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Un día después del referéndum, los principales actores de la sociedad boliviana se atribuyen la victoria y usan los resultados a su antojo con miras a la gran batalla por el gas y el petróleo, que se librará en las calles y en el Congreso nacional

La Central Obrera Boliviana, el presidente Mesa y Evo Morales disputan las cifras y se afilan para la batalla

Fuentes: Econoticiasbolivia.com

La Central Obrera se apoya en la masiva abstención y reclama como suyos gran parte de los tres millones de ciudadanos que no asistieron a las urnas, que votaron en blanco o nulo o no se inscribieron en la Corte Electoral. El presidente Carlos Mesa, por el contrario, minimiza el masivo ausentismo y proclama su […]

La Central Obrera se apoya en la masiva abstención y reclama como suyos gran parte de los tres millones de ciudadanos que no asistieron a las urnas, que votaron en blanco o nulo o no se inscribieron en la Corte Electoral. El presidente Carlos Mesa, por el contrario, minimiza el masivo ausentismo y proclama su éxito al contabilizar un poco más de un millón y medio de votos a favor de las cinco preguntas de su consulta. Gran parte de esta votación, sin embargo, es también reclamada como suya por su principal aliado, el diputado cocalero Evo Morales, pero que le da otra interpretación muy diferente a la del presidente y de las élites que dominan Bolivia

La Paz, julio 19, 2004.- La Central Obrera Boliviana (COB) se apoya en la masiva abstención y reclama como suyos gran parte de los tres millones de ciudadanos que no asistieron a las urnas, que votaron en blanco o nulo o no se inscribieron en la Corte Electoral. El presidente Carlos Mesa, por el contrario, minimiza el masivo ausentismo y proclama su éxito al contabilizar un poco más de un millón y medio de votos a favor de las cinco preguntas de su consulta. Gran parte de esta votación, sin embargo, es también reclamada como suya por su principal aliado, el diputado cocalero Evo Morales, pero que le da otra interpretación muy diferente a la del presidente y de las élites que dominan Bolivia.

Los datos oficiales de la Corte Nacional Electoral, aunque aún parciales, muestran que cada cual tiene su dosis de verdad. Escrutadas oficialmente ya la cuarta parte de las mesas electorales a nivel nacional (cinco mil de las veinte mil habilitadas), las cifras de la Corte muestran que la mitad de la población inscrita no fue a votar o que lo hizo en blanco o nulo. Sobre un parcial aproximado de un millón cien mil ciudadanos inscritos ante la Corte, se estableció que no fueron a votar 440 mil, que lo hicieron en blanco y nulo un promedio de 120 mil para cada una las cinco preguntas (cada una tiene una votación diferenciada) y por el SI y el NO un promedio de 550 mil votos. El total de ciudadanos, mayores de 18 años y con derecho a voto son 5,1 millones y los ciudadanos inscritos a la Corte son 4,4 millones.

LA COB RECLAMA EL VOTO DE LOS AUSENTES

Según los expertos de la Corte, a medida que avance el conteo de votos y se incorpore una mayor proporción de distritos rurales, la fuerte tendencia a la abstención irá en aumento, al igual que los votos blancos y nulos, con lo que la posición de la COB se hará más fuerte.

«Todos saben que la COB ha llamado a no votar, al boicot, al voto blanco y nulo porque era un referéndum tramposo que no consultaba sobre la nacionalización, que es lo quiere el pueblo. La mayoría no ha ido a votar, pese a que el voto era obligatorio y hay sanciones y multas (…) El ausentismo ha sido la respuesta del pueblo ante el engaño», dijo el líder de la COB, el minero Jaime Solares.

Según el sindicalista, tan sólo al contabilizar los votos nulos y de los que no fueron a votar fácilmente se supera los dos millones de ciudadanos, cantidad que es igual a la de los que asistieron a las urnas y superior a la que apoya Mesa. «No nos proclamamos ganadores, pero Mesa tiene que darse cuenta que la abstención ha sido masiva (….) No es, como dice (el Presidente) que en todos los países los referéndums son poco masivos. Eso ocurre cuando el voto es libre, y no obligatorio como es en el país. ¿Acaso no hay multas, acaso no hay cárcel y sanción para los que no votan? Nos han presionado para votar, pero el pueblo ha rechazado las cinco preguntas tramposas», aseguró Solares en conferencia de prensa.

Hasta ahora, las proyecciones de la Corte indican que la abstención en el referéndum será casi el doble de lo que se registra tradicionalmente en las elecciones nacionales. En el 2002 y en 1997, el nivel de abstención estuvo concentrado en torno al millón de electores.

En Bolivia, el voto es obligatorio. Así, se ha establecido que los ciudadanos que no se hubieran inscrito en el padrón electoral, serán sancionados con multa de 150 bolivianos (casi un tercio del salario mínimo). En esta situación están más de 640 mil ciudadanos, el 12% de los que tienen derecho al voto.

Las normas establecen, además, que los ciudadanos que se hubiesen inscrito, pero que no se presentaron en las urnas y no tengan el certificado de sufragio, no podrán acceder a cargos públicos, percibir sueldos o salarios en empleos públicos, no podrán efectuar trámites bancarios y obtener pasaporte dentro de los noventa días siguientes a la elección. Los ciudadanos elegidos como jurados electorales que no se presentaron en sus mesas el día de la votación tendrán multa y cárcel de tres días.

MESA SÓLO VE EL VOTO FAVORABLE

En la trinchera gubernamental, sin embargo, la abstención no cuenta para nada, al igual que para los grandes medios de comunicación. «Ha sido un sí contundente e inequívoco. Las cinco preguntas son cinco triunfos contundentes, no del gobierno, sino de un país que quiere una lógica distinta en el proceso de la recuperación de nuestros hidrocarburos», dijo el presidente al celebrar que le hayan dado su respaldo casi dos tercios de los votos válidos (que sólo incluyen a los que votaron por el Si o por el NO, y no toma en cuenta los nulos y blancos, y menos la abstención).

Con esta votación, Mesa quiere, en lo esencial, dar vía libre a las transnacionales para que exporten gas como materia prima a los mercados de Argentina, México y Estados Unidos, a cambio del pago de mayores impuestos dentro de una década.

Los datos del informe parcial de la Corte sobre el referéndum muestran que la victoria del SI en las preguntas uno, dos, tres y cinco es superior al 75%. Sin embargo, el apoyo es mucho menor, aunque por encima del 50% de los votos válidos, en la consulta cuatro, referida a la autorización para negociar con Chile un acceso soberano al océano Pacífico usando el gas como carta estratégica.

Estos resultados han sido saludados como un triunfo por los empresarios y sectores más conservadores de las clases medias que han coincidido en destacar que el triunfo de Mesa debiera respetarse y no interpretarse como un paso a la nacionalización de los hidrocarburos, como exige el principal aliado del gobierno, el diputado Morales.

LA INTERPRETACIÓN DE EVO

En franca disputa con el presidente Mesa, el líder del MAS aseguró que su partido insistirá en la recuperación de los hidrocarburos. «Nosotros queremos una nacionalización sin confiscación ni expropiación», dijo al demandar la modificación y revisión de los contratos de las petroleras.

«Mesa debe iniciar la recuperación de la propiedad como prometió antes del referéndum», dijo, al exigir, en el fondo, que las petroleras paguen de inmediato más impuestos, antes de seguir exportando, lo que no es aceptado por Mesa.

«Nos toca al MAS coordinar con todos los movimientos sociales, para estar vigilantes para que se cumpla la segunda pregunta que es la recuperación de la propiedad de todos los hidrocarburos», dijo al advertir que «luchará en el Parlamento y en las calles» por el respeto a la voluntad popular.

Morales, al igual que Mesa, tampoco le da importancia a la abstención. Sólo la COB cree que el silencioso rechazo expresado por quienes, pese a la presión y las multas, no asistieron a las urnas, debe canalizarse a través de la lucha social. «El gran reto de los dirigentes es organizar este rechazo y volver con fuerza a las calles para poder vencer a las petroleras en la lucha por la nacionalización», dice Solares al anunciar que un ampliado laboral definirá un cronograma de movilizaciones y movimientos de masas, como desarrollaron antes del referéndum de este domingo.