómina e hipotecas. De hecho, la espiral inflacionaria ha hecho que cada vez más personas soliciten una tarjeta de crédito para suplementar sus ingresos y con ello cubrir sus gastos esenciales. Por añadidura, el otorgamiento de crédito ha rendido más intereses a causa del incremento de la tasa de interés del Banco de México.

El año pasado, los cinco bancos más importantes que mencionamos anteriormente ya obtuvieron ganancias comparables con el período anterior a la pandemia. Sin embargo, la rentabilidad en este rubro está limitada en el mediano plazo pues las personas han conseguido en su mayoría un empleo con una baja remuneración. Como prueba de ello, el número de personas que percibe únicamente un salario mínimo se ha ampliado hasta ascender a casi diecinueve millones de personas (un tercio del total de personas ocupadas) en el segundo trimestre de 2022. El salario mínimo se ubica actualmente en ciento setenta y dos pesos, una cantidad inferior incluso al costo de la canasta básica. Por ello, una gran parte de la población ocupada no tiene la capacidad de adquirir un crédito debido a la capacidad reducida de pago.

No obstante, las entidades bancarias continúan obteniendo un gran monto de ganancias del pago de la deuda pública. Cabe recordar que la deuda del sector público se multiplicó de dos a diez billones de pesos en el período 2008-2019. El grueso de la deuda fue contratado con acreedores internos en pesos mexicanos. El acierto ha sido comenzar con acabar este crecimiento exponencial de la deuda pública por lo que no aumentará la carga del pago de intereses para la próxima administración que suceda al presidente. No obstante, esa política tiene limitaciones pues todavía la carga de pagos de deuda sigue siendo elevada para las finanzas públicas.

Por mencionar algunas cifras, el gobierno mexicano pagó en el concepto de la deuda del gobierno federal-que abarca la mayor parte de la deuda del sector público- alrededor de un billón de pesos por año en 2021 y 2022; y luego pagará anualmente entre setecientos y ochocientos mil millones de pesos en 2023 y 2024. De esta manera, el presidente de la Asociación de Bancos de México declaró que el presupuesto ha sido responsable y puso las bases para que el sector financiero tenga la certeza y la certidumbre de que podrá hacer su trabajo. Como se puede corroborar, los banqueros no están dispuestos a renunciar a ninguna parte de sus ganancias oponiéndose a cualquier cambio que quisiera aplicar el gobierno en el sector financiero.

En este año, la venta del banco Citibanamex en el sector de la banca de consumo apuntalaría aún más las ganancias de los empresarios mexicanos pues probablemente adquieran la entidad bancaria. Entre los posibles compradores están los magnates más importantes del país incluyendo a Carlos Slim que ya participa en el negocio bancario a través del Grupo Financiero Inbursa. Otro interesado es el empresario Germán Larrea quien entraría al sector bancario en caso de concretarse la venta. Esta compra comenzaría a revertir la propiedad de los bancos en manos del capital extranjero en un sector altamente rentable a favor de los empresarios mexicanos más ricos.

En la conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo hace unos meses que los empresarios no se podían quejar pues han obtenido facilidades para invertir y ganancias razonables. Al no trastocar los intereses de los empresarios, el presidente ha conseguido el apoyo de la élite más poderosa del país. Lo perverso es que estamos presenciando el enriquecimiento de los hombres más acaudalados en una época en donde las condiciones de vida de población mexicana han empeorado exacerbándose la desigualdad brutal que prevalece en el país.

Ulises Noyola Rodríguez. Maestro en economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus líneas de investigación se centran en economía mundial, economía política y geopolítica. Sus trabajos han sido publicados en diversos medios como Sputnik Mundo, Telesur y Página 12.

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