Recomiendo:
0

Movilización contra el saqueo y la contaminación

La deuda interna ambiental

Fuentes: Prensa de Frente

Decenas de organizaciones políticas, sociales y culturales marcharon a Plaza de Mayo para reclamar por los derechos ambientales. Originalmente, la medida estaba convocada por la Asamblea de Gualeguaychú pero, además de la participación de miles de asambleístas que viajaron desde Entre Ríos, la convocatoria incluyó agrupaciones de Catamarca, San Juan, Chubut y Buenos Aires, entre […]

Decenas de organizaciones políticas, sociales y culturales marcharon a Plaza de Mayo para reclamar por los derechos ambientales. Originalmente, la medida estaba convocada por la Asamblea de Gualeguaychú pero, además de la participación de miles de asambleístas que viajaron desde Entre Ríos, la convocatoria incluyó agrupaciones de Catamarca, San Juan, Chubut y Buenos Aires, entre otras provincias.

El repudio a la instalación de las pasteras se manifestó en un documento entregado en la Casa de gobierno, en donde se agregaban detalladas todos las problemáticas de las distintas organizaciones. Omar Zamora, de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Colón, Entre Ríos, afirmó: «No queremos que nos contaminen el río, no le tenemos miedo a La Haya. Independientemente de la medida cautelar, que la perdimos, creemos que por más tribunal internacional subordinado a los intereses económicos que exista, no se puede fallar en contra, porque la violación es alevosa, la violación al tratado está».

Una de las principales consignas de la marcha fue el rechazo a los emprendimientos que contaminan, agreden y destruyen la vida de pueblos y comunidades enteras. En cada territorio la problemática es distinta, pero todos las organizaciones coincidieron en la importancia de converger en una acción común y numerosas agrupaciones de Capital y Gran Buenos Aires se acercaron en solidaridad con la lucha contra la contaminación que se viene llevando adelante principalmente en el interior del país.

En La Rioja, por ejemplo, tal como explicó Gabriela Romano, de la Asamblea de Ciudadanos por la vida de Chilecito, se unieron con los vecinos Autoconvocados de Famatina para luchar contra el sistema minero de explotación a cielo abierto con cianuro en el cerro Famatina y evitar la instalación de la Barrick Gold, una empresa multinacional de origen canadiense que ya ha iniciado las exploraciones.

Normando Ocampo, secretario general de Ate de Chilecito e integrante de la Coordinadora de la Asamblea Ciudadanos por la vida, sostuvo: «La mina fue promocionada por el gobernador Angel Maza, quien acordó en Toronto con la Barrick Gold la instalación en el cerro Famatina, que ya fue explotado por los ingleses a principios del siglo pasado. El despojo en este caso es evidente: como testigo quedó un cablecarril que ni siquiera sirve para el turismo».

El Centro Vecinal de Punta Lara lleva más de tres años luchando en contra del depósito de basura del Ceamse que está en Ensenada, camino a Punta Lara. Ha logrado que a fines del año que viene el Ceamse se retire de Punta Lara y ponga en marcha políticas que reviertan la contaminación que produjo allí para los próximos 50 años. Desde el Centro Vecinal aseguraron que esta es una lucha de conjunto contra las empresas multinacionales, porque son las que ‘no solamente se llevan las ganancias de nuestro país, sino que además lo hacen a costa de nuestra contaminación».

Martín Nunziata, integrante de la Asamblea del Delta y Río de la Plata, explicó que vienen hace años reclamando obras de saneamiento: «El Río Reconquista le aporta el 30 por ciento de la contaminación al Río de la Plata, los gobiernos pasan y la situación empeora. Ya nos han estafado. La última vez que hicieron obras se comieron 400 millones de dólares. Empezaron con Duhalde en 1996 y terminaron en un desastre en el 2001».

Otro de los conflictos que se expuso fue el de Catamarca, en donde la empresa minera La Lumbrera viene destruyendo los recursos básicos de varias comunidades. Urbano Cardoso, integrante de Vecinos Autoconvocados por la vida de Andalgalá, explicó: ‘Luchamos contra un monstruo que nos envenena todos los días. Hace un año ordenaron tapar los canales donde se están secando plantas de 80 años de vida para que la población no viera que cada vez hay menos agua. Minera Lumbrera está sacando hoy 100 millones de litros de agua, todos contaminados. Somos los pueblos de Santa María, Belén y Andalgalá los que estamos en las peores condiciones. Ahora somos nosotros o ellos. En cualquier momento el pueblo explota».