La industria cultural de EEUU ha hecho una larga lista de peticiones a su Gobierno para proteger su propiedad intelectual. Quiere que se instale programas espía en los ordenadores, que los operadores filtren los contenidos y ralenticen la conexión y que se vigile a los países que no cuiden de sus productos en Internet. En […]
La industria cultural de EEUU ha hecho una larga lista de peticiones a su Gobierno para proteger su propiedad intelectual. Quiere que se instale programas espía en los ordenadores, que los operadores filtren los contenidos y ralenticen la conexión y que se vigile a los países que no cuiden de sus productos en Internet.
En una carta enviada a finales de marzo, y revelada hoy por la Fundación Fronteras Electrónicas (EFF), las industrias del cine, la música, la televisión y otras, piden al Coordinadora para la Protección de la Propiedad Intelectual de Estados Unidos, que depende de la Oficina del Presupuesto, hasta cinco medidas concretas para perseguir tanto las descargas en Internet como la piratería de sus obras.
Una primera medida, que dicen sería fácil de implantar, es la de instalar, con la colaboración de los operadores, un programa en el ordenador de los usuarios para fiscalizar su contenido. Como dicen en la EFF: «Instalar software que constantemente escanee nuestros ordenadores e identifique, y quizás borre, archivos» que puedan violar su propiedad intelectual. La industria dice que se podría aprovechar la tecnología de los actuales antivirus para hacerlo.
La carta, que es una respuesta a una consulta pública del Gobierno de EEUU sobre propiedad intelectual, va subiendo de nivel. Una segunda sugerencia que hace la industria es la de obligar a los operadores y gestores de redes a tomar el papel de policías culturales. Así, piden la instalación a nivel de red de tecnologías de filtrado. Estas podrían establecerse en el rango del protocolo (para bloquear los usados en el P2P, como el ed2k) o mediante marcas para detectar archivos sujetos a derechos de autor. No descartan tampoco la ralentización de la velocidad de determinados servicios.
Al FBI, encargado en EEUU de proteger la propiedad intelectual, le piden un esfuerzo extra. Los días previos a los estrenos solicitan un despliegue de fuerzas para impedir que alguna copia acabe en Internet. Piden también la implicación del Departametno de Justicia y el de Seguridad Interior.
Un cuarto punto se adelanta al ACTA, el acuerdo secreto que negocia EEUU con varios países y la Unión Europea para proteger su propiedad intelectual. Una de sus provisiones establecerá mecanismos de control en las fronteras para evitar el paso de productos falsificados. «Las autoridades de aduanas deberán ser instruidos para que se esfuercen en la educación al público en tránsito y a los que entran en Estados Unidos sobre estas cuestiones», dice la carta.
Por último, la industria cultural mira al exterior. «El Gobierno debe desarrollar un mecanismo para identificar aquellos sitios on-line que destaquen por provocar o facilitar el robo de la propiedad intelectual», dicen. El objetivo sería facilitarle el trabajo en la confección de la lista Special 301 que, como ellos mismo definen, «lrecoge los países que fallan en proveer la adecuada y efectiva protección a los dueños de derechos de propiedad intelectual de Estados Unidos».
La EFF recuerda que sólo se trata de una especie de carta a los Reyes Magos. «Pero revela buena parte de la visión que la industria del entretenimiento tiene del siglo 21: menos privacidad (con los ciudadanos participando en su propia vigilancia), una Internet menos neutral y agentes federales ejerciendo de fuerza bruta para proteger los beneficios de los éxitos del verano», denuncian.
http://www.publico.es/ciencias/306063/deseos/hollywood/acabar/pirateria