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La lucha ideológica para fortalecer la unidad del campo popular

Fuentes: Rebelión

En Bolivia, el Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS IPSP), se constituye en la fuerza revolucionaria, democrática y cultural, cuyos principios son el anticolonialismo, el antiimperialismo y el anticapitalismo.

Es muy importante aclarar esto porque actualmente, en nuestro país, han surgido posiciones conservadoras de derecha dentro del propio gobierno, que intentan dividir a los movimientos sociales y al propio instrumento político. En esta columna voy a recordar lo que plantea la Tesis Política que titula: “Socialismo Comunitario hacia el Vivir Bien”, aprobada en el IX Congreso Nacional del MAS-IPSP, efectuado en diciembre de 2016 en la ciudad de Montero en el departamento de Santa Cruz, que es un documento ideológico y programático plenamente vigente, pero quienes expresan las mencionadas posiciones regresivas olvidan intencionalmente sus contenidos revolucionarios.

La Tesis Política del MAS-IPSP recuerda que el proceso de cambio en Bolivia, al que hemos denominado “Revolución Democrática y Cultural”, se fue construyendo a lo largo de décadas por la lucha indígena, campesina, obrera y popular que fue conformando el Sujeto Revolucionario, que se enfrentó y pudo frenar la aplicación del modelo neoliberal en Bolivia, en gestas masivas heroicas como fue la lucha contra el abusivo incremento por una concesionaria transnacional de las tarifas de agua potable y alcantarillado sanitario en la ciudad de Cochabamba (la tercera ciudad más poblada del país) en lo que se denominó, con un cierto toque periodístico, la “Guerra del Agua” el año 2000. Ese episodio inició el proceso de transformaciones que, en enero del 2006, condujo al gobierno del primer presidente indígena en la historia boliviana, Evo Morales, y el año 2009 luego de la Asamblea Constituyente, al reconocimiento constitucional del Estado Plurinacional Comunitario, en lo que debe ser un paso necesario para la transición hacia una nueva sociedad Socialista y Comunitaria.

La Tesis considera que este Sujeto Revolucionario se constituye desde nuestra condición indígena originaria que por siglos (desde la invasión colonialista española a estas tierras, en 1531) estuvo oprimida tanto por el régimen colonial como también durante el Estado Republicano nacido con la formal independencia en 1825. Esa opresión de nacionalidades indígenas originarias, se agudizó con la explotación social por el sistema económico capitalista, que se establece desde finales del siglo 19, que cambió nuestra estructura de clases e impactó frontalmente contra las comunidades originarias (aymaras, quechuas, guaraníes y de otros pueblos indígenas más) disgregándolas a través del debilitamiento de las formas comunitarias y el fomento de la propiedad privada individual de la tierra, para que los comunarios indígenas se conviertan en “trabajadores libres” que los capitalistas contraten como fuerza de trabajo. Así fue surgiendo un proletariado con raíces indígenas originarias, que es una de las características de la condición obrera en Bolivia.

Ese Sujeto Revolucionario, al que también la Tesis denomina “Bloque Social Revolucionario”, está articulado por tanto desde las naciones indígenas originarias campesinas y desde la clase trabajadora explotada por el capitalismo, y con su lucha ha construido el Proceso de cambio revolucionario. Por eso, cualquier posición que intente dividir a este sujeto revolucionario separando a obreros de indígenas, como es el caso de las corrientes indianistas que postulan la reconstitución de las comunidades agrarias, pero en coexistencia con el capitalismo (al que consideran “una realidad existente y que seguirá existiendo”), terminan negando la posibilidad de construir un nuevo Socialismo Comunitario, en otras palabras niegan la validez de la Tesis Política del MAS-IPSP. Acá está el origen de su ataque ideológico “a la izquierda marxista eurocéntrica” y a quienes, desde su punto de vista, expresan esa visión, entre los que estaría el compañero Evo Morales, que siempre ha resaltado el carácter antiimperialista y anticapitalista del MAS-IPSP y su pleno respaldo a la revolución cubana, al proceso venezolano y, en general, a las luchas de liberación de los pueblos latinoamericanos.

El indianismo reformista solo pone el énfasis en la descolonización, pero habla cada vez menos del antiimperialismo (al que considera una rémora ideológica del siglo 20), casi nada del anticapitalismo y reniega por completo del socialismo comunitario. Se caracteriza por una ácida crítica a toda la izquierda, a la que tilda de “eurocéntrica” y “desarrollista”, olvidando que en Bolivia también existen corrientes socialistas y marxistas (por tanto de izquierda), como por ejemplo el guevarismo o el maoismo, que fueron capaces de confluir y entroncarse con las corrientes consecuentemente anticapitalistas del indianismo, vale decir con el katarismo (por Túpac Katari, héroe indígena que se rebeló contra la Colonia Española en 1781). El MAS-IPSP también ha sido un crisol del que fue surgiendo un nuevo pensamiento revolucionario, que desde las luchas anticoloniales de centurias en Bolivia, y desde la recuperación de los avances revolucionarios del siglo 20 en el mundo, se plantea superarlos históricamente, construyendo un nuevo socialismo desde abajo que recupere y aplique la cosmovisión originaria y comunitaria del Vivir Bien.

Para que se entienda mejor lo que estoy planteando, hay que decir que desde la vicepresidencia del Estado, que cuenta con presupuesto para contratar asesores, está actuando una corriente indianista conservadora del capitalismo, que tiene planteamientos coincidentes con el pensamiento de Yaku Pérez en Ecuador.

La Tesis Política del MAS-IPSP plantea que la unidad del Bloque Social Revolucionario es la única forma de darle continuidad al Proceso en la lucha contra el Capitalismo y el Colonialismo. La unidad de los movimientos sociales indígenas, obreros y populares es la base fundamental de la construcción del proyecto socialista comunitario hacia el Vivir Bien. Adquiere gran importancia la construcción de un programa de acción y movilización para la profundización de las transformaciones, que nos lleve más allá de lo sectorial y coyuntural, unificando la lucha de los movimientos sociales por un mismo programa y proyecto en base a su propia autodeterminación, así contemos con el apoyo de un gobierno popular como es el de Luis Arce.

El Socialismo Comunitario se forma en la unidad de dos proyectos de vida: la lucha de la clase obrera por el socialismo, y la lucha anticolonial de nuestros pueblos y naciones indígena originarias en defensa de la vida y la reconstitución de lo comunitario, desde nuestra cosmovisión, historia y realidad, sostenida en nuestros principios, valores, y culturas. Esa unidad de Socialismo y Comunidad convertida en proyecto histórico es la única que puede hacerle frente al capitalismo en un mundo desgarrado por el desastre ambiental y la guerra.

Hoy se agudiza la lucha ideológica en Bolivia, al interior del proceso de cambio pero también dentro del gobierno del compañero Luis Arce, en cuyo gabinete el MAS-IPSP ha denunciado infiltración derechista, exigiendo por tal motivo el alejamiento de dos ministros (el de justicia y el de gobierno). En estas circunstancias se requiere el cumplimiento en la práctica política de los tres principios definidos en la Tesis Política:

  1. Anticolonialista. La negación y superación de la colonialidad del poder implica destruir los cimientos materiales y subjetivos sobre los que se asienta el colonialismo interno y las nuevas formas de colonialismo externo. Esto quiere decir desmontar las estructuras institucionales, educativas, económicas, políticas, culturales y las visiones desarrollistas del viejo régimen para construir otras nuevas. Es así que se entiende la razón por la que el MAS-IPSP plantea la necesidad de una revolución democrática y también cultural.
  2. Anticapitalista. Nuestra lucha es contra el capitalismo y todas sus formas de explotación y dominación. Para producir riqueza y luego concentrarla en pocas manos, el capitalismo destruye al ser humano y a la Madre Tierra, porque para apropiarse del fruto del trabajo explota a trabajadoras y trabajadores y, para adueñarse de las riquezas naturales, contamina y depreda el planeta. Esto sucede en todo el mundo conduciéndonos a un camino de destrucción ya casi irreversible. Solamente destruyendo el capitalismo y construyendo un sistema Socialista Comunitario podremos poner punto final al desastre ambiental.
  3. Antiimperialista. Alcanzar nuestra soberanía económica y nuestra independencia política pasa por desarrollar toda una acción consecuente contra el imperialismo. No podrá avanzarse hacia el Socialismo Comunitario si no se destruye universalmente al capital y a su forma política de organización superior: el imperialismo. La Tesis Política retoma una idea hace más de medio siglo formulada por Ernesto Che Guevara: el antiimperialismo no puede ser consecuente si no se expresa en el anticapitalismo.

Nelson Aguilar Rodríguez fue dirigente del MAS-IPSP. Vive en Tarija (Bolivia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.