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La oposición quiere regresar a la época colonial

Fuentes: APM

Los intentos por desestabilizar al gobierno de Evo Morales se suceden día tras día.La gestión del mandatario, que ejerce la presidencia desde el 22 de enero de 2006, es continuamente atacada desde los sectores más reaccionarios y tradicioanalistas del país que no aceptan un gobierno popular que llegó al poder con una clara intención: el […]

Los intentos por desestabilizar al gobierno de Evo Morales se suceden día tras día.La gestión del mandatario, que ejerce la presidencia desde el 22 de enero de 2006, es continuamente atacada desde los sectores más reaccionarios y tradicioanalistas del país que no aceptan un gobierno popular que llegó al poder con una clara intención: el cambio.

En esta ocasión, el gobierno boliviano tuvo que desmentir las versiones que alertaban sobre el posible riesgo de una guerra civil en el país. A su vez, el Ejecutivo hizo hincapié en que es lógico que se generen tensiones y malestar cuando se generan cambios en la estructura de poder, en el marco de la revolución que lidera el Presidente.

«En Bolivia hay tensión y esas tensiones pueden crecer y esas tensiones, lo dijimos, son previsibles. Todo cambio en la estructura de poder genera tensiones, eso es evidente. Así son las reglas de la historia desde que somos seres humanos hace 30 mil años y seguirán siendo así», afirmó el vicepresidente Álvaro García Linera a la agencia estatal ABI.

«Este gobierno ha apostado a una distribución pactada del poder, a eso estamos apostando. Ese es el carácter de nuestra revolución, distribuir pactadamente el poder, pero hay grupos que se resisten a compartir lo más mínimo de ese poder», explicó García Linera.

Así, el Vicepresidente hizo mención de los sectores económicos más poderosos, quienes han sido los encargados de buscar la desestabilización del país al verse afectados por las decisiones de Evo Morales, tendientes a la búsqueda de una mayor equidad social y económica.

Los rumores surgieron después de que un ex comandante del Ejército, Marcelo Antezana, se pronunciara sobre el tema. El oficial retirado dijo que «si no se llegan a consensos acordes a la realidad que vive el país, nos están llevando inevitablemente a una guerra civil», aludiendo a la situación que se vive en la Asamblea Constituyente, donde el debate se encuentra estancado debido a la oposición de los sectores disidentes con el Presidente.

A raíz de ello, la cúpula militar respaldó la posición del Gobierno, al descartar cualquier «hipótesis» de guerra civil e indicar que existe malestar en las filas contra el ex comandante que realizó la declaración. El actual comandante de las Fuerzas Armadas, General Wilfredo Vargas, aclaró que «no existe en este momento una hipótesis de guerra civil», para luego dejar en claro que «dentro del análisis que han hecho las Fuerzas Armadas, esa hipótesis de guerra civil está alejada». Finalmente, aseveró que la posición de esa institución militar «es con Bolivia».

El argumento de Antezana, por el cual realizó las declaraciones, es la polémica en torno al voto del nuevo texto constitucional, en donde el Movimiento al Socialismo (MAS) propone que se apruebe por mayoría absoluta (50 por ciento más uno de los 255 constituyentes) y no por «dos tercios» (170 votos) como propone la oposición.

«Si nuestra Constitución y la ley de convocatoria (a la Constituyente) dice dos tercios, se debe respetar a las minorías, nos guste o no nos guste. No tengo alineamiento político por ninguna sigla política. Yo solamente soy un soldado de honor que amo a mi patria», destacó el ex comandante, a manera de justificación por sus polémicas declaraciones.

Sin embargo, sus palabras refieren directamente a la política de Bolivia, ya que al mismo tiempo Antezana sostuvo: «Cuando los políticos busquen quebrar el orden constitucional, las Fuerzas Armadas tendrían que manifestarse». Luego se encargó de criticar cualquier posible intervención extranjera señalando que «de un poder neoliberal estamos pasando a un poder netamente socialista del eje Cuba-Venezuela».

Mientras tanto, los grupos opositores no dejan de menoscabar el desenvolvimiento de la actual administración. Las declaraciones de Sergio Antelo, fundador de la agrupación Nación Camba identificada por algunos sectores con ideas que promueven el separatismo, no pueden pasar desapercibidas. Antelo afirmó: «Los niveles de rechazo al régimen del señor Evo Morales están creciendo tan aceleradamente que inclusive hasta hablando en términos formales un golpe de Estado tendría el apoyo masivo de una gran parte de la población».

A todo esto, Evo Morales definió cual es la actual postura de la oposición, sosteniendo: «Nos quieren destrozar políticamente, quieren destrozar al Gobierno y a la Asamblea Constituyente, quieren destrozar a Evo Morales». Pese a ello Evo enfatizó que el cambio se llevará a cabo «con o sin él, porque el movimiento de las organizaciones sociales es imparable».