Lázaro Cárdenas Batel, ex gobernador del estado mexicano de Michoacán, subraya que los grupos criminales ya no sólo buscan traficar con droga sino penetrar en las instituciones. La política se lleva en la sangre en la familia Cárdenas. Lázaro Cárdenas Batel que ha sido diputado, senador y gobernador del estado de Michoacán es hijo del […]
Lázaro Cárdenas Batel, ex gobernador del estado mexicano de Michoacán, subraya que los grupos criminales ya no sólo buscan traficar con droga sino penetrar en las instituciones.
La política se lleva en la sangre en la familia Cárdenas. Lázaro Cárdenas Batel que ha sido diputado, senador y gobernador del estado de Michoacán es hijo del fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y nieto del mítico general Lázaro Cárdenas del Río, presidente de México entre 1934 y 1940. Actualmente ha hecho un paréntesis en su trayectoria política y trabaja como académico en Washington.
¿Cómo explica la violencia que sacude México?
Desafortunadamente, lo que ocurre en el norte y en otros estados no fronterizos como Michoacán también se da en el resto del país. Aunque el nivel de violencia que se vive en lugares como Ciudad Juárez o Tamaulipas no es el mismo, el crimen organizado está presente, actúa, busca penetrar en las instituciones y utilizarlas a su favor en muchas zonas de México. No necesariamente hay una situación de violencia en todas partes, pero sí en casi todas hay una vida cotidiana condicionada por la presencia de los grupos criminales.
La respuesta del presidente Felipe Calderón ha sido muy criticada. El ejército se ha hecho cargo de la seguridad y la espiral de violencia no ha cesado. ¿Qué opina?
El Estado tiene la obligación de combatir a los grupos criminales. Pero una cosa es eso y otra cosa es cómo lo combate. Creo que se requiere una estrategia que vaya mucho más allá de la parte policial. Tiene que contemplar el fenómeno en su integridad y entender que en los últimos años ha habido un cambio de lógica en los grupos criminales.
¿Cómo ha sido ese cambio de lógica?
Antes se buscaba traficar con drogas, llevar un producto a la frontera y tener los menores problemas posibles en el camino. Para eso había que corromper a un agente de aduana o a un policía de caminos y ya está. En la lógica actual hay también un consumo local y hay interés de estos grupos por controlar territorios internamente. Ya no se trata de corromper a un agente de aduana sino de controlar la aduana, no es corromper a un policía sino controlar la policía. Se busca penetrar y controlar las instituciones municipales. Y está la extorsión. Primero empezó con locales donde tenían lugar actividades ilícitas de cualquier tipo y después pasaron a extorsionar al que tiene una farmacia, al que vende pinturas… Es una mafia que se origina en el narcotráfico, cuya financiación procede del narcotráfico pero que no se limita a eso, se está diversificando. Si no lo entendemos así y lo combatimos como si fuera el fenómeno de hace diez años, nos vamos a equivocar.
¿Cómo ve el panorama político mexicano de cara a las elecciones de 2012?
En México nada está definido. Aunque pueda parecer que las cosas están cantadas, que el Partido de Acción Nacional (PAN) no tiene un candidato definido, que el PRD vive una lucha intestina que le ha costado mucho y que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el mejor posicionado, estamos a mucha distancia de la elección, y en ese tiempo cualquier cosa puede pasar.
¿Cómo ve esas luchas intestinas en el PRD?
El PRD debe superar sus problemas internos, pero no llegando a acuerdos coyunturales inmediatos y sin resolver problemas de fondo. Tiene que preservar su identidad, tiene la obligación de presentarse como una opción de izquierda independiente junto a otras fuerzas ciudadanas y no seguir en una ruta en la que el pragmatismo excesivo, la idea de ir ganando pequeños espacios, por insignificantes que sean, sacrifica el objetivo grande, la identidad, la coherencia. Tiene un gran trabajo por delante.
¿Qué opina de la leyde Arizona?
Es una ley racista, que ofendea la dignidad humana y que va a resultar absolutamente inútil pra el propósito de frenar la migración. Ésta no se frena con leyes ni con muros como el que se está construyendo en la frontera sur de Estados Unidos. Dicho esto, también hay que hablar de lo que nos toca a nosotros.
¿A qué se refiere?
Son indignantes e inaceptables casos recientes como el ocurrido en México: 72 inmigrantes de Centroamérica y Suramérica asesinados por el crimen organizado, un hecho que, desafortunadamente, no es aislado. Hay un abuso cotidiano contra los migrantes, secuestro, extorsión, muerte. Es inaceptable que en América Latina no logremos condiciones mínimas de bienestar y de ingreso para que la gente no tenga que migrar. Mientras existan esas carencias y no cerremos la brecha de desarrollo que nos separa de EEUU y de Europa, el incentivo para migrar va a estar y la gente va a seguir migrando: con muros, con leyes o con deportaciones.
Fuente: http://www.publico.es/internacional/351353/la-logica-del-narcotrafico-en-mexico-ha-cambiado
rCR