Ante los directivos de las mayores asociaciones empresariales del país, Fernández aseguró que la cancelación de los débitos con el organismo financiero, integrado por 19 países desarrollados, demuestra la voluntad de Argentina de cumplir con sus compromisos.
En el marco del Día de la Industria, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció una serie de medidas económicas de protección a sector industrial, entre las que destaca la cancelación total de la deuda del Club de París, que acumula un monto de más de seis mil 700 millones de dólares (USD).
Desde la «Casa Rosada», sede del Ejecutivo, la presidenta argentina explicó que la deuda del Club de París será cancelada con las reservas de libre disponibilidad del Banco Central de Argentina.
Ante los directivos de las mayores asociaciones empresariales del país, Fernández aseguró que la cancelación de los débitos con el organismo financiero, integrado por 19 países desarrollados, demuestra la voluntad de Argentina de cumplir con sus compromisos.
Recordó que la deuda tiene como fecha de corte 10 de diciembre de 1983; «es decir que tiene la misma edad de nuestra democracia».
Aunque acotó que el 45 por ciento de ese monto es anterior al 10 de diciembre de 1983, en una tácita referencia a los males que sufrió el país a causa de la última dictadura (1976-1983).
«Es una de las (deudas) más genuinas y fue dedicada en su momento a la prefinanciación de exportaciones», añadió.
Explicó que dentro del Club de París, los «principales acreedores» de Argentina son «Alemania en un 30 por ciento; Japón en un 25 por ciento; Holanda en un nueve por ciento; Italia y España en un ocho por ciento y Estados Unidos en un siete por ciento».
«El resto (de los débitos) tiene menor cuantía», agregó.
El club de París es un foro informal, conformado por acreedores oficiales y países deudores, cuya función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas de las naciones e instituciones de préstamo.
El foro está integrado por Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EEUU, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, y Suiza; todos acreedores permanentes.
Empresarios en «pole position»
Fernández dijo, en cadena de radio y televisión, que este pago pone a todas las empresas en una «pole position» que antes no tenían, y que es otro paso fundamental en la política de «desendeudamiento», además de un voto de confianza para la inversión nacional y extranjera en el país.
Esta medida «reafirma una vez más la voluntad de pago del Argentina en sus compromisos internacionales, por parte de una administración que no contrajo ninguna de esas deudas, sino que por el contrario, nos hemos abocado a reordernar estratégicamente el pais no sólo en industrialización sino en su actividad social», expresó la mandataria.
Confirmó que los esfuerzos «están centrados en la estructura de endeudamiento que es el trípode en el cual gira toda sociedad de desarrollo y crecimiento, porque se pueden hacer buenos discursos sobre el aspecto social, pero si el país no cuenta con recursos e inversión, todo queda en eso, en objetivos y voluntarismos», añadió la presidenta.
Explicó que el crecimiento económico es un esfuerzo de todos los argentinos, y esta es la única petición de la jefe de Estado para el país, que «cualquiera que sea el lugar que ocupe y la responsabilidad que tenga, (los invito) a mirar con mejores ojos a su propio pais, a mirar con mejores ojos a nuestra economía, a nuestras realidades».
Hizo un llamado a los empresarios para que generen confianza, «puesto que el país no sólo necesita riqueza e inversión, sino que necesita confianza, con este país que les ha dado tantas oportunidades».
Expresó que la nueva generación de industrias que han venido surgiendo desde el año 2003, «revelan que estamos en el camino adecuado».
Decreto contra el dumping
La presidenta también firmó un decreto para proteger a la industria local de la competencia desleal de importaciones de otros mercados.
El decreto «tiene por objeto facilitar y aportar todos los procedimientos y tiempos en materia de denuncia de dumping (competencia desleal) como una protección a la industria», indicó.
El decreto presidencial acorta casi a la mitad los plazos (diez mes) para que un fabricante local de textiles, juguetes y electrónicos inicie un reclamo de investigación por importaciones de esos productos a valores inferiores a los del mercado local, una medida que era reclamada desde hace meses por estos sectores.
Fernández pidió un «compromiso de los empresarios para que esta protección» que busca «fomentar más industrialización no tenga impacto ni en el precio ni en la calidad ni en la entrega» de las manufacturas.
El presidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, Osvaldo Rial, dijo que el acortamiento de los plazos para aplicar medidas «antidumping» a las importaciones «favorecerá enormemente a los sectores más sensibles», pues «estarán protegidos de la competencia de los países del sudeste asiático y especialmente de China».
«Una norma antidumping que funcione a pleno, con plazos razonables, es algo fundamental. Más teniendo en cuenta que a veces, mientras se demora su aplicación, los productos con dumping siguen entrando, y eso perjudica fuertemente a la industria nacional», señaló Rial.