Se cumplió un poco más de un año, desde que Adolfo Chávez, un 25 de enero de 2012, firmaba un documento en alianza con Rubén Costas sellando un pacto político en un dizque «mandato de los pueblos indígenas para posibles futuras alianzas con municipios y la cooperación internacional». De esa manera Chávez y Costas, con […]
Se cumplió un poco más de un año, desde que Adolfo Chávez, un 25 de enero de 2012, firmaba un documento en alianza con Rubén Costas sellando un pacto político en un dizque «mandato de los pueblos indígenas para posibles futuras alianzas con municipios y la cooperación internacional».
De esa manera Chávez y Costas, con sus firmas, sepultaban las aspiraciones legítimas de los pueblos guarayo, ayoreo, chiquitano, guaraní y yuracaré mojeño de Santa Cruz, al elegir a un líder indígena que los represente con la mediación de logieros como Costas que impulsaron la corriente conspiradora del 2008, apaleando campesinos e indígenas en Santa Cruz.
El turno es ahora de Pedro Nuni, dirigente indígena quien aceptó el cargo que los colonialistas y extranjeros lo elijan, para que sea parte del poder oligárquico en la gobernación del Beni. Nuni, otrora defensor incansable de sus bases en el TIPNIS, aceptó compartir el poder con sus patrones y explotadores de sus hermanos.
Nuni ex candidato a la gobernación del Beni por la agrupación Frente Para la Victoria, y que contó con el apoyo logístico del MSM, perdió con menos del 3 por ciento, ahora también utiliza a sus bases y cae en la tentación del poder político y económico y se enfila a aceptar las directrices de quienes hace un par de años eran sus enemigos más radicales.
El exdiputado indígena aceptó la invitación para acompañar como sub gobernador al gobernador electo del Beni, Carmelo Lens, que representó a Primero el Beni con el apoyo de Ernesto Suarez, a quienes el propio Nuni les confirmó su participación.
Lamentablemente algunos líderes indígenas están viviendo ese tipo de contradicciones con sus paradojas y mentalidades complejas, enraizadas en conductas coloniales que no han sido superadas y que llevan el sello de los «nuevos portadores del progreso y del desarrollo» en el Beni.
No debería sorprendernos la actitud de Pedro Nuni, porque llegará un día al igual que Adolfo Chávez, que tendrá que rendirle cuentas a su propia gente. ¿Recuerdan a Savina Cuellar, mujer indígena, ex prefecta de Chuquisaca aliada a los grupos más reaccionarios del país y que como una digna chola, se codeaba con sus patrones que fueron quienes ordenaron pisotear a los indígenas un 24 de mayo de 2008?
Es Doña Savina quien recibió premios en Santa Cruz de las perfumadas damas que hacían huelga de hambre sobre colchones de agua, con empleadas domésticas a su lado; y los prefectos de la extinta ‘media luna’ la llamaban cuando querían para sus fines separatistas y le mandaban avioneta a Sucre.
Chávez, Nuni, Cabrera, Cuellar, Bejarano y tantos otros que llevan sangre indígena también nunca olvidarán que no hicieron nada contra aquellos que en las calles de Santa Cruz pateaban e insultaban a sus hermanos hasta escupir sangre ante la vista de propios y extraños.
No faltará algún indígena creyente del evangelio que dolido les recuerde el capítulo 4 del libro del Génesis que decía: Dios pregunta a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel?», y él contesta: «No sé. ¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?». Entonces Dios le dijo: «¿Qué has hecho? Se oye la voz de la sangre de tu hermano clamar a mí desde la tierra…».
Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe
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