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La derecha busca el fracaso de la Asamblea Constituyente

Fuentes: Bolpress

La derecha exige en la actualidad diálogo en base al respeto a la ley respeto a la democracia y al Estado de derecho. «¡Miren ustedes! Los vencidos el 18 de diciembre ponen ahora sus condiciones a los vencedores, las minorías nunca pueden condicionar a las mayorías…», dice el asambleísta Félix Cárdenas, Presidente de la Comisión […]

La derecha exige en la actualidad diálogo en base al respeto a la ley respeto a la democracia y al Estado de derecho. «¡Miren ustedes! Los vencidos el 18 de diciembre ponen ahora sus condiciones a los vencedores, las minorías nunca pueden condicionar a las mayorías…», dice el asambleísta Félix Cárdenas, Presidente de la Comisión Visión de País, para referirse a las desesperadas maniobras de la derecha que busca el fracaso de la Asamblea Constituyente. Y destaca la rápida movilización de diversos sectores sociales en respuesta y defensa de la Asamblea y de las transformaciones socio-políticas conducidas desde diciembre del 2005.

«A partir del 18 de diciembre, día de la victoria electoral, la derecha se convirtió en un cadáver político, es «Django arrastrando su ataúd…» pero gracias a la ingenuidad política del gobierno del MAS que otorga concesiones gratuitas intenta su rearticulación e inteligentemente a venido colocando una serie de obstáculos a la Asamblea Constituyente», explica Cárdenas al tiempo de señalar que primero fue la movilización de universitarios del país con el argumento diseñado por la derecha de que la Asamblea pretendía eliminar las autonomías universitarias. Superado esto se produce la movilización a Sucre de las universidades privadas con el pretexto de que la Asamblea liquidará la educación privada.

Hoy en Sucre también están en las calles pidiendo capitalía plena, además de pedir la mediación de la Iglesia.

Cárdenas identifica que en Bolivia se mueven dos «derechas» una política, expresada en PODEMOS con imagen de perdedor y la otra cívica-corporativa de corte fascista expresada en los comités cívicos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, ambas en una franca competencia por crear un liderazgo para las futuras elecciones. «Es una competencia para demostrar cual es más violento que el otro con respecto a los pueblos indígenas. Tratan de demostrar al pueblo boliviano que el indio no puede escribir una Constitución Política del Estado, y sí puede, que no lo haga. Qué el indio no puede gobernar Bolivia y para todo ello provocan en el país una profunda reacción racista. La Asamblea Constituyente se ha convertido en el «Talón de Aquiles» del proceso», afirma.

¿Defienden realmente la democracia?

La derecha está dispuesta a utilizar cualquier medio para impedir la continuidad del proceso de cambio iniciado por el presidente Evo Morales, y cerrar la Asamblea Constituyente, pero el pueblo boliviano no espera. Frente a tales provocaciones ha comenzado su movilización en defensa de la Asamblea y su apoyo al gobierno, además de exigir definiciones al problema de la capitalidad que enfrenta a los departamentos de Chuquisaca y La Paz.

Es más, los enemigos recurren ahora a la Iglesia para mediar en el conflicto. Siempre es el mismo grupo que encuentra mil recursos de alborotar la situación política de Bolivia.

El Comité Cívico Cruceñista, vinculado a la oligarquía y a los dueños de la prensa escrita, televisiva y radial, se permiten, todos juntos, cuando se les antoja, agitar sus fantasmas de confrontación con el gobierno. Así fue a finales de agosto reciente que los comités cívicos de seis, de los nueve departamentos «en defensa de la democracia» y acusando al presidente Evo Morales de imponer sus decisiones por encima de las leyes, llamaron a un paro cívico.

En Santa Cruz y Cochabamba se vivieron horas de violencia y vandalismo. En Beni y Tarija se registraron algunos incidentes en cambio, el paro se desarrolló con tranquilidad en Sucre y Cobija, (Pando). A decir del presidente del Comité Cívico Cruceñista Branko Marincovic fue «un éxito y una demostración de que el gobierno debe darse cuenta que debe enderezar su camino». Pero este olvidó de mencionar que los vándalos de la Unión Juvenil Cruceñista tomaron las calles armados de palos para obligar a los ciudadanos a acatar la medida.

Días después estos mismos fueron enviados a Sucre, disfrazados de indígenas para provocar a la ciudadanía. Este y otros similares hechos que últimamente con insistencia se repiten en Santa Cruz, no son incidentes aislados, son parte de una confabulación.

El Comité Cruceñista, tiene una enorme capacidad para inmiscuirse en asuntos que no le conciernen. No reconoce a la Central Obrera Regional y manipula a otras entidades ciudadanas, hacienda lo mismo con las decisiones del gobierno municipal.

Su prepotencia se agrandó con el cabildo abierto por la autonomía conducido ante uno de los gobiernos más débiles que ha tenido el país; Carlos Mesa ( 2005), que cedió a la presión del movimiento autonomista. A esta misma prédica fueron involucrados otras regiones: Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca para hablar hoy de la «media luna».

¿Cómo comprender esta situación?

No es el pueblo cruceño que genera el conflicto. Son los ideólogos del engendro regionalista; El Movimiento Nación Camba de Liberación, aliada a sectores retrógrados del país y apadrinados por la Embajada norteamericana que buscan la división de Bolivia.

No lo disimulan para nada. En un texto publicado en su página digital (http://www.nacioncamba.net), proclaman: «Hasta la fecha, la política racista promovida por el Estado canalla ha beneficiado solamente a los «colonos» andinos con no menos de 2 millones de hectáreas de las mejores tierras cruceñas, que además fueron favorecidos de la dadivosa Cooperación Internacional, recibieron apoyo técnico e infraestructura básica, entre otros. Sin embargo, los cambas no fueron beneficiados ni siquiera con un metros cuadrado de sus propias tierras , ni tampoco se halla en la mente de las burocracias parasitarias del país del altiplano, satisfacer esta justa demanda».

Han dejado atrás el discurso de las luchas por las regalías del petróleo y la ley de descentralización administrativa, quieren ahora un gobierno propio y un estatuto especial de autonomía. Y añade «Poder cruceño como reconocimiento formal y legal de nuestra Nación – Estado».

El Comité Cívico Cruceñista, el Movimiento Nacional Camba de Liberación y la Unión Juvenil Cruceñista, son hebras de la misma madeja, que no tienen una percepción cabal de la unidad boliviana. O sencillamente no quieren entenderlo? Están conspirando de manera permanente. Eso explica que lanzan sus globos de ensayo, utilizando a sus peones para ir midiendo la reacción del pueblo boliviano. Porque el tiempo les apremia.

Veamos como actúan estos

A la simpleza del alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández, quien manifestara que Bolivia debería dividirse, llamó a la Media Luna, a separarse de «la nación colla», para conformar la «Nación del Oriente» y le sigue el Prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa quien pidió la renuncia de Evo. Reyes Villa tiene un nefasto antecedente con las dictaduras de Luis García Meza y Hugo Banzer Suárez. Otros actores mediocres de la política nacional son los jefes políticos de las fuerzas de oposición Poder Democrático Social (PODEMOS), Jorge «Tuto» Quiroga, y de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, y un escritor que busca protagonismo: Juan Claudio Lechín. El empresario Samuel Doria Medina, se encargó a su turno de organizar una poco creíble huelga de hambre durante la discusión de los dos tercios en la Asamblea. Pareciera que todos ellos con la vieja consigna de que «el fin justifica los medios» pretenden con una campaña mediática desconocer el proceso de transformaciones en el país.

Los actos de provocación están sutilmente subordinadas a una estrategia diseñada contra la refundación de Bolivia. Inventan de la nada un clima de inestabilidad, con la siniestra intención de provocar una ruptura de la democracia en el país, como la mejor manera de excluir a los movimientos sociales e indígenas y llevar a la confrontación social.

En esta misma línea el senador del MAS Antonio Peredo Leigue advirtió en días pasados: «Se trata de repetir y repetir una mentira, hasta hacerla realidad. Es que, de tanto escuchar el mismo rumor, terminamos por no darle ninguna importancia, lo que permite que siga difundiéndose sin desmentidos. Nos cansamos de demostrar su falsedad y dejamos que sigan propagándola. Porque hay grupos, los que tienen el poder económico, que creen en estos rumores; peor aún, contribuyen a hacerlos ciertos».

Para diversos sectores de Santa Cruz, la situación en esa ciudad con las movilizaciones y actos de violencia es muy preocupante, porque se están tomando represalias contra quienes no comparten con posiciones ultraderechistas y esto no se puede seguir dando en un marco de democracia.

Constituyente en jaque

Dirigentes regionales de Sucre encabezados por la alcaldesa Aydeé Nava, solicitaron la mediación de la Iglesia Católica en el conflicto que mantienen con el gobierno nacional por su reclamo de que la ciudad vuelva a ser sede de gobierno.

La directiva de la Asamblea, el pasado 6 de septiembre a raíz de choques entre estudiantes y pobladores de la ciudad con la policía, determinó el cierre de las sesiones de la Asamblea Constituyente.

El debate de capitalidad, es también hoy el estandarte que lleva la oposición y el aire se enrarece alrededor de la Asamblea Constituyente, bajo el paraguas del Comité Cívico Cruceñista, atizando la demanda del traslado de la sede del gobierno nacional desde La Paz hasta esa ciudad.

Así es como los enemigos del pueblo han logrado introducir en la Constituyente elementos ajenos a las transformaciones de fondo del Estado, las autonomías y la reciente capitalidad plena para Sucre.

Si no se abandonan las posiciones intransigentes e irreconciliables de los dirigentes cívicos de los departamentos de La Paz y Sucre que se disputan la sede de gobierno, la Asamblea fracasará. Entonces todos habremos de asistir a su entierro.

Llamado al diálogo y a la responsabilidad

De hecho, el presidente Evo Morales reiteró su convocatoria al diálogo para resolver el tema de la capitalidad, lo que demuestra que hay voluntad de canalizar el conflicto. Pero a los sectores conservadores no les alcanza: prefieren los palos y el secesionismo. Pero ellos están huérfanos, no cuentan con el apoyo popular. En respuesta a sus trajines conspirativos para estos días, la Agencia de Noticias Prensa Latina informó la celebración de una Cumbre de los movimientos sociales y la propuesta de un comisión de alto nivel para destrabar la Asamblea Constituyente.

La movilización de los indígenas y otros sectores sociales es permanente y se han declarado en garantes de la asamblea. «Para nosotros, la Constituyente es la vida o la muerte. Por eso hemos perdido vidas. Todo el mundo en Bolivia sabe lo que ha pasado. Quienes quieren que fracase la Asamblea es el grupo de poder político, económico y social que ahora no quiere los cambios profundos, los terratenientes, grandes empresarios y latifundistas del oriente», dice Damian Condori secretario ejecutivo de la Federación Unica de Campesinos de Chuquisaca.

Los diversos medios de prensa internacional sobredimensionan al hacer eco de los conflictos que se ventilan en Bolivia, mostrando al gobierno de Evo Morales en un callejón sin salida y reclaman -en sus relatos- respeto a la democracia, a la institucionalidad y a la paz social. Los enfrentamientos en Sucre no pueden ser comparados con el febrero negro ni con los guerras del agua y gas, que provocaron la caída de Goni Sánchez de Lozada y Carlos Mesa.

Ningún cambio será gratuito, todo cambio implica dolor

‘Son -decía el presidente de la Comisión de Visión de País, el constituyente Félix Cárdenas- fricciones necesarias, en la defensa de hacer respetar nuestros derechos. Hay que asumir que ningún cambio será gratuito, todo cambio implica dolor, de lo que se trata es de que sea lo menos doloroso posible» añadió.

Cárdenas sostiene que la Asamblea Constituyente no es un té piñata donde en nombre de que todos somos bolivianos nos repartimos besos, abrazos, dulces. No. «En la Asamblea estamos gentes que defendemos los intereses y las aspiraciones de los pobres, los excluidos, de los que no tiene trabajo hoy ni lo tendrán mañana y también están gentes que defienden los intereses de los oligarcas, de los terratenientes de aquellos que detentan 100.000 hectáreas de tierra adquiridas ilegalmente en los gobiernos militares mientras los campesinos apenas tienen dos o tres hectáreas.

«¡Miren ustedes! Los vencidos el 18 de Diciembre ponen ahora sus condiciones a los vencedores, las minorías nunca pueden condicionar a las mayorías…»