«Dominar las mentes mientras se endurecen los corazones» B. Brecht A tres años de la aprobación de la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual (LSCA), próximos al 7D, las lecturas economicistas priman por sobre otras; las practicas y las razones de los medios alternativos, comunitarios y populares, piden más que micrófonos y cámaras; y la […]
«Dominar las mentes mientras se endurecen los corazones»
B. Brecht
A tres años de la aprobación de la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual (LSCA), próximos al 7D, las lecturas economicistas priman por sobre otras; las practicas y las razones de los medios alternativos, comunitarios y populares, piden más que micrófonos y cámaras; y la posibilidad de pensar distintos sistemas.
A tres años de la aprobación de la LSCA, un tema que se desprende a la discusión es la relación entre Estado y Medios. Al respecto, Hernández /Postolski [1] , ambos docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dicen: «Numerosos ejemplos (…) se pueden citar sobre (…) la relación entre el Estado y los medios», y además aseguran que «una lectura lineal, simplista o estática no puede dar cuenta de la densidad que se juega en la comunicación como herramienta transformadora de la sociedad. »
Ahora bien, considerando los aportes docentes, cabría la posibilidad de repensar, entonces, que la función y el rol del Estado y los medios, en una sociedad dividida en clases, la actual, por definición, es poner a éstos a disposición de objetivos. En otras palabras, las de Armand Mattelart, es necesario asimilar cual es el desarrollo, «el modo en que las clases dominantes decodifican los productos culturales de las clases dominantes».
También habría que desarrollar, teniendo en cuenta la sugerencia de ver a «la comunicación como herramienta trasformadora de la sociedad», y definir cómo y para qué utilizar esa «herramienta». Más aun si tenemos presente el riesgo de la «saturación comunicacional», terminología utilizada por el periodista venezolano Modesto Emilio Guerrero. En el dilema sobre los Medios y sus fines, también brinda la posibilidad de pensar en una «estrategia comunicacional». Así llegamos al punto en que la comunicación como herramienta de trasformación de la sociedad cobra significado, cuando es puesta en función de una estrategia comunicacional; puesta la comunicación como objetivo estratégico «en el proceso (dice Guerrero) para construir una relación cualitativa (apoyado en lo cuantitativo) entre lo que se hace, lo que se dice y el objetivo del proceso.» [2]
Amor a la verdad
Tampoco es que Clarín miente, trabaja, simplemente, para sus objetivos, así como los mensajes gubernamentales lo hacen dentro del relato llamado Kirchnerista. Ahora bien, hasta aquí ninguna novedad. La «buena noticia» es que ambos paradigmas forman parte del capitalismo mediático en crisis, como dice el libro del Colectivo Lavaca, «capitalismo mediático: la construcción de poder basada en control, restringir y clasificar flujos de la información». Dicha lectura del sistema de medios se complementa con la investigación sobre las estructuras de medios en Cono Sur de Latinoamérica, hecha por de Mastrini y Becerra, en la que se destacan que (según la TV) «su propiedad y control se estructuró en familias con figuras patriarcales fuertes.» También exponen que se ha «transformado su oferta (…) en el mundo de la distribución y la difusión han sabido hacerse cargo de vetas importantes de producción nacional en terrenos de demandas locales fuertes (como la ficción televisiva)» [3] .
El escenario en Argentina se asemeja, salvo que en el acto las luces están puestas sobre la disputa del gobierno con el grupo clarín. El nuevo personaje en escena es Martín Sabattela, luego de la asunción al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). Ahora bien, la supuesta disputa solamente menciona e involucra a dos tipos de prestadores de servicio, según la dicha ley, Prestadores Privados Con Fines de Lucro (Clarín) y Sistema de Medios Público o Sociedad del Estado (gobierno). De dicha manera se está dejando por fuera a la voz del tan proclamado sector del 33% para las Prestadoras de Servicio Sin Fines de Lucro.
Respecto a definición «Sin Fines de Lucro», ya es de público conocimiento la crítica proveniente de los medios comunitarios, alternativos y populares. Pues, entienden que no son eso, dichos medios son actores sociales, son verdaderas «herramientas» de construcción social.
Hablar de un nuevo sistema de medios es de interés, puesto que también se abre la posibilidad de pensar otros sistemas que se yuxtaponen entre sí, como por ejemplo, el sistema habitacional (vivienda), con el sistema de salud (prevención y hospitales), sistema productivo y laboral (las formas de producir y distribuir la producción social), sistema educativo, etc., con la diferencia que el sistema de comunicación (de medios) oficiaría de autorregulador, en tanto que desde aquí se opina y se vigila al resto de los sistemas; pensar el sistema de medios es tener mayor contacto con el plano simbólico y con las idea de futuro.
Notas:
[1] http://www.pagina12.com.ar/
[2] Los cursivas son del original. En «12 Dilemas de la Revolución Bolivariana» (2010).
[3] «Estructura, Concentración y trasformaciones en los medios del Cono Sur de Latinoamérica» de Guillermo Mastrini y Martín Becerra (2011).
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