En un clima caldeado por la cercanía del referéndum autonomista de Santa Cruz -previsto para el 4 de mayo-, la Iglesia boliviana llamó ayer «vehementemente» al diálogo y anticipó un escenario de confrontación violenta si los sectores enfrentados no abandonan sus posiciones radicales. Luego de su reunión anual en Cochabamba, la Conferencia Episcopal presidida por […]
En un clima caldeado por la cercanía del referéndum autonomista de Santa Cruz -previsto para el 4 de mayo-, la Iglesia boliviana llamó ayer «vehementemente» al diálogo y anticipó un escenario de confrontación violenta si los sectores enfrentados no abandonan sus posiciones radicales.
Luego de su reunión anual en Cochabamba, la Conferencia Episcopal presidida por el cardenal Julio Terrazas expresó su preocupación «por el distanciamiento entre regiones, clases sociales y etnias, la polarización ideológica y la influencia de sectores radicales que obstaculizan el proceso de diálogo y consenso, lo que podría desembocar en confrontaciones con consecuencias imprevisibles de dolor y muerte», según un documento leído por el secretario de la Conferencia Episcopal, Jesús Juárez.
Un día antes, la reunión de la curia con los gobernadores de las cuatro regiones rebeldes no arrojó resultados y el líder cruceño Rubén Costas anunció que la consulta del 4 de mayo -seguida en junio por las de Tarija, Beni y Pando- no tiene vuelta atrás. «El referéndum va, nadie tiene autoridad para pararlo, es un proceso revolucionario. El diálogo tiene que ser después del 4 de mayo», enfatizó. Días atrás estuvieron en Bolivia los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana, y de Brasil, Celso Amorim, pero la mediación internacional parece lejos de prosperar.
Las encuestas anticipan elevados porcentajes de votos por el Sí al estatuto autonómico cruceño, considerado separatista por el gobierno, que otorga al gobernador la atribución de manejar la política de tierras sin injerencia del Estado central. Entretanto, el Ejecutivo no logra definir una estrategia frente a la consulta.
Entre denuncias cruzadas y llamados al diálogo, el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, advirtió que los líderes cruceños están cometiendo el delito de sedición y anunció que acudirá a la fiscalía para pedir su procesamiento. Los movimientos sociales afines al oficialismo se dividen entre los que llaman a movilizarse y los que anuncian que implementarán la resistencia pasiva a la consulta en las áreas rurales de Santa Cruz.
Con todo tipo de rumores como mar de fondo, algunos jefes militares habrían anticipado que no seguirán al gobierno si éste intenta una salida de fuerza frente a los referendos.