Cuando se está por cumplir un año del asesinato de Mariano Ferreyra, que derivó en la detención de Pedraza, el gobierno acaba de alentar una causa armada contra el dirigente opositor del gremio Rubén «Pollo» Sobrero y mantiene procesados a militantes ferroviarios del Roca por luchar. Después del triunfo contra las tercerizaciones y la cárcel […]
Cuando se está por cumplir un año del asesinato de Mariano Ferreyra, que derivó en la detención de Pedraza, el gobierno acaba de alentar una causa armada contra el dirigente opositor del gremio Rubén «Pollo» Sobrero y mantiene procesados a militantes ferroviarios del Roca por luchar. Después del triunfo contra las tercerizaciones y la cárcel al jefe de la UF que significó un golpe a la burocracia sindical -y al gobierno de los Kirchner que la vino sosteniendo-, ahora el objetivo oficial es intentar ensuciar al sindicalismo de base, como es el cuerpo de delegados del ferrocarril Gral. Sarmiento, a quienes se acusa de estar implicados en sabotajes a los trenes. Al mismo tiempo que el «cristinismo» se intenta liberar de la presión de los sindicatos hacia el próximo mandato, para congraciarse aún más con las grandes corporaciones empresarias que reciben a Scioli en el Coloquio de IDEA, y se separa lo más posible de la burocracia «piantavotos» de la CGT, se esmera en atacar al sindicalismo de izquierda.
Estos das, la lista clasista de la nueva comisión interna de Kraft obtuvo un contundente triunfo en la fábrica alimenticia más grande del país. Dos de los delegados que la encabezan y reciben el voto masivo de su base, Poke Hermosilla y Lorena Gentile, están procesados por ejercer el derecho a huelga. La empresa Kraft intentó incluso debilitarlos, mediante la inédita alianza entre los dirigentes de la vieja conducción de la CCC con el mismísimo Rodolfo Daer (el ex jefe de la CGT menemista) que decidió retirar la lista, aportarle candidatos y llamando a votar a la lista sindical de la «izquierda sojera». Si el sindicalismo combativo, anclado en las organizaciones de base, fuera un fenómeno marginal, no se pondrían tantos recursos en su contra. Días después que debieron liberar a Sobrero, porque su detención se les hizo insostenible al gobierno y al juez, una patota armada entre la empresa Dota de la Línea 60 y la burocracia de la UTA, irrumpieron en la casa del delegado Daniel Farella y violentaron a su nieta. Hasta la propia presidenta llegó a utilizar la cadena nacional para difamar a los delegados del subte ante una medida de fuerza por las condiciones de trabajo.
Esta «política de Estado» se debe a que, si bien el desarrollo del sindicalismo de izquierda es aún minoritario en el conjunto de la masa afiliada a los sindicatos que controla la burocracia cegetista, es determinante en la relación de fuerzas al interior de algunas organizaciones obreras claves, en momentos que el tándem Cristina-Boudou preparan ajustes «heterodoxos» ante la crisis mundial. Una nota de Ámbito Financiero acaba de destacar que: «La idea oficial es controlar las paritarias de estos gremios vinculados a la UTA. Especial interés mostrará el Gobierno en la forma en que los trabajadores de dos sectores clave del transporte negocien sus paritarias: los de subterráneos y los tercerizados. Ambos están representados desde el año pasado por representantes de la izquierda dura, y estrenarán 2012 con su primera paritaria completa de negociación». En el mismo sentido vimos que las comisiones internas de las grandes fábricas de la industria de la alimentación, opositoras a Daer, lograron imponer el 35% de aumento en las paritarias que desbarataron los planes del conjunto de la CGT. Todas las organizaciones de base y delegados perseguidos encarnan luchas por el salario, contra las tercerizaciones y condiciones de trabajo, que el gobierno y la burocracia sindical buscan contener.
La campaña electoral del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que en las últimas semanas viene creciendo en la simpatía de una amplia franja de trabajadores y estudiantes, está directamente relacionada con estas batallas que se agudizarán después de octubre, cuando la presidenta reelecta muestre las cartas. El último spot de la fórmula Altamira-Castillo está dedicado a la denuncia de la detención de Sobrero y la persecución a los luchadores. Al mismo tiempo, que luchamos por obtener diputados que, como lo dejamos sentado en Neuquén, cobrarán el salario de un docente, pondrán las dietas al servicio de las luchas y rotarán en sus bancas entre las fuerzas del frente, no planteamos nuestra política en los estrechos marcos electorales. Realizamos una convocatoria amplia a marchar a Plaza de Mayo por el castigo a todos los asesinos de Ferreyra y la defensa de los luchadores sindicales perseguidos, insistimos en la participación masiva de la CTA disidente, independientemente de que sus dirigentes presten apoyo político a Binner, que de ninguna manera compartimos. De la misma manera, luchamos por la formación de una comisión nacional de frente único contra las persecuciones a los luchadores, que unifique la defensa del sindicalismo de base en todo el país.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.