-Peter, ¿cuál es la situación actual por la que pasa el campo en México? -En México vamos de mal en peor, desde el año de 1982 que las reformas neoliberales implicaron la apertura del mercado a la exportación, el maíz y otros granos subvencionados de EUA entran a un precio muy bajo, así como el […]
-Peter, ¿cuál es la situación actual por la que pasa el campo en México?
-En México vamos de mal en peor, desde el año de 1982 que las reformas neoliberales implicaron la apertura del mercado a la exportación, el maíz y otros granos subvencionados de EUA entran a un precio muy bajo, así como el desmantelamiento de varias instituciones publicas que eran importantes para la agricultura campesina y para la vida rural y por último, la reducción de los presupuestos que había de créditos subvencionados para la agricultura campesina, para la producción de alimentos. Después vino la firma de los Tratados de libre Comercio – TLCAN, que entra en vigor el primero de enero de 1994, pero que ya se habían firmado un año antes. Muchas personas piensan que las reformas comienzan con el TLCAN, pero en realidad empiezan mucho antes con la renegociación de la deuda, a finales de los 70´s se disparó el precio del petróleo y hubo mucho ingreso para México, pero después vino la crisis de la deuda y en la década de los 80´s hubo que renegociar la deuda y como imposición del Banco Mundial y Fondo Monetario, se tenían que iniciar todas la reformas neoliberales incluyendo la apertura del mercado mexicano a las importaciones. Si uno ve la tendencia del precio que recibe el campesino mexicano por su maíz, que es su principal producto, comenzó a descender desde 1982, ya para 1994 había bajado casi el 50% del precio real y de 1994 para estos días, ha caído todavía mas. Ahora con la crisis de los alimentos ha habido algunos picos donde se ha disparado el precio, pero por lo general se mantiene bajo y podemos decir que hoy día el campesino mexicano recibe el 25% del precio del maíz de lo que recibía hace 30 años. El precio es sola una manera de ver como es que esta mal la situación el campo, pero en todos los sentidos esta mal, eliminaron a la Comisión Nacional de Subsistencias Populares – Conasupo, que era la agencia del gobierno que daba un precio de garantía, un precio piso al campesinado. Ahora la compra se hace por el sector privado, esta la competencia desleal de las importaciones baratas que vienen de los EUA, que en todo ese tiempo han promediado el maíz de los EUA colocándolo en el mercado mexicano en 24% por debajo del costo de producción, por la subvención llega en un precio menor de lo que cuesta producirlo, así que es muy difícil competir contra un precio subvencionado y luego en la producción nacional, lo que se puede decir, que en toda la época neoliberal se ha retirado los presupuestos públicos y las subvenciones para la producción campesina y para la producción en general y se ha generado otro tipo de subsidios que son para el almacenamiento o el transporte, para la red de comercialización del maíz, pero ese tipo de subsidios es para las empresas multinacionales que con la privatización de Consaupo han asumido al red interna de comercio del maíz. Los principales beneficiarios de la subvención de la economía del maíz son las empresas Cargill y Gruma, porque son dueños de la infraestructura que recibe el subsidio que ya no va para el productor, sino para el comercializador del maíz, además que lo importa. Todo se ha transformado en un beneficio para la producción grande nacional y sobre todo la producción importada y aunado ha eso, esta todo el despojo y la guerra por la tierra y el territorio en México, además de las crecientes concesiones mineras, la construcción de represas, de desarrollos turísticos, plantaciones forestales, desiertos verdes, como los llama en Brasil. Cada vez hay más despojo y desplazamiento de comunidades campesinas e indígenas, desde cualquier punto de vista el campo esta mal y todo se ve peor. Hace dos días el presidente Peña Nieto, acaba de anunciar que después de la reforma fiscal, la reforma laboral, la educativo, la energética, la reforma de ley de amparo, ahora viene la reforma del campo, no dijo cual es el contenido pero podemos imaginar que va a significar eliminar la propiedad colectiva de los ejidos y de las comunidades, porque lo intentaron con un programa que se llama Programa de Certificación de Derechos Ejidales – Procede, que es un proceso que empezó el gobierno a raíz de las reformas neoliberales, en donde la herencia de la revolución mexicana del ejido, de las tierras colectivas, abría la posibilidad de privatizarlas y parcializarlas en parcelas individuales, pero dejaban abierta en la ley de Procede la opción de los ejidos, obligaban a los campesinos a pasar por ese mecanismo de regularizar la tierra, pero también podían optar por un titulo colectivo o por títulos individuales y el gobierno apostaba que todos iban a querer el titulo individual, pero la resistencia campesina era otra y mas del 70% de los ejidos que pasaron por Procede pidieron el titulo colectivo. El gobierno no logro la privatización de la tierra que era uno de los objetivos principales en la política neoliberal. Yo temo que ahora van a plantear sin consultar a nadie, porque Procede se consultaba a la asamblea del ejido, de un día para otro ya todas van a ser parcelas individuales.
-¿En ese sentido en que beneficio o no, el proyecto de Programa de Apoyo a los Derechos del Campo – Procampo?
-Igual que los otros programas asistencialistas, hacen parte de una estrategia para desmovilizar a las organizaciones y movimientos sociales, a la resistencia. Creo que si hemos aprendido algo tanto en Brasil como en México, es que las balas mas eficaces que se pueden usar contra los movimientos sociales, no son las balas de plomo, sino las balas de asistencialismo. Ahora lo que se llama en México las balas Monex, porque ahora te dan tu subsidio en la forma de una tarjeta de debito de una empresa que se llama Monex, las mismas que repartió el PRI en la compra de votos, podemos resumir el asistencialismo como las balas Monex, porque la gente se desmoviliza, todo es individual, no es a través de la movilización, les pagan por no hacer nada. Podemos decir, que cuando el subsidio era a través de Conasupo, con un precio de garantía para el maíz, entonces te pagaban por trabajar, sembrar, cosechar, producir y vender, un precio que no era muy bueno, pero que era mínimamente aceptable, ahora en vez de sustentar el precio, dejan que el precio caiga por debajo del costo de producción y te pagan por no hacer nada, eso genera alcoholismo. Vamos a arrendar la tierra a una empresa privada y nos quedamos en la casa a cobrar nuestro Procampo, no hay que participar en ninguna organización colectiva, porque todo es individual. Entre los programas como Procampo, o los programas para mujeres como Oportunidades, la gente puede pasar mucho tiempo haciendo filas en las ciudades para hacer tramites burocráticos, además que eso no ayuda en nada, ni siquiera fortalece las fuerzas productivas en el campo, dicen, es dinero en manos del campesino, que se puede invertir en producción, pero no en una economía donde las malas políticas del precio, están por debajo del costo de producción. Tendrías que ser muy tonto, para invertir tu Procampo en producir y no en consumir, imagínate, inviertes tus 100 dólares en producir y solo sacas 80 dólares de maíz, además de los tres meses de trabajo, es mejor gastarlo directo, entonces la gente ha dejado de sembrar. En Chiapas, eso es muy claro, en las comunidades mixtas, donde hay zapatistas y no zapatistas – priistas, los zapatistas que no reciben ni Procampo ni Oportunidades, están produciendo como locos y los priistas que reciben sus pagos ya no producen y compran sus alimentos a los zapatistas, eso es la ironía de las ironías. Estos programas están diseñados para desarticular a las organizaciones y movimientos sociales y también para desarticular la producción campesina en general. Recientemente salió un estudio en Chiapas, que el uso que le dan al dinero de Procampo y Oportunidades, es para pagarles a los coyotes para viajar a los EUA, con ese pago terminan vaciando el campo.
-Nos podías hablar un poco sobre el proyecto gubernamental de la creación de las «ciudades sustentables», esa propuesta de sacar a los campesinos de sus tierras para colocarlos en pequeñas colonias urbanizadas.
-Se han construido varias, una idea nefasta, la alianza del gobierno de Estado de Chiapas con el PNUD de las Naciones Unidas, consiste en que las comunidades indígenas entreguen el derecho de su territorio y su tierra, abandonen sus casas y se vayan a vivir en viviendas construidas por fondos públicos, todos juntos, en casas muy pequeñas, más pequeñas que sus casas originales, sin tierras agrícolas y con una maquiladora al lado, donde pueden ser mano de obra barata. Han sido un fracaso total, están casi abandonadas, la gente vino y se fue, porque las casas no servían, no había trabajo, no había donde sembrar, ahora son los elefantes blancos del desarrollo.
-¿Cómo esta la situación del maíz transgénico en México?
-Tenemos una situación muy grave con el maíz, aparte del problema del precio y la competencia desleal del maíz importado. México es centro de origen del maíz, aquí es donde fue domesticado y es donde hay la máxima biodiversidad genética del maíz, eso no es solo importante para México sino para todo el mundo. Con el cambio climático, las variedades que se producen en África, Asia o Europa, no serán las mismas cuando el clima allá cambiado. Por eso, los que hacen el fitomejoramiento, siempre necesitan una diversidad genética de maíz para generar nuevas variedades frente a los retos del futuro, pero si se daña la biodiversidad original que es aquí en México, ya no va ha haber ese reservorio de diversidad que necesita todo el mundo. El maíz, es uno de los tres o cuatro cultivos más importantes para toda la humanidad. Es un peligro para la humanidad si se daña la biodiversidad del maíz en México. La preocupación es, si se libera el maíz transgénico en México y que se contaminen las variedades nativas criollas, con genes que vienen de las variedades transgénicas, lo que puede generar es una degeneración de las variedades nativas y perder mucha de esa biodiversidad. Es por ese miedo que el gobierno de México con el Ministerio del Medioambiente – Semarnat, había prohibido desde hace muchos años la siembra de maíz transgénico en el país, precisamente para proteger ese patrimonio que se tiene y que no lo tienen otros países, quizás los países vecinos mesoamericanos que son parte de la misma región biológica, como centro de origen. Pero a pesar de eso, primero hubo introducción clandestina e ilícita y ya hay contaminación en un porcentaje bajo a nivel nacional.
-¿Eso fue durante el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012)?
-No se sabe cuando, hay varias hipótesis de cómo llego, pero como el polen se mueve hay contaminación pero en un pequeño grado. La preocupación, es si autorizan el cultivo en grandes extensiones, vamos a pasar de una contaminación baja a una muy alta, lo que aumenta el riesgo de contaminar a las variedades locales. Se han ido aflojando un poco los reglamentos, pero siempre ha habido una disputa entre el Semarnat que cuida del medio ambiente y la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación – Sagarpa que es agricultura. En casi todos los países se da ese conflicto, medio ambiente que es del gobierno no quiere y agricultura que es del mismo gobierno quiere. Primero permitieron áreas experimentales al aire libre, que estaban prohibidas al inicio, áreas de media hectárea con variedades transgénicas, luego permitieron áreas pilotos, que ya son 50 hectáreas o mas, ahora las empresas pidieron áreas comerciales, hace poco mas de un año metieron solicitudes, pidiendo permiso para la siembra y la comercialización de una área mas grande del país de El Salvador, a campo abierto, que seria el tiro de gracia para el maiz nativo. Imagina la cantidad de polen que se estaría regando de un área tan grande de siembras. La sociedad civil se movilizo, las organizaciones campesinas, las indígenas, las ong´s, las ambientales, una organización campesina hizo un plantón y una huelga de hambre en el Distrito Federal, justo cuando iba a vencer el plazo para emitir los permisos, porque cuando una empresa mete los permisos, el gobierno tiene un cierto numero de días para responder, si no responden en esos días queda invalidado el proceso y tienen que rehacer de nuevo el pedido, que es un gran tramite. En el último mes, se temía que iban a lanzar los permisos, pero el gobierno no actuó. Imaginamos que por la presión de la sociedad civil, aunque eso no lo dirán públicamente, decidieron no hacerlo en ese momento, esperar que la gente se desmovilice y ahora las empresas metieron las solicitudes de nuevo, es decir, en cualquier momento nos pueden sorprenden con los permisos, es decir estamos en un estado de máxima preocupación.
-¿Te refieres a reciente decisión del Tribunal Mexicano de suspender los permisos?
-Bueno, ahora en la segunda vuelta que las empresas volvieron a meter los permisos, un grupo de personas y organizaciones metieron una demanda, argumentando que el gobierno no ha cumplido, es decir, que no se pueden emitir los permisos sin concluir con los requisitos de su propio reglamento y como ya se sabe que se saltaron varios pasos, como el estudio de impacto que es obligado por la ley y la Secretaria de Medio Ambiente, pidieron al juez dar una orden impidiendo emitir cualquier permiso, hasta que no se haya hecho el estudio de impacto, el juez dijo que si, pero es una orden temporal, de suspensión, que dice que hasta que no se cumplan los requisitos, no se entregaran los permisos, es una victoria, pero es una victoria temporal, en cualquier momento son capaces de inventarse el estudio para que les den los permisos.
-Hablando un poco sobre tu trabajo con la Vía Campesina. Actualmente. ¿Cuáles son las principales demandas de la Vía Campesina?
-La Vía Campesina es muy grande, creo que es lo primero que hay que entender. Estamos en 79 países y calculamos que son aproximadamente 200 millones de familias campesinas que pertenecen a organizaciones miembros de la Vía Campesina. Estamos en África, Asia, América y Europa, entonces las demandas son muy diversas, podemos decir que hay categorías de demandas. Están las demandas relacionadas con los tratados de libre comercio, con la Organización Mundial de Comercio – OMC y como alternativa la soberanía alimentar, también están las demandas relacionadas con el tema de las semillas, no a los transgénicos, no a las leyes neoliberales que pretenden privatizar las semillas y si a los sistemas campesinos de semillas, también tenemos el tema relacionado con las mujeres, no a la discriminación y a la violencia contra las mujeres campesinas, ni en lo social, ni en las organizaciones, luego las demandas relacionadas con la juventud campesina, porque si se sigue vaciando el campo de jóvenes no habrá agricultura en ningún país, otras son las demandas relacionadas con la tierra y el territorio, por un lado, a favor de una reforma agraria genuina y autentica contra la ola de acaparamiento de tierras y desiertos verdes que estamos viendo en los países, también tenemos todas las demandas relacionadas con la migración, los jornaleros y los trabajadores asalariados del campo, que quieren un trato y un salario digno, así como los derechos de los migrantes que no están en sus países de origen. Podemos hablar de muchas demandas de la Vía Campesina, somos muchas organizaciones y mucha gente, muchas luchas simultaneas que están pasando con la Vía Campesina.
-¿Nos podías hablar un poco sobre la Sexta Conferencia Internacional de la Vía Campesina que ocurrió en Jakarta en Junio del año pasado?
-Fue en relación de los 20 años de la Vía Campesina, se tocaron diversos temas, podemos decir que hay temas para afuera y otros para adentro. Los primeros, son el parar con el acaparamiento de tierras que esta totalmente fuera de control en los últimos cinco años, hay que organizar la resistencia, otro tema seria, el tema de las semillas, los transgénicos y las nuevas leyes neoliberales en los países para privatizar las semillas y para ilegalizar las semillas campesinas, hay países que están aprobando leyes que dicen que es ilegal intercambiar semillas que no son certificadas, pero para certificar las semillas hay que ser una empresa, porque cuesta mucho dinero producir semillas certificadas, sabemos que ese tipo de ley, es una manera clandestina contra las semillas campesinas, por ultimo, se abordo el tema de la violencia hacia las mujeres, esos fueron los grandes y los mas urgentes temas que se resaltaron en ese momento. Ahora, en cuanto a los temas para el trabajo interno, esta el seguir aumentando los espacios de formación de los dirigentes y dirigentas, los cuadros de las organizaciones. Lo que esta creciendo muy rápido, son los procesos territoriales y formativos en agroecología. ¿Como fortalecer ese proceso que esta surgiendo por dentro de todas las organizaciones? Que ya creció mucho y que es casi, lo mas grande a nivel interno en los últimos cinco o diez años y por ultimo, la recuperación de las semillas criollas y todos los procesos relacionados con fortalecer los sistemas autóctonos de semillas campesinas en todos los países, así como los temas de mujeres y juventud dentro de las organizaciones, muy fuerte el tema de la juventud, por el espanto total que no hay jóvenes en el campo y si no se generan espacios reales productivos y de toma de decisiones y participaciones en las organizaciones, pues ya no habrá futuro en el campo. Por primera vez hubo una masiva participación de delegados y delegadas jóvenes, mas o menos un 32% de los representantes de las organizaciones, y varias de las organizaciones nuevas que fueron aceptadas también son organizaciones de productores jóvenes.
-¿Podrías hablarnos sobre el tema de formación, de las escuelas de la Vía Campesina?
-Es un tema que va creciendo muy rápido en relación a la agroecología en la Vía Campesina, tenemos dos temas, uno son los espacios de formación de agroecología campesina, que tenemos mas de cuarenta escuelas, pero son de diferentes tipos, hay escuelas cuyo publico son jóvenes de las organizadores para que se formen como promotores o facilitadores de los procesos agroecológicos y muchas de esas escuelas que son para los jóvenes, dan títulos formales, por ejemplo, la Vía Campesina-Brasil tiene 17 escuelas técnicas que son como preparatorias en donde los adolecentes estudian y salen con un titulo técnico en agroecología. Tenemos escuelas de nivel de educación superior, que dan un titulo de técnico medio superior en agroecología y tenemos algunas que dan títulos universitarios, que son los Institutos Agroecológicos Latinoamericanos – Iala, el primer Iala fue en Venezuela, alli tenemos el Iala Paulo Freire, y Iala Amazonas en Brasil, el Iala Guaraní en Paraguay y vamos a tener otros dos en Nicaragua y Colombia. Esos son los que dan títulos formales, luego hay muchísimas escuelas de capacitación campesina que no tienen ninguna relación con los sistemas formales de los gobiernos, no dan títulos, sino forman personas para procesos y no necesariamente son dirigidos a los jóvenes, sino a todos, pueden ser cursos mas cortos, desde una semana hasta un mes, y no los tres o cinco años para ser técnico o ingeniero en agroecología. En la Vía Campesina, la agroecología no es mera técnica, sino es parte de un proceso político de lucha y de resistencia de construcción de alternativas, no se puede enseñar como mera técnica. Esas son las escuelas, luego tenemos lo que estamos llamando procesos territoriales, que son fuera del aula, que suceden en el campo, como es el proceso de una familia que va dejando de usar agrotóxicos y va recuperando las practicas ancestrales o adoptando practicas agroecológicas, los procesos sociales se pueden generar con metodologías sociales que las propias organizaciones pueden usar y en eso, la metodología mas de moda en la Vía Campesina, se llama de campesino a campesino, ya no son técnicos que les dicen a las familias como sembrar, sino son los campesinos que ya producen agroecológicamente y que convidan a otros campesinos a sus parcelas, para ver como lo hacen, lo que lo hace un proceso horizontal y no vertical. La mayoría de los procesos territoriales, son de campesino a campesino, de comunidad a comunidad, de cooperativa a cooperativa, desde la modalidad de transmisión horizontal de conocimiento.
-Desde su fundación hace poco más de 20 años. ¿Cuáles consideras que han sido las victorias de la Vía Campesina?
-Bueno, no hay victorias absolutas, pero si parciales o temporales, una de ellas fue hacer que la OMC desde 1999 hasta ahora, en su última reunión, no logro firmar un acuerdo de agricultura, por cuenta de las grandes manifestaciones que montaba la Vía Campesina, ahora parece que en la reunión en Bali, avanzaron, pero fue una década en donde la que la Vía Campesina consiguió colocar a la OMC en jaque, sin embargo lo que hicieron los gobiernos y las multinacionales, como no se pudo acordar un tratado global con la OMC, se fueron con los Tratados de Libre Comercio bilaterales y regionales, ahí perdimos mucho terreno, aunque en algunos países conseguimos frenarlos. Otra victoria temporal, fue neutralizar el esfuerzo del Banco Mundial, de implementar políticas en mercados de tierra en muchos países, sin embargo, eso fue antes del auge de acaparamiento de tierras que con o sin el Banco Mundial, ya hay una inundación de capital financiera de inversión en las empresas que acaparan grandes cantidades de tierra, que han rebasado todos los procesos anteriores, eso en los últimos cinco años a escala global. Podemos decir, que hemos ganado batallas, pero todavía en la guerra, estamos en desventaja. Otra victoria, es que a raíz de la Vía Campesina como un espacio de dialogo de saberes entre campesinos y campesinas de muchos lugares, ahora existe una lectura común de la coyuntura en el campo, una estrategia común y planteamientos comunes, como es la soberanía alimentaria, hay dirigencias campesinas en todos los continentes que hablan el mismo lenguaje y tienen el mismo análisis, dicen que antes del surgimiento de la Vía Campesina, no había mas de una docena de dirigentes en el mundo entero que tenían muy claro como eran las tendencias globales o una estrategia mas allá de lo local, ahora son miles que tienen absoluta claridad y comprensión de los procesos y están en todos lados, tienen un análisis compartido de cómo elaborar estrategias comunes de lucha, en cuanto a construir una masa organizada, es un súper avance en los veinte años de lucha, aunque comparado con la fuerza del capital transnacional todavía nos quedamos cortos, pero de que hemos avanzado hemos avanzado.
-¿Nos puedes hablar sobre el significado de la «Soberanía Alimentar»?
-Creo que ha ido por varias etapas en su evolución, te cuento una anécdota, el año pasado en la Universidad de Yale, que es una de las mas elitistas, un grupo de académicos especialistas en estudios agrícolas desafiaron a varios dirigentes de la a la Vía Campesina, para intercambiar conocimientos. ¿Qué es la soberanía alimentar? Después de ser ignorada por muchos años por la academia, de repente se convierte en un tema. Los especialistas estaban muy molestos, respecto a saber cual es la definición de la soberanía alimentar. Si vemos en las declaraciones de la Vía Campesina, en 1994 se dice una cosa y después otra y otra, se enojaban porque piensan que somos unos inconsecuentes. Lo que no entienden, es que estamos en un proceso de dialogo de saberes, de muchos continentes, culturas, religiones y realidades agrarias, hemos ido abriendo alianzas con los sindicatos de jornaleros, con los consumidores, los pobladores urbanos, con los ambientalistas, los pueblos indígenas, los pescadores, nuestra idea es que es un proceso constante de construcción, de un paraguas que agrupe la mayoría de luchas posibles, no buscamos una definición académica, sino la idea de un concepto vivo, es poder construir una alianza de lucha y eso claro que va cambiando y evolucionando con el tiempo. En ese sentido, podemos decir que al principio era una respuesta a todas las corrientes neoliberales del libre comercio, del GATT, de la OMC, donde, de un día para otro, se quitan las barreras de las importaciones, la respuesta era No, decimos que eso violenta la soberanía alimentar de los países, se coloco la soberanía alimentaria como el No al libre comercio. Después estuvo enfocado a los gobiernos nacionales, para intentar lograr políticas publicas nacionales, nos hemos dado cuenta que eso ha sido muy difícil y cuando se logran las políticas publicas aun con los gobiernos mas amigos como Venezuela o Bolivia, no es lo mismo como lo ponen en la constitución de lo que pasa realmente, hay un proceso de decepción con el tratar de lograrlo con las políticas publicas. La soberanía alimentar se construye desde abajo, desde lo local, desde la parcela, la comunidad, el municipio, el territorio, es hacerlo por nosotros mismos, entonces, ha habido esa evolución. Las ideas han ido cambiando frente a la realidad.
-Eso se ve en los discursos de los movimientos sociales, por ejemplo, el caso del MST, los enemigos de hoy no son los enemigos de hace dos décadas.
-Exacto, el mundo ha cambiado, nosotros mismo hemos cambiado, una nueva organización no es lo mismo que una que tiene veinte años de lucha y que esta en contacto permanente con aliados, en un dialogo de saberes con países de otros lugares del mundo, eso te va cambiando, el ir acompañando a los otros, a los diferentes tipos de aliados y aliadas.
-En ese sentido, la agroecología como el saber de los pueblos, como parte de la agricultura familiar que se opone a lo que se llama la Revolución Verde.
-La revolución verde desde la perspectiva de la Vía Campesina fue un enorme despojo de conocimiento ancestral de las comunidades campesinas e indígenas, porque se intento invalidar el conocimiento ancestral y suplantarlo por el conocimiento técnico, los ingenieros de las empresas químicas, que finalmente no funciono. Al inicio de la revolución verde con todos los productos químicos, fertilizantes y las semillas mejoradas, parecía que se aumentaba el rendimiento de los cultivos, pero llegaba a un tope que el mismo modelo generaba la degradación de los suelos, la perdida de la biodiversidad funcional, las plagas resistentes ha los plaguicidas, después del aumento de los rendimientos, vino el descenso de los rendimientos y el aumento de la deuda, porque es un modelo sumamente caro. Es cierto, que una parte del campesinado se ilusiono, pero después se decepciono, decían, estábamos mejor antes, no estábamos endeudados y si sabíamos como producir. Hay todo un interés en recuperar todo ese conocimiento. A diferencia de la agroecología académica. Las organizaciones creen que la agroecología es un conocimiento ancestral, que es herencia y patrimonio de los pueblos y que las semillas campesinas se colocan al servicio de la humanidad sin cobrar garantías o patentes. Ahora que se puso de moda la agroecología, se quiere cooptar, el Banco Mundial lo quiere hacer, la industria orgánica, los gobiernos quieren cooptarla, entonces la Vía Campesina la defiende, les dice que no esta en venta y que es nuestra como organizaciones campesinas e indígenas.
-¿Cual es la relación de la Vía Campesina con la Coordinadora Latino-Americana de Organizaciones del Campo – Cloc?
-La Cloc hoy día es la Vía Campesina en la Américas, primero empezó la Cloc antes de la Vía Campesino, se puede decir, en términos simplistas que se extendió la Cloc a nivel internacional para crear la Vía Campesina. Había ciertas diferencias formales entre los dos, pero ahora en la nueva carta política la Cloc asume ser la Vía Campesina en las Américas, ahora es lo mismo. En Europa se acaba de fusionar la Vía Campesina con una coordinadora continental que se llama la Eurovia, digamos que es lo mismo.
-Volviendo al tema de la agroecología. Podrías hablarnos sobre la certificación de los productos agroecológicos. Me parece que ahora es difícil tener acceso a ese mercado agroecológico – orgánico, pues las empresas que acaparan el mercado tienen exigencias muy distantes de esa realidad, de esa tradición de los pueblos – que es ancestral.
-Bueno, no solo en la Vía Campesina, sino la tendencia general de los productores campesinos y los agricultores familiares, hasta los pequeños agricultores en los EUA, es rechazar la certificación orgánica. En el inicio, la certificación orgánica era un invento de las organizaciones de agricultores familiares para abrir su mercado, pero luego se fue cooptando y ahora la certificación orgánica es la manera de cómo el agronegocio esta entrando en los supermercados con una producción orgánica que no es ecológica, porque son grandes monocultivos con sustitución de insumos, pero el escudo que les permite hacer eso, de vaciar lo orgánico de su contenido ideológico – ecológico, ha sido la certificación y es cara, es gente externa que de manera arbitraria te impone normas. Hay un rechazo creciente entre agricultores pequeños hacia la certificación orgánica, por esa imposición y por representar un costo muy grande. Se están buscando mecanismos de la auto-certificación, que sea colectiva, las garantías participativas, el invitar al consumidor a que conozca la finca y que vea como es que se produce, entrar en las relaciones humanas con los consumidores, eliminando a los intermediarios, porque ven que la certificación es un caballo de Troya que esta usando el agronegocio para despojar a los agricultores familiares del mercado orgánico. Entonces es una tendencia general y un debate en todos lados, creo que en el café todavía los productores aceptan la certificación porque les ha ido muy bien y han ganado bien, pero en el resto la gente esta rechazando.
-Una cosa que nos parece importante es la guardia de las semillas. La importancia de generar encuentros y ferias para intercambiar semillas criollas, donde las mujeres desempeñan un papel muy importante. ¿Qué te parece ese tipo de eventos?
-Sin duda, eso es una tendencia. Las ferias de semillas están sucediendo en muchos países, el papel de las mujeres como guardianas de las semillas, en general todo tipo de mecanismo creativo que se puede utilizar para reforzar los sistemas. La semilla campesina es como un sistema en la comunidad, de cómo se conserva, se multiplica, se comparte, en muchos casos son las mujeres, pero también hay hombres, dependiendo del país y la cultura, pero son sistemas y tienen que ser protegidos y fortalecidos, porque todas las nuevas leyes atentan contra la integridad de esos sistemas. En la Vía Campesina se esta reconociendo esos sistemas y ver como ponerlos en intercambios horizontales y redes de apoyo mutuo, para que compartan diferentes métodos como son las ferias y muchas otras cosas que puedan fortalecer, esta creciendo como un tema prioritario en todos los países, por ejemplo, en Corea del Sur tenemos una organización nacional de mujeres campesinas, como el Movimiento de Mujeres Campesinas MMC en Brasil, ellas lanzaron un programa interno, que cada mujer debe adoptar un semilla, lo que significa que ella elija una variedad tradicional que esta en peligro de extinción y que haga un compromiso con su comunidad de que todos los años va a sembrar esta variedad y después va a compartir la semilla con otras mujeres campesinas y así frenar la perdida de las variedades tradicionales. Es otro método, para reforzar los sistemas campesinos de semillas.
-Peter, aprovechando que estamos en San Cristóbal y que recientemente acaba de terminar la última etapa de la escuelita en las comunidades zapatistas ¿Qué representa para la Vía Campesina que los zapatistas hayan llegado a sus dos décadas de resistencia en la defensa de su autonomía?
-Reconocemos la fuente de inspiración que ha sido el zapatismo para todas las organizaciones campesinas e indígenas de todos los países del mundo, justo cuando parecía que se había acabado la esperanza, nace una luz en Chiapas que dice no es cierto que llegamos al fin de la historia, sino que si se puede, entonces la construcción de la autonomía ha sido muy importante, se han hecho muchos intercambios de compañeros de todos los continentes de la Vía Campesina para aprender del proceso autónomo en las comunidades zapatistas, como inspiración el zapatismo ha sido una de las mas importantes luchas en estos veinte años.
-¿Qué te parece el ejercicio agroecológico que ellos desarrollan en sus comunidades?
-La agroecología en los zapatistas es igual como la de la Vía Campesina, ellos buscan como nosotros, cada vez mas el modelo de la agroecología para su producción. En ese sentido, ha sido diferente en cada Caracol, por ser autónomo, tienen sus diferentes procesos. El primer proceso fue en el Caracol Roberto Barrios de la formación de promotores de agroecología, luego siguió Oventik, luego Morelia y La Realidad, pero no se si también en la Garrucha. Tienen procesos distintos en formar a sus promotores. En Morelia, es el modelo de campesino a campesino, en las comunidades zapatistas como en el mundo de las organizaciones hay diferentes enfoques de cómo promover la agroecología en el territorio. Me parece que es una cuestión cada vez mas fuerte e importante dentro del zapatismo, como lo es en la Vía Campesina, son imágenes, espejos uno del otro.
-¿Estaba pensaba en su producción de café?
-En Chiapas en general, fuera como dentro de zapatismo, la agroecología creció mucho con el café. Chiapas fue el epicentro del boom global del café orgánico, los primeros grandes éxitos de producción campesina-indígena de exportación de café orgánico a través de cooperativas fue aquí y eso despertó mucho interés en la agroecología, pero creo, que hoy en día, no es solo el café. Para los zapatistas hay mucho énfasis en la autosuficiencia alimentaria, esa es la producción que promueve el zapatismo entre sus bases, va con la idea de autonomía y no es autónomo cuando la producción de alimentos hay que comprar insumos de fuera, cuando los insumo vienen de fuera, en cuanto al trabajo político – ideológico interno, va en la idea de que hay que consumir lo que producimos y hay que producirlo agroecológicamente.