Al romper involuntariamente la manivela de una laptop de 100 dólares presentada en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), el secretario general de la ONU, Kofi Annan, expuso uno de los temores manifestados por los críticos de la máquina.
Annan presentó el prototipo de la computadora portátil, concebida como herramienta de educación para niños pobres del mundo en desarrollo, en una conferencia de prensa especial en Túnez.
Las coloridas máquinas son la clave de la iniciativa «Una laptop por niño», lanzada por Annan y por Nicholas Negroponte, director del Laboratorio de Medios Digitales del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), que creó la nueva computadora en colaboración con empresas de alta tecnología.
Las laptop, de color verde, pueden funcionar a batería o a manivela, ya que están pensadas para entornos sin acceso a recursos tan básicos como la electricidad. Serán financiadas principalmente con recursos nacionales y de donantes, sin costo para los beneficiarios, y se distribuirán a través de los ministerios de educación, anunció el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El acceso universal al conocimiento mundial sin limitación de costo, ubicación o posición social es un objetivo muy loable y nadie en la CMSI lo cuestiona, pero muchos expertos creen que hay mucho que hacer antes de distribuir las computadoras, por ejemplo resolver cómo serán reparadas y su forma de disposición final.
TerraViva dialogó acerca del programa «Una laptop por niño» con Ethan Zuckerman, cofundador de Global Voices (Voces mundiales), un proyecto de comunicación ciudadana sin fines de lucro del Centro Berkman para Internet y la Sociedad, de la Facultad de Derecho de Harvard.
El proyecto comprende un «blog» (http://www.bloglines.com/public/globalvoicesonline) donde se recopilan y publican mensajes de personas de todo el mundo, desde China hasta Senegal y Haití, sobre una amplia variedad de temas.
IPS: — Muchos habitantes de países en desarrollo apenas pueden alimentar a sus familias. ¿Cómo podrán mantener esta laptop de 100 dólares?
ZUCKERMAN: — La respuesta de Negroponte es que «la gente tiende a cuidar aquello que le pertenece», y pone como ejemplo que «la gente no lava los autos de alquiler». En realidad, el asunto es mucho más complejo. Ayer Kofi Annan estaba jugando con la computadora y rompió su manivela. Esperan que los niños establezcan talleres de reparación a medida que se familiaricen con las máquinas.
— ¿Los fabricantes de las máquinas las recibirán de vuelta para hacerles las reparaciones necesarias?
— Enviárselas de vuelta es una buena idea, aunque para eso se precisaría establecer puntos de recolección. Se deben plantear muchas más preguntas. Negroponte es eminentemente técnico, y ha hecho un gran trabajo al iniciar el diálogo.
— ¿Cómo se dispondrá de las máquinas, que tendrán a lo sumo cinco años de vida útil?
— Todas las baterías de computadoras tienen metales pesados. Joris Komen, de School Net (www.schoolnet.na, un proveedor sin fines de lucro de equipos informáticos, servicios y capacitación sobre Internet para escuelas de Namibia), está muy preocupado por esto.
Una de las preguntas a responder antes de que las laptop comiencen a circular es cómo nos aseguraremos de que no terminen en rellenos sanitarios y se transformen en residuos tóxicos. Se necesita más investigación sobre la sustentabilidad de estas computadoras.
— Dado que la actual producción mundial de laptop no llega a 50 millones, ¿es posible que las laptop de 100 dólares se fabriquen y envíen al ritmo que promete Negroponte, de 100 a 150 millones por año para 2007?
— Las computadoras deben fabricarse a ese ritmo para que se puedan vender a 100 dólares, porque cuesta tanto hacer un microchip como un millón. Lo más costoso es establecer la infraestructura de fabricación. Cuantas más máquinas se fabriquen, más baratas podrán ser. Esta computadora transformará el mercado mundial de laptops debido a la escala de su producción.
— ¿Dónde se construirán las computadoras?
— Deben construirse en enormes fábricas, probablemente en China. Otra pregunta sin respuesta es si se otorgarán licencias a fabricantes de países en desarrollo para producir la laptop.
— Muchos expertos en la CMSI han dicho que arrojar baja tecnología al mundo en desarrollo amplía la brecha digital. ¿No debería Occidente producir primero una computadora de 100 dólares para su propio consumo?
— Esta no es una laptop de baja calidad. Yo mismo podría utilizar un lector de libros a manivela. No se trata de arrojar lo que no sirve.
— En muchas regiones del mundo, por ejemplo en África subsahariana, mucha gente muere de hambre y enfermedades de fácil prevención, en su mayoría niños. ¿No debería darse prioridad al agua potable o a la vacunación en estas regiones?
— Por supuesto. Pero nadie dice que se deba elegir entre medicamentos para el sida y la computadora, entre el agua y la computadora, o entre ropa y la computadora. Este es un proyecto de educación básica. Negroponte espera poder convertirlo en un complemento de los textos escolares.
«Una laptop por niño» está negociando con cinco países (Brasil, China, Tailandia, Egipto y Sudáfrica) las condiciones de la distribución de hasta 15 millones de laptop de prueba. Además, el estado de Massachusetts, Estados Unidos, trabaja junto con el MIT en un plan para distribuir las computadoras entre sus escolares.