La noche del miércoles, mientras el ex presidente Jorge Tuto Quiroga recibía un tímido aplauso de la cúpula militar boliviana por su exposición en un foro electoral, el Departamento de Estado emitió un «anuncio público» alertando a los ciudadanos estadunidenses sobre posibles actos de violencia «antes, durante y después de una elección u otros cambios […]
La noche del miércoles, mientras el ex presidente Jorge Tuto Quiroga recibía un tímido aplauso de la cúpula militar boliviana por su exposición en un foro electoral, el Departamento de Estado emitió un «anuncio público» alertando a los ciudadanos estadunidenses sobre posibles actos de violencia «antes, durante y después de una elección u otros cambios de gobierno» en Bolivia. Por este motivo, el embajador de Estados Unidos aquí, David Nicol Greenlee, fue llamado a explicar el anucio en Palacio de Gobierno al presidente Eduardo Rodríguez Veltzé.
En el comunicado, emitido desde Washington, la embajada de Estados Unidos también «recomienda a sus empleados guardar provisiones de agua potable y comida enlatada para una semana en caso de haber bloqueos que afecten el acceso a las fuentes de aprovisionamiento». Sin embargo Greenlee, quien entre 1991 y 1992 dirigió personalmente las acciones de erradicación de hoja de coca en Bolivia como jefe de la oficina de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en este país, se negó a hacer comentarios a la prensa respecto del anuncio o a su corta visita a la oficina presidencial.
Siguiendo esa línea, este jueves el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, declaró que las relaciones entre el nuevo gobierno boliviano y Estados Unidos dependerán del compromiso de Bolivia con sus políticas antidrogas. «Esperamos que cualquier gobierno que llegue en Bolivia honre esos compromisos que han hecho de luchar contra la producción y el transporte de drogas ilícitas», explicó McCormack.
La ayuda estadunidense para la lucha antinarcóticos en Bolivia fue este año de 91 millones de dólares, para interdicción y desarrollo alternativo, y representa aproximadamente 21 por ciento del total de la cooperación internacional que recibe este país para el combate al narcotráfico.
Militares adustos para Quiroga
La noche del miércoles, como parte del foro electoral organizado por las Fuerzas Armadas, el candidato de la alianza Poder Democrático y Social (Podemos), Jorge Quiroga, tuvo su oportunidad frente a la cúpula castrense de exponer su plan de gobierno. El auditorio, el mismo que despidió a Evo Morales con la promesa de obedecer su mandato si es elegido presidente, tuvo una tibia reacción ante el ex presidente Quiroga, quien prometió potenciar a los militares y los liberó de toda responsabilidad por las matanzas ocurridas en octubre de 2003, cuando fue derrocado Gonzalo Sánchez de Lozada.
En abierta referencia a Sánchez de Lozada, Quiroga dijo que «existe un solo responsable» por aproximadamente 60 muertes. «No pretendamos ahora que los militares salieron en octubre como si no hubiese habido democracia», puntualizó.
Al término de su intervención, Quiroga señaló que los militares no deberán asumir papel alguno en la realización de la Asamblea Constituyente, algo para lo que las fuerzas armadas se han venido preparando desde hace meses. «Lo hemos señalado, las FFAA activas no deben participar. Lo he dicho con toda claridad, y no vengo a congraciarme, no deben deliberar», enfatizó Quiroga.
Los uniformados aplaudieron moderamente a Quiroga y le dieron apenas las gracias. La posible causa de esta reacción sería que la participación militar en la política está prohibida por la Constitución, y el tema ha desatado fuertes polémicas esta semana, luego de que el comandante en jefe de las fuerzas armadas, Marco Antonio Justiniano, pidiera reconocer la diversidad cultural y étnica, así como respetar «la opinión de la mayoría» en los próximos comicios, algo que fue considerado como inconstitucional por Jorge Quiroga.
Y bajo una incesante lluvia de verano, el jueves también tuvo lugar el cierre de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS) en la ciudad de Cochabamba, bastión del partido del dirigente indígena Evo Morales. Ante decenas de miles de personas, fundamentalmente cocaleros y campesinos, Morales resaltó los esfuerzos de los desposeídos de este país para llegar a gobernar Bolivia.
El candidato del MAS pidió a sus seguidores ir a votar el próximo domingo para conseguir la mayoría absoluta de los votos y los conminó a prepararse para las tareas que implican el gobierno de este país y la Asamblea Consituyente. «Con ella», dijo Morales, «habremos de cambiar definitivamente este país».
Evo Morales también dedicó unos segundos a comentar la política estadunidense y habló también de su defensa de la coca, reafirmando la voluntad de despenalizar esta planta a nivel internacional. «Lo hemos dicho: cocaína cero sí, coca cero no», dijo. Al finalizar su discurso, Morales gritó la consigna más conocida de los cocaleros del Chapare, «Causachun Coca, Huanuchun Yanquis» (Por la causa de la coca, mueran los yanquis), y fue aplaudido durante varios minutos por la multitud.