Recomiendo:
0

Entrevista a Guillermo Pacagnini, secretario general de CICOP y dirigente del MST

«La izquierda o quiere hacer algo grande, o se conforma con sacar un diputado más o menos»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Los trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires hoy están de paro. G.P.: Así es. Estamos de paro 48 horas, hoy es la segunda jornada, por la apertura de paritarias. Nos deben todavía el cierre de 2018 y estamos en junio y todavía no tenemos convocatoria. María Eugenia Vidal nos está […]

M.H.: Los trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires hoy están de paro.

G.P.: Así es. Estamos de paro 48 horas, hoy es la segunda jornada, por la apertura de paritarias. Nos deben todavía el cierre de 2018 y estamos en junio y todavía no tenemos convocatoria. María Eugenia Vidal nos está utilizando como variable de ajuste a los trabajadores de la salud y a la salud porque en realidad somos el insumo fundamental alrededor del cual se vertebra el sistema público en la provincia. Estamos reclamando un aumento de salario, mejora de las condiciones laborales y presupuesto para que el sistema funcione.

M.H.: Te presenté como dirigente del MST (Mov. Socialista de los Trabajadores) y tengo entendido que estás participando de las reuniones donde se está discutiendo una posible coincidencia electoral entre el FIT y el MST. ¿Qué nos podés comentar al respecto?

G.P.: Primero que aun no habiendo ningún tipo de acuerdo creo que es un dato de la realidad muy positivo que se estén realizando estas reuniones. La verdad que nosotros hace mucho tiempo que venimos planteando que falta la unidad de toda la izquierda obrera, socialista, anticapitalista y venimos haciendo distinto tipo de planteos y lamentablemente no venían teniendo eco.

Yo creo que en la situación en la que estamos la unidad de toda la izquierda es una necesidad y además es una posibilidad. Nos van a llevar nuevamente a una trampa polarizante entre Macri, que no hace falta explicar demasiado quién es, creo que con los datos económicos, sociales y políticos a la vista está claro que se está hundiendo el país, los trabajadores, las mujeres, la juventud; ahora, el tema es que nos quieren volver a colocar una falsa alternativa o un caballo de Troya con una cabeza relativamente simpática como podría ser Cristina, y con otra que es Alberto Fernández que refleja la necesidad de hacer buena letra con las corporaciones, el establishment, el FMI y adentro del caballo de Troya creo que nos vamos a encontrar hasta con Christine Lagarde porque ya han anunciado acuerdos por la deuda. Es para que nada cambie.

En ese marco hace falta más que nunca que los trabajadores, las mujeres, la juventud, las disidencias tengan una alternativa y en ese sentido creo que es importante. En cuanto a cómo estamos, en primer lugar necesitamos acordar un programa. Yo creo que desde ese punto de vista no habría mayores problemas, creo que tiene que ser un programa que responda a las necesidades actuales de los de abajo, los trabajadores; y también más estratégicas. Por eso tiene que ser de ruptura con el modelo actual, anti capitalista, que plantee responder a la coyuntura en cuanto a la prohibición de despidos y suspensiones, la estatización de toda empresa que cierre o despida, el tema de anular los tarifazos, aumento general de salarios indexados de acuerdo a la inflación.

Todo eso, pero después con medidas más de fondo como parar el drenaje de plata que se va fuera del país nacionalizando la banca y el comercio exterior, rompiendo con el FMI y dejando de pagar la deuda para volcarla a las necesidades, en primer plano, la creación de trabajo y, en segundo lugar, salario, salud, educación, etc. Creo que serían los primeros puntos y que no habría mayores problemas con esto.

Tiene que ser un programa que responda a la revolución feminista que está a la orden del día por demanda de las mujeres y las disidencias que hay que colocar en un lugar que en general todos los políticos del sistema, hasta los que presuntamente van a disputar esta polarización, no van a responder, como el tema del aborto, los presupuestos para la violencia de género, etc.

El tema es cómo se hace esa integración política desde quienes tienen la responsabilidad mayor ante esto que es el FIT. El FIT ha reflejado que hay un sector que busca a la izquierda en el terreno más dificultoso que es el del voto. Pero es evidente que eso no alcanza, porque o querés hacer algo grande, entonces buscás mecanismos para integrar a todos los sectores de izquierda que hay, o te conformás con sacar un diputado más o menos y la verdad que es evidente que eso no alcanza. Porque los fenómenos pasan y el que no vea que esto progresa, va a empezar a darle la espalda.

En este marco de polarización sólo con el FIT no va a alcanzar, sobre todo cuando hay varias listas de izquierda, entre ellas la nuestra, la del MST. Entonces creo que hace falta unirse. Lamentablemente Luis Zamora ya ha dicho que no. El Nuevo MAS está planteando una posición ulitimatista que afirma que si no hay internas no hay unidad, con lo que da la impresión que no la quiere. Estamos hablando de pequeñas miserias de una izquierda que necesita ser renovada.

M.H.: Ustedes hicieron una alianza en la elección anterior con el Nuevo MAS.

G.P.: Hicimos la experiencia pero lamentablemente nosotros teníamos vocación para que eso se amplíe y desarrolle, pero volvimos a chocar con las pequeñeces. Hay un gran espacio para la izquierda, una gran necesidad de poner en pie una alternativa de izquierda y los actores se están mirando el ombligo. Eso es mezquino y es un gravísimo error político. El sectarismo es un gravísimo error como el oportunismo también lo es. En el oportunismo están los que dicen hoy «soy de izquierda pero apoyo a Fernández-Fernández». Eso es un barniz de izquierda para terminar en la derecha. Como aquel boxeador que amagaba con la izquierda y te pegaba con la derecha. Nosotros necesitamos una alternativa, pero hay que lograr una integración que nos contenga a todos y ahí estamos trabados. No hemos avanzado demasiado en las conversaciones y quedan pocos días.

M.H.: Hasta el 12 de junio.

G.P.: Es la semana que viene, necesitamos, no nosotros, los jóvenes, las mujeres, los trabajadores, los sectores que están reclamando en las calles, necesitan perentoriamente que esta unión se produzca, que dé un paso. Yo creo que va a tener un efecto multiplicador, una buena noticia si logramos un frente mayor que el FIT con el MST y otros sectores.

Hace falta un shock de inversión presupuestaria para enfrentar el desfinanciamiento en salud

M.H.: Mencionaste como reivindicación central la problemática salarial de los trabajadores de la salud de la provincia de Buenos Aires, pero tengo entendido que esos no son los únicos reclamos de Cicop. Con tu compañero Reynaldo Saccone, que es columnista de este programa una vez al mes, vamos siguiendo el deterioro que sufre la salud pública. Deterioro que por otra parte se agudiza, no se detiene, hay una especie de maquillaje político de parte de la Gobernadora Vidal con inauguraciones de salas de guardia, el SAME, pero con faltas muy grandes a nivel de infraestructura. Hay un solo tomógrafo funcionando en el área de La Plata y la situación del Hospital Posadas que prácticamente es terminal de acuerdo a lo que anunciaron sus trabajadores esta semana.

G.P.: En primer lugar el tema salarial no es menor, porque tiene una doble implicancia, por un lado la de cualquier trabajador que hace a su nivel de vida. Un profesional de la salud ingresante, de salario inicial está cobrando 27.600 pesos. Si tomas la canasta básica de consumo que utilizan los trabajadores del INDEC, ya hace dos meses estaba en 42.400 pesos. Imaginate el agujero que hay. Encima es una pirámide achatada, a los 10 años recién aumenta a un poco más de 30.000 y a los 15 años a 35.000 pesos. Es muy importante este tema porque de alguna manera el trabajador de la salud es el insumo principal del sistema.

Tiene una implicancia por el nivel de vida pero, por otro lado, tiene un impacto sanitario. Hoy está siendo dificultoso integrar recursos humanos nuevos por este motivo. Es decir, peleás para que liberen vacantes, autoricen a cubrir puestos en los lugares donde hace falta que son muchísimos y ahora está costando conseguir personal para cubrirlo, porque no es atractivo económicamente trabajar en el hospital público de la Prov. de Buenos Aires con este salario.

Por eso el salario tiene que ver. Ahora, por supuesto, la otra gran reivindicación que hace a las condiciones laborales y para poder atender a las personas es el presupuesto, la plata. Estamos con el nivel presupuestario más bajo de la historia y más bajo del país en la provincia, estamos en el 5,5% de toda la torta presupuestaria. Vidal le dedica un 5,5% del presupuesto total a la salud. Hay una corresponsabilidad de todos los gobiernos de los últimos 40 años, porque el presupuesto viene bajando desde ese entonces.

Antes de los ´90 teníamos un 14% de presupuesto. Todos los gobiernos, incluso el que ahora se presenta como recambio, parece haberse olvidado que fue un ajustador serial en salud, porque todo el último período de Scioli fue tremendo, igual que el anterior de Felipe Solá. Son parte del caballo de Troya del que hablaba antes dentro de la fórmula de los Fernández.

Entonces, se necesita una inyección presupuestaria, porque esto después se traduce en infraestructura edilicia, que está en un nivel crítico. Hablaste de los tomógrafos, pero ese es sólo un aspecto. En La Plata en los tres grandes hospitales, el Rossi, el de Niños y el San Martín, dejó de funcionar el tomógrafo, son los más grandes del centro político de la provincia; los cortes de luz son constantes, los hospitales no están blindados ante cortes eventuales y además tienen cortes internos por fallas de los generadores. Es un desastre el cableado que es de la época de Matusalén. Fue noticia que se terminó una operación a luz de celular. Un desastre.

Ese es un dato duro, si eso no es crisis qué lo es. Hace un tiempo se cayó un techo de una sala de recuperación cardiovascular. O, por ejemplo, llueve un poco más de la cuenta y el Hospital Paroissien de La Matanza se inunda. Incendios en el servicio de hemodiálisis del Güemes de Haedo, o el Oñativia que está funcionando como hospital de campaña porque se incendió un sector, evacuaron el hospital completo y nunca volvieron a la normalidad. Estos son algunos ejemplos de una situación dramática.

Acá hay que meter plata, después insumos y aparatos. Se trabaja sin stock, a mitad de año se termina y es un problema, entonces se empieza con el trueque entre hospitales cambiando material de uno a otro, cuando hay problemas con las importaciones, como ahora por el despelote económico general, como no hubo sustitución de importaciones cuando podría haberla habido porque hay capacidad para hacer producción interna de medicamentos, sueros y vacunas; podría haber incluso producción de descartables y, sin embargo, dependemos muchísimo de la importación que la encarece, pero hace que no esté blindado el sistema de salud en relación a esto.

Acá hace falta un cambio, un shock de inversión presupuestaria para enfrentar el desfinanciamiento, shock de inversión y un cambio radical en el tema de condiciones laborales para superar la desjerarquización del equipo de salud y eso se tiene que traducir en salarios, disminuir las posibilidades de exposición al riesgo, porque se están enfermando los trabajadores de la salud más que la media de la población por desgaste laboral, por stress crónico o «burn out».

Y después hay que superar la fragmentación, nosotros tenemos un sistema con 80 hospitales provinciales, 220 municipales y 1.500 unidades sanitarias y todo eso está absolutamente desarticulado. Hay que hacer un plan de salud y no de ajuste y eso arranca poniendo plata. No quieren abrir la paritaria porque no quieren abrir el espacio para que hagamos todos estos planteos, empezando por el salario y siguiendo por la inversión presupuestaria para todo lo demás.

Dicen que no hay plata. Es una vergüenza que la provincia más grande, la economía regional más fuerte, la que tiene campos, industria, uno de los cordones industriales más importantes del país, tiene todo para funcionar, el problema es que tiene un sistema impositivo regresivo, un nivel de endeudamiento récord que Vidal quintuplicó y extranjerizó. Ojo, el gobierno anterior también metió un endeudamiento tremendo, pero lo hizo de manera más indirecta porque era casi el 70% con la Tesorería nacional. De ahí después se pagaba deuda externa. Pero Vidal contrajo deuda externa directa, la provincia está hipotecada por 20 años. Se llenó la boca diciendo que iba a recuperar la coparticipación y, por supuesto, en los negociados con Macri retiró eso y negoció una actualización del Fondo del conurbano que es un premio consuelo porque no llega la coparticipación a la provincia, esa plata jamás fue a salario, ni a salud, ni a educación en la provincia.

También el sistema impositivo es absolutamente regresivo. Sacando plata de la deuda, haciendo un sistema progresivo, recuperando coparticipación sobra plata para dar vuelta la situación de la salud, lo mismo con la educación y todo lo demás. Pero es lo que no quieren hacer.

M.H.: El MST hoy realizó una movilización frente a la embajada de Brasil repudiando la presencia de Bolsonaro en Buenos Aires.

G.P.: Es malvenido. Creo que es un poco exponente del cercenamiento de derechos de los trabajadores, las mujeres, las disidencias. Es un oscurantista personaje que de alguna manera también es un emergente de la crisis del régimen político. Los países latinoamericanos tuvieron un proceso de mucha movilización y aires de cambio y los gobiernos que se pusieron al frente de estos reclamos o no fueron a fondo o terminaron retrocediendo siendo un impedimento para que estos procesos se desarrollen. Fijate cuál fue el curso que tomaron Ecuador, Venezuela y el mismo Bolivia a pesar de que sigue Evo Morales y, fundamentalmente, Brasil que ha retrocedido años luz en materia de derecho laboral, aunque todavía hay una pelea abierta. Hay un intento de cercenamiento de derechos en lo político importante, un régimen muy autoritario y en lo económico muy liberal, al servicio de la hegemonía imperialista en la región.

Viene a reunirse con Macri, creo que tienen una unidad ideológica y política muy importante y nosotros hicimos el acto para repudiarlos y en estos momentos estamos marchando junto con otras fuerzas de izquierda, entre ellas justamente las del FIT, con los que estamos en discusiones esperando arribar a buen puerto en la unidad de la izquierda. Estamos marchando a Plaza de Mayo en una columna rechazando la visita de Bolsonaro.

Creo que necesitamos unir y renovar la izquierda

M.H.: Espero que las reuniones para la unidad terminen exitosamente, nosotros siempre hemos insistido en esto, recuerdo cuando propusieron hacer una interna abierta.

G.P.: Es un mecanismo que seguimos reivindicando, lo que pasa es que no somos ultimatistas, pero podría haber sido un mecanismo para ayudar a la integración, aunque las fuerzas del FIT no lo ven así. Nosotros creemos que es cuestión de voluntad política.

M.H.: Siempre hemos manifestado que si el FIT tiene intenciones de tener una estrategia de poder en la Argentina tiene que abrirse a otras fuerzas, no solo de la izquierda, sino tiene que ampliar su espectro hacia movimientos sociales y otras expresiones no solo del campo político sino también sindical que muchas veces no están en un 100% dentro de lo que puede ser el programa más general. Pero creo que debería hacerse un esfuerzo en una síntesis de 4 o 5 puntos que de alguna manera nos representen a todos y podamos en el futuro no solamente conseguir la unidad electoral, sino más importante aún, la unidad en la lucha.

G.P.: Exactamente, fíjate qué contradicción, con una parte de las agrupaciones de izquierda y del sindicalismo combativo pusimos en pie el Plenario del sindicalismo combativo que ya va a cumplir casi un año de existencia. Es algo modesto pero un paso firme hacia la unidad de todo el clasismo. Con la agrupación sindical del PO, las agrupaciones sindicales de Izquierda Socialista, Rompiendo Cadenas y otros sectores. Aunque hay algunos sectores de la propia izquierda que no vienen, tampoco se pudo trasladar al terreno político.

El colmo de la contradicción fue el 1º de Mayo, hicimos una columna para plantear un programa alternativo el día del paro nacional, el 30 de abril, un paro sin programa, dividido, para señalar la necesidad de que haya un plan de lucha, que haya continuidad, y terminamos haciendo tres actos. Una ridiculez total. No hubo acuerdo para hacer un acto unitario. Lo planteamos con claridad, pero terminó el FIT por un lado, nosotros por otro y otros sectores por otro. La verdad, lamentable. Yo traigo el ejemplo del primer festejo del 1º de Mayo, festejo de día de lucha, en los albores del movimiento obrero donde socialistas y anarquistas que estaban en profundísimos debates, se pusieron de acuerdo para conmemorarlo y hacer un acto masivo y nosotros no lo pudimos hacer.

De verdad creo que necesitamos unir y renovar la izquierda. Como vos dijiste, que tenga vocación de poder y no sea solamente testimonial. La unidad en ese camino es fundamental. Esperemos que el FIT ayude a lograr esa unidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.