La nube libre no es ningún suceso climatológico, sino que es la aplicación de la filosofía FLOSS a la nube computacional. Una de las mayores desventajas que tienen todos los servicios basados en la nube es la renuncia forzada de los usuarios de su privacidad. No es normal que una red social como FaceBook sea […]
La nube libre no es ningún suceso climatológico, sino que es la aplicación de la filosofía FLOSS a la nube computacional. Una de las mayores desventajas que tienen todos los servicios basados en la nube es la renuncia forzada de los usuarios de su privacidad. No es normal que una red social como FaceBook sea la propietaria legal de tus fotos, como tampoco es normal que tus datos sensibles vayan a ser almacenados en servidores de una empresa solo por el hecho de utilizar su servicio. Hablo de DropBox, SugarSync, Ubuntu One, Mozy, Box.net, ZumoDrive o por extensión Google Docs, que almacenan lo que les proporcionas en un servidor a miles de kilómetros, donde tus datos no están bajo tu control.
Para solucionar esto han nacido, que yo sepa, dos iniciativas: OwnCloud y SparkleShare. El objetivo es sencillo: implementar un sistema de almacenamiento en el que los datos estén físicamente controlados por el usuario. El almacenamiento en la nube es tan viejo como internet, lo que ha cambiado es el modo de acceso a la información y el tipo de información a la que se accede. El antiguo protocolo FTP está siendo desplazado por WebDAV. WebDAV es un estándar que establece cómo a través del protocolo HTTP pueden realizarse tareas de gestión de archivos como escribir, copiar, eliminar o modificar. Se quiere añadir a HTTP la capacidad de gestionar archivos para hacerlo más flexible y completo. Además, los archivos a los que está dirigido WebDAV no se limitan a texto, sino que también puede manejar imágenes, archivos de vídeo o de música.
Lo normal en servicios de almacenamiento en la nube es que tu información sea almacenada en servidores de la compañía de la que estés usando el servicio. ¿Es bueno o malo? Como todo en la vida, es bueno y malo. Es bueno porque el usuario se despreocupa de la gestión de los archivos, simplemente los sube y es otra persona la que se encarga del mantenimiento de la infraestructura que soporta el almacenamiento. Pero es malo porque no tengo control sobre la información que subo. No sé qué están haciendo con ella. Para un usuario normal el descontrol ya supone un problema, pero para una organización ése descontrol pasa de ser un problema a una carencia insalvable. Supongamos que formo parte del desarrollo de una aplicación de software, y que hemos decidido colgar la aplicación que estamos desarrollando en la nube a través de DropBox, para que podamos disponer de ella en todo momento. Ahora supongamos que DropBox hace una copia de la aplicación, y la vende al mejor postor. Aunque es improbable (no sé hasta qué punto), pueden hacerlo, y la sola posibilidad impide que el grupo de desarrollo utilice servicios como DropBox. Para estos entornos, en un principio, nacieron OwnCloud y SparkleShare.
OwnCloud es una iniciativa de KDE, como bien nos explicaba Klomiz. Este proyecto nació con el objetivo de brindar a los desarrolladores de KDE un entorno controlado en el que colgar los trabajos para poder gestionarlos cómodamente. Sin embargo, OwnCloud se está desarrollando con retrasos, se suponía que para final de este año dispondríamos de la versión 3 cuando a día de hoy disponemos de la versión 1.1. La buena noticia es que el desarrollo no está parado y con la actual versión ya podemos hacer uso de las funcionalidades básicas. La aplicación se debe instalar en un servidor Apache, junto con PHP y MySQL o SQLite, aunque es de suponer que a medida que se vaya desarrollando el proyecto se necesitará la instalación de otros paquetes, como git para dotar a OwnCloud de un CVS (Concurrent Versions System). Otro de los aspectos importantes en el que quiere destacar este proyecto es la disponibilidad. OwnCloud pretende ser compatible con cualquier sistema, incluyendo notebooks, móviles, tablets, tostadoras… todo lo que tu imaginación soporte, incluyendo SOs privativos. Actualmente se puede acceder a los archivos haciendo login en el servidor a través de un navegador web con el protocolo WebDAV, aunque creo que no tienen una aplicación cliente dedicada.
Si OwnCloud es un proyecto de KDE, SparkleShare nació bajo el seno de Gnome. El objetivo es el mismo: diseñar una aplicación de esquema cliente-servidor que permita al usuario colgar la información que quiera sin tener que renunciar a su privacidad. El desarrollo más o menos está en el mismo punto que OwnCloud, aunque es de esperar que el proyecto de KDE avance más rápido por el mayor apoyo que está recibiendo. Mientras que en OwnCloud era el servidor el que estaba más desarrollado, en SparkleShare es el cliente el que ya empieza a coger forma y por el contrario el servidor necesita más horas de trabajo. De momento, solo se puede usar como servidor el «almacenamiento» que nos proporciona Gitorious o GitHub, no existe ningún procedimiento para instalar SparkleShare en un servidor propio. Lo que es un inconveniente y prácticamente relega a SparkleShare a utilizarlo para probarlo y no para usarlo. Gitorious y GitHub son dos proyectos que ofrecen hosting gratuito para proyectos libres cuyo sistema de control de versiones sea git. Hylke Bons (creador de la criatura) ha utilizado el almacenamiento que proporciona cualquiera de estos dos servicios para instalar el servidor en él. De esta forma, si instalo en mi ordenador la aplicación cliente de SparkleShare y el servidor en Gitorious (por elegir uno), la información que escoga con el cliente se almacenará en el servidor instalado en Gitorious. Brillante, de no ser porque una de las piedras angulares de SparkleShare es la opción de instalar la aplicación en mi propio servidor para utilizarle como almacenamiento en la nube.
El modo de empleo más directo de estos dos servicios es utilizarlos como almacenamiento de información en la nube. Sin embargo, hay otro modo de empleo que al menos me resulta mucho más interesante. Ya he explicado que WebDAV me permite modificar archivos en una «ubicación» utilizando el protocolo HTTP. Ahora imaginemos que, en vez de usar el almacenamiento de Google Docs o FaceBook, usara un servidor propio en el que tengo instalado OwnCloud. Todas las fotos que me he hecho de vacaciones y que cuelgo en la famosa red social para compartirlas, estarían hospedadas en mi servidor, y FaceBook no las podría controlar. ¿Es esto posible? Técnicamente sí. A través del protocolo WebDAV, podría comunicar mi perfil con mi servidor, de tal forma que las fotos que cuelgue se almacenen en un servidor que yo controlo. El gran inconveniente, como todos estaréis pensando, es que el servicio de la nube que estoy usando, me tendría que permitir utilizar mi servidor en vez del suyo, lo que no encaja con empresas como FaceBook .
Por último, me gustaría opinar de Ubuntu One de forma muy somera. La razón por la que he equiparado a Ubuntu One con servicios como DropBox (por poner uno) al principio del artículo, es que no se diferencian en gran cosa. Ambos tienen el mismo modelo de negocio, ambos tienen una licencia privativa (y no, no me vale que el cliente esté bajo GNU GPL si el servidor está bajo una licencia privativa), y ambos compiten en el mismo terreno. Lo que plantean tanto OwnCloud como SparkleShare va más allá de disponer en todo momento de un archivo, quieren que dispongas del archivo disfrutando de ciertos derechos. De los mismos derechos por los que el movimiento del software libre lleva toda la vida luchando.
Conclusión:
Espero expectante que estos dos proyectos sigan adelante. 26 años atrás, el mundo informático se veía amenazado por una sombra muy alargada: el software privativo. Fue entonces cuando nació GNU y el FLOSS, su objetivo era erradicar la represión a la que se enfrentaba cualquier usuario de sistemas informáticos. Ahora nos vemos amenazados por una nueva sombra que en estos momentos parece pequeña pero que en muy poco tiempo va a ser enorme, y es el mismo movimiento libre el que trata de encontrar soluciones.
Fuentes:
MuyLinux (entrevista a Hylke Bons)
Ignside
KDE