Ha pulverizado con todos los supuestos conductores de Octubre. Cuando las organizaciones sindicales sufren una crisis interna de conducción, las juntas vecinales toman su lugar en la defensa de los recursos naturales. Condepa al controlar a sus dirigentes adormeció a la organización que inicio la lucha para que El Alto tenga su universidad. El Alto, […]
Ha pulverizado con todos los supuestos conductores de Octubre. Cuando las organizaciones sindicales sufren una crisis interna de conducción, las juntas vecinales toman su lugar en la defensa de los recursos naturales. Condepa al controlar a sus dirigentes adormeció a la organización que inicio la lucha para que El Alto tenga su universidad.
El Alto, Mar. 2.- En los inicios del Siglo XXI, utilizando el paro cívico indefinido, la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) ha protagonizado tres hechos considerado históricos para El Alto que a comenzado con la derrota de los formularios Maya y Paya que fue impuesto por el actual alcalde José Luis Paredes, la defensa del gas cuyas jornadas de lucha concluyó con la caída del ex presidente de la República Gonzalo Sánchez de Lozada.
Creada con el antecedente del Consejo Central de Vecinos que se fundó en 1957 y reconocido como federación en 1979, agrupa en su interior a más de 550 juntas vecinales que están distribuidos en nueve distritos.
La Fejuve que fue aletargada por el control de los partidos políticos que dominaron la Alcaldía, especialmente por Conciencia de Patria (Condepa), en Septiembre, Octubre y Enero retorno a su vieja combatividad, donde las autoridades del gobierno central y municipal temblaban frente a su movilización.
La lucha contra el Maya y Paya, la defensa del gas en octubre y la lucha por echar a la transnacional Aguas del Illimani, hicieron recobrar a la entidad su rol de vanguardia de El Alto y del país.
Hasta ahora, en toda la historia del país, la Fejuve tiene inscrito su nombre en la memoria de los hombres como la entidad que encabezó la caída del mayor símbolo del neoliberalismo en Larinoamerica, Gonzalo Sánchez de Lozada.
La máxima organización de las juntas vecinales que ahora se da el gusto de encabezar el movimiento social que inclina la balanza de la oligarquía que trata de conducir el país desde Santa Cruz, superando en las propuestas y el poder de la articulación a la propia Central Obrera Boliviana (COB), es la indiscutible dirección del movimiento social de los alteños.
FACTORES A FAVOR
De acuerdo a las convocatoria que tienen, la Central Obrera Regional (COR), la Fejuve, la Federación de gremiales y la Federación de Padres de Familia (Fedepaf), son consideradas como las entidades más importantes de El Alto. Sin embargo, una exagerada dependencia de los dirigente de la Fedepaf de la comuna alteña, una abierta pugna de protagonismo entre dirigente den la COR y una acción que se limita a defender los intereses de su sector en los gremiales, le dan ventaja a la Fejuve para que se constituya en la organización que engloba todas las demandas de los alteños.
En el pasado siglo, la Fejuve en la década del 80 se constituyó en la organizaciones que decide el rumbo de El Alto. Entonces la organización tenía la capacidad de sacar alcalde y autoridades. Sin embargo, el 90 bajo el control de Condepa, los dirigentes se olvidaron del rol de la Fejuve para centrar sus acciones bajo sus intereses. Muchos de los dirigentes se convirtieron en funcionarios de los alcalde de Condepa.
Hasta la pasadas gestión de Severino Mamani, que formó parte del Consejo de Desarrollo Institucional (CDI) de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), la organización fue intrascendente porque una parte de sus dirigentes, sólo satisfacían sus intereses personales.
A partir de septiembre de 2002, con la articulación de presiones para derogar los formularios Maya y Paya, la Fejuve comenzó a recuperar su credibilidad en su fuerza, la cual fue probada en las jornadas de octubre y ratificada en enero y marzo de este año.
LUGARES ESTRATEGICOS
Tras la aprobación del decreto 21060 en la gestión del ex presidente de la República, Víctor Paz Estensoro, los fabriles pusieron en prueba el bloqueo en los sitios que se constituyen hoy en lugares estratégicos de paralización del transporte.
Por entonces, los fabriles de las fábricas PIL, Fanviplan, Coca Cola, Oriental, Fanda y otras industrias formaban piquetes en la ex tranca de Río Seco. En tanto, el cruce a Villa Adela, salían los obreros de Acribol, Inti, Arando, Inboltex, Inbolsa y otras fábricas. Finalmente, en la carretera a Oruro, a la altura del cruce a Achocalla, los fabriles de Induvar, Inmetal, Hilbo, Stege y Orbol, bloqueaban la vía.
Esos lugares estratégicos que fueron usados por los fabriles, en octubre, enero y actualmente, siguen siendo neurálgicos.
EL ALTO REDUCTO DE LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA
El Alto que en el pasado fue considerado como una barrio más de la ciudad de La Paz, hoy con sus más de 700 mil habitantes y que está considerada como una de las poblaciones más pobres de Bolivia, se ha constituido en un nuevo centro de defensa de la soberanía del país, donde sindicalistas y políticos de izquierda acuden para aprender de la unidad y fortaleza de lucha que tienen.
Una de las ciudades más pobres de Bolivia acaba de dar otra lección de dignidad en la defensa de la soberanía y de los recursos naturales: que es posible en base a la unidad doblar el brazo a un gobierno sin cegar ninguna vida.