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La solidaridad que no entienden

Fuentes: Rebelión

Hace unas semanas, a fines del 2006, el gobierno de Washington, anunció una reducción en la «ayuda» que presta a Bolivia para combatir el narcotráfico. En los años anteriores, un anuncio de ese tipo, desataba lamentos y súplicas que terminaban con viajes apresurados a pedir que no se cumpliera el anuncio. Los enviados, incluso alguna […]

Hace unas semanas, a fines del 2006, el gobierno de Washington, anunció una reducción en la «ayuda» que presta a Bolivia para combatir el narcotráfico. En los años anteriores, un anuncio de ese tipo, desataba lamentos y súplicas que terminaban con viajes apresurados a pedir que no se cumpliera el anuncio. Los enviados, incluso alguna vez fue el propio Presidente en funciones, firmaban todo tipo de acuerdos para mantener las cifras de «ayuda». Ahora no hubo ninguna alarma y la reducción no causó problema alguno.

Decididamente, no es ese el tipo de «ayuda» que necesitan nuestros países. Limosnas que, además, se condicionan en relación a los intereses del potentado que saca unas monedas para que el pordiosero se compre un pan.

Otra diferente, distinta, es la solidaridad. Es la voluntad de un pueblo que, tomando de los recursos que necesita, los entrega a su hermano más necesitado. Compartir el pan que come. Esa es la solidaridad.

Cuba está demostrando esa hermandad en el apoyo que entrega a Bolivia.

Veamos las cifras:

En el año que concluyó hace unos días, los médicos cubanos voluntarios que llegaron a nuestro país, atendieron a 3 millones de personas. La atención es absolutamente gratuita. Incluye la revisión y el diagnóstico. Si el paciente precisa exámenes, radiografías u otra de esas pruebas, se las harán allí mismo sin costo y en el día. Luego, el médico receta medicamentos que le entregan también en forma gratuita. Así se entiende la solidaridad.

En ese periodo, con intervención médica oportuna, se salvaron 3746 vidas. Es posible que, en circunstancias como las de años anteriores, hubiesen muerto.

«Operación Milagro» se llama el apoyo conjunto que hacen Cuba y Venezuela, desde hace más de dos años. Pero, en 2006, gran parte de estas operaciones se cumplen en Bolivia. Cuenta un anciano que padecía cataratas, haber escuchado que los cubanos podían operarlo gratis; fue a consultar si era cierto… y salió operado con la visión recuperada. Son 51.994 personas beneficiadas con esta solidaridad.

De esa extraordinaria solidaridad tenemos otros datos todavía. Este año 2006, Cuba ha donado a Bolivia 20 hospitales y 11 centros oftalmológicos.

Junto a la salud, la educación. Trescientas diez mil personas están involucradas en esa gran campaña por lograr la alfabetización de todos los bolivianos y las bolivianas. Ya están graduadas setenta y tres mil de ellas. La meta ahora es comenzar a declarar municipios libres de analfabetismo.

¿Cuáles son las condiciones? No las hay. No puede haberlas entre pueblos hermanos. Así se entiende la solidaridad.