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Entrevista al Dr. Reynaldo Saccone, ex presidente de CICOP

«La crisis estructural del sistema de salud argentino está llegando a límites increíbles»

Fuentes: Rebelión

M.H: Estoy preocupado porque veo que estamos relajando todas las precauciones que habíamos tomado respecto del Covid y se está produciendo de alguna manera algo que vos anticipaste hace tres semanas que es la presencia de la variante Delta, que ya genera más del 83% de los contagios en el ámbito del AMBA, particularmente en nuestra Ciudad de Buenos Aires. Una variante que demoró tres meses en ingresar a nuestro país, mientras se aceleraba la vacunación. Luego de semanas de baja, la última semana de octubre se produjeron 900 casos, la semana anterior 1.078 casos, y con una situación como la de Chile que volvió a cerrar las fronteras, tuvo 35% más de casos en 7 días y un 80% más en dos semanas a pesar que tienen el 90% de la población vacunada. Ni hablemos de lo que está pasando en Europa. ¿A qué nos enfrentamos? 

R.S: Es una pandemia que todavía no ha sido derrotada y en la medida que el virus sigue circulando, porque no se ha vacunado lo suficiente, sigue produciendo nuevas variantes. Eso es inherente a los virus que van cambiando y entonces afectan cada vez a más gente que a lo mejor ya estaría inmunizada parcialmente con una inmunización débil; al variar, el mismo virus adopta otras pequeñas modificaciones que le permiten penetrar e infectar personas que tienen una protección débil.  

Ahí tenemos que ver dos problemas. Una cosa es la biología de los virus que es su mecanismo de funcionamiento, allí no está pasando nada raro, es lo que hacen los virus. Segundo es cómo nos defendemos de esos virus, y ahí está el problema porque además de las medidas de aislamiento que son correctas, que hubo y hay que seguir tomando con distinto grado, de acuerdo a los sectores, está el problema de la inmunización.  

Las vacunas ya están por cumplir un año, el 8 de diciembre del año pasado se dio la primera vacuna oficialmente en Inglaterra a una señora, fue la primera persona que se vacunó en el mundo oficialmente como parte de una campaña, antes había miles y miles que formaban parte de los ensayos clínicos. Y entonces a casi un año nos encontramos con tasas de inmunización todavía bajas, estamos hablando de inmunización completa porque ahora sí con las variantes nuevas que se han ido produciendo, necesitás la inmunización completa, o sea, las dos dosis y aun una tercera dosis que ya empieza a circular en muchos países y también en Argentina a la gente más debilitada.  

¿Qué es lo que pasa? Ahí hay una respuesta débil y ya lo hemos dicho hasta el cansancio porque las vacunas ya estaban, se podrían haber fabricado masivamente en todo el mundo en países como el nuestro, como México, como Brasil que tienen la capacidad instalada y el recurso humano calificado para hacerlo. Y eso no se hizo por el tema de las patentes. 

Realmente ha jugado en contra el hecho que algunas pocas empresas en todo el mundo sean las que producen las vacunas para hacer el negocio correspondiente que ha llevado a la lentitud para desarrollar la vacunación.  

Hay continentes enteros como África y en parte del sudeste asiático donde es muy baja la tasa de vacunación. Y acá en la Argentina que es bastante aceptable es el 55% de la población la que tiene doble inmunización. Hay una mitad de nuestra población que no tiene la doble inmunización y en teoría no está protegida para la variante Delta. La variante Delta que muchos científicos ya venían anunciando que incluso no veían bien el levantamiento apurado de las medidas restrictivas, porque después de las elecciones de las PASO, en septiembre, se hizo un levantamiento general de las restricciones e incluso de las fronteras que favorece la circulación de la variante Delta que en nuestro país no había logrado entrar. 

Ahora ha entrado pero en muy baja proporción, no seamos alarmistas. Los nuevos casos que hay, aunque sean pocos todavía, son de la variante Delta, entonces si esto sigue creciendo y se sigue desarrollando va a enseñorearse la variante Delta en nuestro país y no sabemos si no aparecen otras variantes de las que ya se habla en todos los países donde la gente no está protegida o está protegida a medias. 

M.H: Hay países como el caso del Reino Unido que tiene una de las tasas semanales más altas de nuevos casos reportados en el mundo donde incluso la mayoría de las infecciones ocurren en los niños. 

R.S: Claro, porque son los sectores que fueron quedando para el final.  

M.H: Pero en Europa hay varios países, Letonia, Rumania, Ucrania, Republica Checa, Rusia dio vacaciones pagas por 9 días a la población, Holanda donde las infecciones han aumentado un 44% la última semana, lo mismo Polonia. Una situación que de alguna manera nos está alertando sobre qué puede pasar en nuestro país.  

R.S: No solo en nuestro país sino en todo el continente. Chile cerró las fronteras pero Uruguay las abrió porque piensa en la industria turística y Argentina también, entonces estamos creando una falsa ilusión de seguridad. Ese es el drama de los gobiernos también por razones puramente electorales como en el caso nuestro. 

M.H: ¿Se conoce el número de personas que niegan la efectividad de la vacuna o no quieren vacunarse?  

R.S: En la Argentina es muy bajo el porcentaje en comparación con otros lugares como Estados Unidos. Hay una creencia difundida en sectores que creen que les hace mal. En nuestro país existe gente que ideológicamente cree seriamente que no hay que vacunarse. Las vacunas son tan viejas como la humanidad, no son producto de la invención de la revolución industrial. La revolución industrial lo único que hizo fue tomar inventos anteriores de la humanidad para protegerse y hacerlos masivos, por ejemplo, la protección a la viruela es ancestral, miles de años atrás de las pústulas infectadas de las personas con viruela se extraía el suerito y se raspaba a las otras personas para protegerlos, ese es el principio de la vacuna y se llamaba variolización y fue la esposa de un embajador inglés en el siglo XVIII, en 1720 aproximadamente, que vio en Turquía cómo hacían los campesinos y entonces llevó esa iniciativa a Inglaterra y se difundió empezando a proteger a los chicos hasta que Jenner le dio una formulación más científica y permitió generar la vacuna. Por ejemplo, San Martin hizo vacunar a todo su ejército antes de cruzar Los Andes, la vacuna contra la viruela que era la peste de la época y la gente moría como moscas.  

Y Washington por su parte unos cuantos años antes de San Martin hizo vacunar al ejército que luchaba contra los ingleses. La vacuna no es un invento de ahora, la sabiduría ancestral de la humanidad ha generado la vacuna que es una manera de protegerse.  

Otra cosa distinta es que en el seno de la sociedad capitalista la producción de vacunas sea apropiada por los monopolios y se sustraiga a la población, no se produce lo suficiente no porque no haya capacidad si no porque los monopolios no dejan, controlan que no haya competencia. 

Entonces en Argentina que tenemos capacidad y está demostrado porque aparecieron laboratorios que producen la vacuna pero la producen de manera limitada y dentro de prácticas monopólicas con los que firmaron los acuerdos.  

Con propiedad estatal de la vacuna poniendo a funcionar toda la capacidad instalada de la Argentina con los recursos humanos que tenemos, con gente altamente calificada, ya podríamos estar vacunados. Y la prueba de eso es que con la vacuna que se produce en Garín que es la Aztrazeneca se produjeron 100 millones de dosis, ya estaría vacunada con doble inmunización toda la población argentina que somos 45 millones.  

El movimiento anti vacuna mucho no prendió, eso es una realidad estadística no es un invento mío, y hay gente que legítimamente tiene todo el derecho del mundo a creer que no es así y que no sirve para nada la vacuna, pero no es lo que la humanidad vino haciendo durante miles de años.  

M.H: ¿Queras agregar algo más?  

R.S: Acá hay problemas muy graves, estamos en una crisis muy grande estructural de todo el sistema de salud público y privado. El tema de los medicamentos que han aumentado más que la inflación, es algo tremendo y son artículos de primera necesidad, son bienes esenciales para la vida o para la calidad de la vida, en algunos casos de vida o muerte.  

M.H: Y también la situación de los trabajadores del sistema de salud porque observo que hay un conflicto generalizado en todo el país por salarios, condiciones de trabajo, incluso despidos que se han producido en el sistema sanitario. 

R.S.: Que esconde nuevas trampas y nuevos peligros. Ese es un problema grave que tenemos por delante y que ya está presente, vas a pedir turno y hay que ver para cuando te dan.  

M.H: Yo estoy en esa tarea, sufro de glaucoma, estoy hace un mes y medio intentando conseguir un turno con mi oftalmólogo en el Hospital Británico, y estoy pagando una cuota para mí y para mi compañera de 27.000 pesos por mes. 

R.S: En el hospital que yo trabajaba, para señalarte las incongruencias, falleció el oftalmólogo y recién este año, después de más de 30 años sin oftalmólogo, el gobierno de la provincia de Buenos Aires habilitó una vacante para hacer concursada de médico oftalmólogo. La crisis estructural del sistema de salud argentino no es de ahora, es de décadas, pero después del sacudón que sufrió con la pandemia está llegando a límites increíbles, nunca pensados en un país donde hubo tres Premios Nobel en ciencias de la salud. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.