Trabajadores y vecinos de los barrios más pobres deben tomar el centro de la ciudad de La Paz el domingo 18, el mismo día del referéndum, para frenar la consulta tramposa, instruyó ayer el cabildo abierto convocado por la Central Obrera Boliviana (COB). «El domingo todos deben concentrarse en la Plaza San Francisco para rechazar […]
Trabajadores y vecinos de los barrios más pobres deben tomar el centro de la ciudad de La Paz el domingo 18, el mismo día del referéndum, para frenar la consulta tramposa, instruyó ayer el cabildo abierto convocado por la Central Obrera Boliviana (COB).
«El domingo todos deben concentrarse en la Plaza San Francisco para rechazar el referéndum, que es un engaño del (presidente Carlos) Mesa para legalizar la entrega de los recursos naturales a las transnacionales», dijo el líder de la COB, al concluir una reducida concentración de trabajadores y sectores populares que claman por la nacionalización del gas y el petróleo.
La no inclusión de la nacionalización en las preguntas del referéndum ha determinado que los sindicatos y organizaciones populares decidan boicotear la consulta, a través de un paro vecinal en la ciudad de El Alto, que fue el epicentro de la insurrección popular de octubre, con bloqueos carreteros en las más importantes zonas del Altiplano y los Yungas, y la concentración popular en cabildos en La Paz y otras ciudades menores. Todas estas medidas han sido consideradas como ilegales y al margen de la ley por las autoridades de la Corte Electoral y el gobierno.
Otras modalidades definidas para la COB para oponerse al referéndum son la abstención (no ir a votar), o la votación en blanco, nulo o pifiado, a modo de protesta.
«El domingo tenemos que medir fuerzas con nuestros opresores», dijo Solares al convocar a la población a no dejarse arrinconar por la profusa propaganda oficial a favor de la consulta ni por las presiones, coerción militar y amenazas gubernamentales.
«Han desatado una campaña igualita a la de la capitalización (proceso privatizador que destruyó la empresa estatal del petróleo y entregó toda la industria petrolera a las transnacionales). Igualito nos quieren mamar», aseguró.
Según Solares, «el pueblo boliviano tiene que darse cuenta de que el referéndum es una trampa (…) No sirve de nada votar por el SI o votar por el NO, la propiedad real de los hidrocarburos seguirá en manos de las transnacionales».
En la esfera gubernamental, los preparativos para el domingo también eran intensos, especialmente en las fuerzas de seguridad que tienen la misión de evitar el cierre de los recintos electorales, el bloqueo de caminos y la quema de ánforas. Según el Comandante General de la Policía, Jairo Sanabria, un total de 22 mil efectivos vigilarán los comicios y controlarán a los revoltosos.
«Se ha elaborado un dispositivo de seguridad con las Fuerzas Armadas, el Ministerio Público y la Corte Electoral con carácter extraordinario para el Referéndum», dijo al anunciar que en el distrito de La Paz y sus alrededores donde hay amenazas de boicot y quema de ánforas, ubicará a seis mil policías. Para el Altiplano y sus provincias, las carreteras y la ciudad de El Alto se ha previsto la presencia de tropas militares. Se calcula extraoficialmente que participarían en los operativos de control y de acción inmediata un total de 30 mil efectivos del Ejército.
A cuatro días de la consulta, el gobierno y la Corte Electoral han intensificado su millonario bombardeo publicitario a través de la televisión, la radio y la prensa, presionando psicológicamente a la población para ir a votar y así no sufrir las sanciones económicas dispuestas para obligar al pueblo soberano a asistir a las urnas.