Los mexicanos a quienes nos importa nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro como país, libramos actualmente una lucha por la dignidad como pueblo, por la existencia como nación, por una nueva patria y por derrocar al mal gobierno. La indignación que nos causa el ver como nuestro país es pisoteado, por unos y por […]
Los mexicanos a quienes nos importa nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro como país, libramos actualmente una lucha por la dignidad como pueblo, por la existencia como nación, por una nueva patria y por derrocar al mal gobierno. La indignación que nos causa el ver como nuestro país es pisoteado, por unos y por otros, el pueblo la está transformando en organización. Hoy somos millones quienes nos organizamos y luchamos para que la tierra sea de quien la trabaja; para que el dinero tirado a la basura por la vía de la corrupción sea recuperado y distribuido en beneficio de todos, empezando por los pobres; para que los recursos naturales beneficien a la patria y a sus hijos y no a potencias extranjeras rapaces, ni a multimillonarios tanto internos como externos; para que los ciudadanos no mueran de hambre, de desnutrición o de enfermedades curables; para que la pobreza sea aplastada; para que destruyamos el analfabetismo; para que matemos a la impunidad; para que los criminales de cuello blanco sean juzgados; para que los grandes crímenes contra la humanidad sean esclarecidos; para que México no se convierta en una colonia de Estados Unidos; para que nuestra cultura no muera; para que descubramos nuestro pasado y logremos visualizar claramente nuestro futuro como nación; para que México alce la frente e inspire respeto ante el mundo; para que descubramos que somos una raza bella y acabemos con la mentira de que los mexicanos estamos destinados a ser inferiores a otros, destinados a ser gobernados por mediocres, destinados a ser guiados por sistemas económicos que no funcionan, atrapados en sistemas políticos grotescos.
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