A mediados del mes de mayo, desde una propuesta de Ley archivada en el parlamento cuyo contenido había sido relegado a segundo plano en la coyuntura política de Bolivia, la agrupación de Tuto Quiroga, PODEMOS, reabrió la propuesta de Ley de Convocatoria al Referéndum Revocatorio y marcó una nueva agenda nacional y departamental en el […]
A mediados del mes de mayo, desde una propuesta de Ley archivada en el parlamento cuyo contenido había sido relegado a segundo plano en la coyuntura política de Bolivia, la agrupación de Tuto Quiroga, PODEMOS, reabrió la propuesta de Ley de Convocatoria al Referéndum Revocatorio y marcó una nueva agenda nacional y departamental en el debate público y accionar político.
PODEMOS hizo algo que nadie esperaba, ni consideraría necesario hacerlo. Desempolvó el proyecto de Ley de Referéndum Revocatorio propuesto por el ejecutivo y lo sancionó sin ninguna modificación. (incluyendo un error de fecha)
El asunto fue muy rápido y el presidente Evo Morales, el 12 de mayo promulgó la Ley sin poner trabas. Así tomándole el guante al adversario político no cuestionó argumentos ni razones para entrar en batalla desde una Ley cuyo contenido había sido ya discutida entre los parlamentarios del MAS y significaba ventajas a favor del presidente y vicepresidente frente a los nueve prefectos.
Aceptado el reto, PODEMOS empezó a recibir las mas duras críticas de los bandos afines a los prefectos y contrarios al gobierno, los líderes de opinión mediática «zozobrados» ante semejante desacierto de la oposición en el parlamento, no se cansaron de gritarles ¡Traidores a las causa de las autonomías departamentales! y como se espera en estos casos, la izquierda festejó este inexplicable mal paso de PODEMOS. Pero los senadores de PODEMOS; estoicamente resistieron las críticas de sus propios allegados y las burla de sus opositores. ¿Alguien se preguntó en algún momento por qué lo hicieron?
Entre críticas y burlas todo lleva a ver que los líderes de PODEMOS fueron explicando sus planes a líderes claves y confiables. Como resultado de explicaciones, los prefectos aceptan públicamente ir al referéndum revocatorio. Con ese paso dado, el actual escenario político se puede leer desde las siguientes certezas.
· La sociedad civil y los movimientos sociales ya están movilizados y en campaña para revocar a los prefectos de la media luna, Cochabamba y La Paz.
· El prefecto de Cochabamba no acepta la ley de convocatoria al referéndum y advierte finalizar su gestión de prefecto.
· Costas, Cossio, Suárez y Fernández aceptan ir al revocatorio, pero no dicen qué aceptarán el resultado. Es decir que dejan abierta la posibilidad de demandar la inconstitucionalidad del referéndum revocatorio.
· PODEMOS abre un nuevo frente de conflicto en el parlamento con la propuesta de modificación a la Ley de Convocatoria al referéndum Revocatorio, además de las trabas que ya va poniendo para elegir nuevos vocales a la Corte Nacional Electoral al grado de amenazar y chantajear. (esto debía sancionarse desde la comisión de ética)
· Los cívicos Prefectos agrupados en el CONALDE no respaldan la Ley de Referéndum Revocatorio, piden su modificación y amenazan con movilizaciones en demanda de la recuperación del IDH, entre otros.
· CONALDE presenta una propuesta donde excluye al Vicepresidente de la República del Referéndum Revocatorio, esto con miras a generar susceptibilidades al interior del gobierno y desquebrajar la dupla Evo – Alvaro.
Con esta configuración los próximos escenarios posibles y estimados favorables para la oposición serían:
· Presidente y vicepresidente acompañan las movilizaciones de los movimientos sociales para su ratificación.
· El prefecto de Cochabamba mantiene su propuesta de no someterse al resultado del referéndum esperando a que otros departamentos se le sumen. (esto ya está planificado, sólo se espera definir el momento mas propicio y necesario)
· Costas, Cossio, Suárez y Fernández y sus operadores políticos marcan elementos que pongan en duda la idoneidad de los resultados que emita la Corte Nacional, la prensa reaccionaria juega el rol mas importante inventado historias al grado de insinuar fraude en la carnetización de niños y en la duplicidad de números de carnet de identidad.
· Movimientos cívicos afines a las prefecturas, llaman al desacato del referéndum revocatorio y se movilizan contra el centralismo que quiere «destruir las autonomías departamentales». Posesionan el enfrentamiento necesario entre el centralismo y las autonomías departamentales.
· La reacción y los grupos de choque del CONALDE atrincheran sus posiciones en las prefecturas y los convierten en sus cuarteles generales (Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba).
· La violencia se generaliza, y el CONALDE junto a Fhilip Golberg eligen el mejor escenario para impulsar y radicalizar la Guerra de Baja Intensidad. Tentativamente centrado en el departamento de Cochabamba.
Visto de esta manera el conflicto político (y dado los escenarios posibles, pero no definitivos), tenemos que concluir que aquel momento en que los parlamentarios de PODEMOS, sancionaron la propuesta de la Ley del referéndum revocatorio no estaban con resaca de la borrachera (de la noche anterior), como insinúo algún diputado, y si lo estaban, no queda duda que fue en esta «borrachera» que culminó la persuasión de empezar con un nuevo ciclo de jugadas sacadas de una cátedra militar en la guerra de baja intensidad.
Permítanme, pero yo me resisto a ver que el nuevo escenario político se esté generando desde una chambonada infantil de PODEMOS. ¡Nadie da tanta ventaja ni es tan estúpido! Menos los viejos políticos asesorados por el Imperio norteamericano. Solo se da ventaja si esa se la va ha recuperar en un tiempo estimable o la ventaja es una carnada para imponerle al gobierno escenarios violentos que le lleven al desgaste político y reduzca la intensidad de sus transformaciones económicas y sociales.
PODEMOS, o mas bien Tuto Quiroga ha retomado la estrategia de polarizar el enfrentamiento político, recordemos que el 2005 esa fue su bandera de lucha estratégica con el fin de captar los votos de las otras fracciones de derecha. En un momento propuso que el UN (Unidad Nacional) y las otras fuerza políticas se retiren de la contienda para que las elecciones sean definidas sólo entre el MAS y PODEMOS. Fue una postura antidemocrática sin repercusiones trascendentes, pero que ahora sometida a ajustes y a un nuevo contexto se muestra factible y favorable.
Desde la nueva correlación de fuerzas, y la nueva configuración que la oposición viene trazando es predecible estimar jornadas de violencia callejera (incontrolable por la policía) durante el cambio de prefecto en Cochabamba, y será más fuerte si el cambio se extiende a otros departamentos. Sabemos que Rubén Costas, Suárez, Fernández y Cossio, prefectos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, van al Revocatorio confiados en su victoria, y con el apoyo de grupos de choque e instituciones con capacidad de convocatoria, para que en caso de perder el referéndum revocatorio, ellos salgan a las calles a negar a la democracia existente y desconocer el resultado del referéndum. El resultado de esta fase es incitar a la violencia y al desacato. Esto puede incluso darse antes del 10 de agosto. Estamos concientes que la prensa reaccionaria esta jugando el papel de «campanas de catedral» que alertarán, prepararán y anunciarán las jornadas de movilización.
La violencia tiene por objeto desgastar al gobierno, tiende a volcar la balanza hasta ahora favorable al gobierno. El acuerdo para los bandos en conflicto, en escenarios de violencia, puede ser el acorte de la gestión del presidente. Repetir lo de la UDP, o una agudización de los enfrentamientos hacia la guerra civil. En ambas situaciones Tuto Quiroga se proyecta como líder fiel al imperio; el imperio interpondrá sus mejores oficios ante CONALDE a favor del arrogante y perverso político reaccionario para que sea llevado a la cabeza del proyectado escenario electoral o guerra civil.
La secuencia de hechos políticos jamás ha sido lineal, pues están expuestos a factores diversos y predicciones basadas en un cuerpo de posibilidades, pero si los estrategas políticos del gobierno se mueven pensando únicamente en el «Error de PODEMOS » pueden perder su favorable posición política en menos tiempo de lo previsto por las fuerzas reaccionarias. Corresponde en este caso «defender la ventaja y reforzar el avance democrático»
Confiamos en que el pueblo pueda prevenir y trabajar para mantener el estado de cambio y de pacificación, prediciendo y oponiéndose a los escenarios de violencias que busca la reacción.
Detener el plan del imperio.
El espíritu democrático de la sociedad civil, de obreros, campesinos, clases medias, empresarios progresistas, militares patriotas y otros sectores debe imponerse a los planes genocidas del imperialismo y de la trampa a la que ha estado empujando PODEMOS desde su construido error de la sanción del referéndum revocatorio.
Es vital que se respete los resultados del Referéndum Revocatorio y darle la medicina que se merece al mentiroso y nefasto aliado de las transnacionales. La crisis del pueblo boliviano no será superada con una guerra civil o con enfrentamientos callejeros entre bolivianos. La violencia es la estrategia para que el imperialismo recupere su hegemonía en América Latina con participación de gobernantes títeres. No la de los pueblos que buscan mejores días, soberanía y audeterminación.
Desde la actual configuración política se debe contrarrestar al imperialismo y a sus operadores políticos, para que los promotores armamentistas y políticos racistas y amantes de la muerte no arrastren a la ciudadanía a un enfrentamiento entre bolivianos o a una guerra civil. Seguir alerta a todo signo que delate la mentira del «error de podemos» de manera que no sea antesala de la intromisión imperialista en América Latina y particularmente en Bolivia
Es criterio generalizado que el plan imperial busca interrumpir el proceso constitucional de Bolivia, y eso también demanda una postura crítica al respecto donde mínimamente se entienda que el proceso constituyente pueda ser enriquecida desde el debate normado, con un sentido de análisis explorativo del derecho positivo existente. Esto es en definitiva el apego al derecho positivo y a la institucionalidad para encarar sus deficiencias y contradicciones a favor de los cambios revolucionarios desde una mayor inclusión y participación ciudadana. Eso es diálogo y no violencia. La violencia solo da la palabra a los bandos militarizados, a milicias organizadas; y la voz de los ciudadanos con derechos se acalla. Por esa razón altamente democrática la violencia diseñada por el imperio, CONALDE y PODEMOS debe ser negada por el pueblo boliviano.
Es deber democrático no prestarnos a ser fichas de un tenebroso plan. Sea cual sean los resultados del referéndum, es necesario someternos críticamente a ellos y a los establecido en las normas que respondan a ese fin.