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La libertad de expresión, pensamiento y asociación, y las amenazas del vicepresidente

Fuentes: Rebelión

Es imposible quedar indiferente y guardar silencio frente a las afirmaciones y amenazas emitidas por el Vicepresidente Alvaro García Linera en contra de 4 ONG’s nacionales, porque entrañan el riesgo de conculcar los más básicos derechos a la libre expresión, pensamiento y asociación que toda legislación nacional e internacional reconoce en favor del conjunto de […]

Es imposible quedar indiferente y guardar silencio frente a las afirmaciones y amenazas emitidas por el Vicepresidente Alvaro García Linera en contra de 4 ONG’s nacionales, porque entrañan el riesgo de conculcar los más básicos derechos a la libre expresión, pensamiento y asociación que toda legislación nacional e internacional reconoce en favor del conjunto de la sociedad civil y sus organizaciones sociales.

Debe considerarse que más allá del gravísimo atropello y amenaza explícita que se ha hecho para cerrar y expulsar a prestigiosas y reconocidas ON’Gs nacionales (que se extiende al castigo y anulación de periodistas y medios de comunicación que se han conocido públicamente), no solo significa atentar contra aquellos elementales derechos mencionados (tan importantes y caros para aportar y construir una sociedad democrática diferente), sino que además tiende explícitamente a usurpar, secuestrar y privatizar la política, como si ésta fuese un privilegio exclusivo de unos pocos. Peor aún, puesto que se realiza nada menos que en el marco del proceso nacional de cambio y transformaciones, en el que todos y cada uno de los ciudadanos bolivianos (más allá de una opción discrecional), deberíamos sentir la obligación y el deber de participar e involucrarnos, para desarrollar aportes que permitan efectivizar el mandato popular plasmado en la Constitución Política del Estado.

Percibo que tal actitud antidemocrática y autoritaria, que pretende operativizarse a través de una ley (351) y su decreto reglamentario (1597), que han sido impugnados por el Defensor del Pueblo como inconstitucionales, y respaldado por el relator especial de la ONU sobre los Derechos a la Libertad de Reunión Pacífica, no representa únicamente un intento por acallar y destruir instituciones de la sociedad. Hay que recordar que, en su momento, el propio Presidente del Estado Plurinacional, ha reconocido expresamente el importante trabajo de investigación y aportes documentales realizados en favor del mejor conocimiento de la realidad nacional y de las propias iniciativas populares. Por tanto, de lo que se trata es de terminar despojándonos y cerrando para todos y cada uno de los bolivianos, la oportunidad y el derecho inalienable que tenemos para usar, informarnos, conocer y acceder a los datos, la documentación, el conocimiento y las investigaciones que se realizan en nuestro país.

En razón de ello, quisiera expresar mi temor, y al mismo tiempo reclamar y rechazar firmemente cualquier intento y posibilidad de llevar adelante el cierre y silenciamiento de las 4 ONG’s nacionales, porque al margen de constituir una medida totalmente arbitraria, autoritaria e intolerante, que solo podría ejecutarse sobre la base de unas normas impugnadas legal y formalmente como inconstitucionales, implicarían cercenar nuestras propias libertades y derechos ciudadanos que, con seguridad, todos los bolivianos estamos dispuestos a defender a toda costa.

Es más, corresponde hacer un llamado vigoroso y demandar públicamente, que el gobierno del Estado Plurinacional, deje sin efecto todas las amenazas y medidas anunciadas en contra de las 4 instituciones mencionadas por el Vicepresidente Alvaro García Linera, y devuelva a todos los bolivianos, sus organizaciones sociales e instituciones, la seguridad, la confianza y la garantía de que podemos desenvolvernos en plena libertad y democracia.

Finalmente, argüir (como lo hace el Vicepresidente en su respuesta a más de una treintena de intelectuales internacionales), una supuesta defensa de la soberanía nacional, cuando en realidad lo que se busca es anular y cerrar 4 instituciones del país, pero sobre todo silenciar y conculcar absolutamente los derechos de libre expresión, asociación y pensamiento de todos los bolivianos, no es sino una expresión hipócrita de alguien que pretende imponer con argumentos retorcidos y medios legales inconstitucionales, una sola y única visión imperante sobre la realidad nacional, así como una secante, autoritaria y antidemocrática forma de gobernar, que no tiene nada que ver y está totalmente reñida con escuchar y gobernar obedeciendo al pueblo.

 

Arturo D. Villanueva Imaña, Sociólogo, boliviano.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.