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Reseña

La trastienda del terror, de Richard Labévière.

Fuentes: www.radiochango.com

La trastienda del terror, de Richard Labévière. Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores. 396 páginas. ¿Cómo luchar contra el terrorismo? La actualidad nos informa cada día sobre los movimientos de capitales, del crimen organizado, de la corrupción, del tráfico de droga, del blanqueo de dinero… La necesidad de reciclar los capitales sucios se aprovecha de la sofisticación […]

La trastienda del terror, de Richard Labévière.

Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores. 396 páginas.

¿Cómo luchar contra el terrorismo? La actualidad nos informa cada día sobre los movimientos de capitales, del crimen organizado, de la corrupción, del tráfico de droga, del blanqueo de dinero…

La necesidad de reciclar los capitales sucios se aprovecha de la sofisticación de los mecanismos de las finanzas mundiales y de la complejidad de las distintas legislaciones. Uno de los méritos del libro de Richard Labévière consiste en el análisis de la reacción tan insólita, después de los ataques del 11 de septiembre : «La primera reacción oficial de la Administración estadounidense (…) tuvo lugar a los catorce días. Para sorpresa general, la respuesta no es militar ni muy espectacular, y toma un giro inesperado y sin precedentes. El presidente estadounidense anuncia la congelación de las cuentas bancarias, en todo el mundo, de 27 individuos y organizaciones sospechosos de tener relaciones con Osama Ben Laden y su entorno. (Hay una larga enumeración de personajes y empresas, y Labévière prosigue ): Se trata, en palabras de George Bush, «de un golpe contra las fundaciones que financian el terrorismo».

De este modo se demuestra que el nervio de la guerra islámica no es la religión sino el dinero, como siempre y en todas partes.
Lo realmente novedoso en el ataque del 11 de septiembre, aparte de su dimensión mundial, reside en el carácter tan difuso como incomprensible del fenómeno. Sus autores se hallaban tal vez en Afganistán o quizá el régimen talibán les prestara asilo, bases y protección. Pero se sabía que la red Al-Quaida extendía sus ramificaciones y contaba con centros de entrenamiento en varios países diseminados por todo el planeta. En lo cual, este terrorismo no hace más que trasponer a su terreno radical los principios de la globalización : carencia de Estado, internacionalismo, revolución tecnológica y desregulación característicos del capitalismo.

El fundamentalismo nos amenaza, desde luego. En nombre de la revancha de Dios, la democracia está en peligro. Sin embargo, según Labévière, los verdaderos responsables del 11-M se hallan en la Casa Blanca, en el Pentágono y en el Departamento de Estado.
Merced à une encuesta minuciosa enriquecida por reportajes in situ, el autor pone en entredicho la imagen de la política exterior de los Estados Unidos e intenta, no sólo delimitar la responsabilidad norteamericana en numerosos atentados islamistas en todo el mundo, sino también analizar los errores estratégicos de la respuesta yanqui.

La guerra contra Irak, y las que se nos promete contra Siria e Irán, no son sino etapas en la conquista del universo, que empezó hace tres siglos con la instalación de las trece colonias inglesas en el Nuevo mundo. Los primeros colonos exterminaron a los indios para apropiarse de sus tierras y en nombre de la religión. No se puede aceptar el razonamiento del multimillonario Geores Soros: «Considero que la administración Bush ha explotado a conciencia los acontecimientos del 11 de septiembre para entrar en una vía política que los estadounidenses no hubieran aceptado en otras circunstancias. Su sueño de supremacía mundial entra en flagrante contradicción con los principios que tradicionalmente ha encarnado Estados Unidos». El libro de Labevière demuestra que las motivaciones de la política exterior norteamericana siguen siendo materiales: antes el suelo; ahora el subsuelo (petróleo) y los dólares