De la resistencia civil pacífica a la acción directa. Esa parece ser la consigna de los sectores más conservadores de la sociedad cruceña, que hoy hostigaron con violencia al Presidente Evo Morales y le obligaron literalmente a escapar del aula magna de la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz. Morales llegó a la casa […]
De la resistencia civil pacífica a la acción directa. Esa parece ser la consigna de los sectores más conservadores de la sociedad cruceña, que hoy hostigaron con violencia al Presidente Evo Morales y le obligaron literalmente a escapar del aula magna de la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz.
Morales llegó a la casa de estudios superiores de la capital cruceña invitado por las autoridades universitarias, y mientras discurseaba en el aula repleta de docentes, estudiantes y otros invitados, un grupo de jóvenes de la ultraderechista Unión Juvenil Cruceñista, el grupo de choque del Comité Cívico empresarial, golpeaba las ventanas del recinto desde fuera coreando las consignas como «autonomía, autonomía…», «dos tercios, dos tercios» y algunos insultos contra el Primer Mandatario.
Morales se vio obligado a interrumpir su discurso y salir apresuradamente. Ya en el campus universitario, la caravana oficial fue apedreada, y las fuerzas de seguridad tuvieron que dispersar a la muchedumbre con elementos químicos.
El hecho sucedió pocas horas después de que la Asamblea de la Cruceñidad convocara a la resistencia civil contra las medidas gubernamentales. El empresariado oriental, los latifundistas y políticos de derecha convocaron a los departamentos de la «media luna» a combatir al gobierno con huelgas de hambre, movilizaciones y hasta con el cierre de válvulas en los campos gasíferos y petroleros.
La derecha está en pie de guerra porque la mayoría oficialista en el Congreso aprobó una ley agraria que dispone la expropiación de latifundios improductivos, porque el MAS impuso en la Asamblea Constituyente la probación de articulados por mayoría y no por dos tercios de votos para evitar que las minorías políticas obstaculicen la redacción de una nueva Carta Magna, y porque en Ejecutivo pretende fiscalizar a los gobiernos departamentales en el Congreso y eventualmente destituir a Prefectos.
Las seis prefecturas hostiles al gobierno conformaron un bloque para combatir las medidas de la denominada «revolución cultural» del MAS, en el que interactúan cívicos, representantes de Podemos, UN y MNR, y lo más selecto de la burguesía nacional. Este grupo se reunirá el lunes en Cochabamba, donde se podría declarar una «huelga general indefinida» en los departamentos de la «media luna», es decir en Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija.
Los benianos determinaron hoy replegar a sus representantes en el Congreso y recolectar firmas para un referéndum que acepte o rechace una Constitución Política del Estado aprobada por el oficialismo.
En La Paz, la derecha en pleno impidió la instalación de la 18ava sesión de Congreso Nacional que debía tratar el permiso para el Presidente Evo Morales, que viajará al norte de Europa en busca de inversiones. La oposición replegó a sus representantes congresales en protesta por el «avasallamiento que sufren en la Asamblea Constituyente y por la falta de acuerdo para modificar la ley INRA».
Anoche en la Asamblea de la Cruceñidad se escucharon furibundos discursos antigubernamentales, después de que el Ejecutivo publicó una lista de 15 familias del oriente -en la que figuran ex políticos, parlamentarios y empresarios- que poseen más de 350 mil hectáreas de tierra en Santa Cruz y Beni.
Representantes de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) dijeron estar al límite de la paciencia por los constantes insultos del Primer Mandatario. «Santa Cruz cada vez que asume una decisión cívica, el gobierno siempre trata de minimizarlo. Lamentablemente el gobierno no tiene seriedad, no se trata de publicar listas en los periódicos ni dar conferencias de prensas. Si esas listas corresponden a personas que no están haciendo uso adecuado de la tierra deben ser sancionados, pero que lo hagan. Pero no se puede mostrar una listita y no hacer nada, eso sería una negligencia, eso se llama incapacidad», aseveró Mauricio Roca.
«¡Autonomía carajo! ‘¡Democracia carajo!», expresaron los empresarios en la Asamblea, mientras que algunos cívicos y asesores de la corriente autonomista como Carlos Dabdoub no tuvieron el menor reparo en amenazar con la «independencia» cruceña si es que el gobierno insiste en llevar adelante sus medidas sin concertar con la oposición derechista.
¿De la resistencia pacífica al alzamiento armado?
El movimiento autonomista de la «media luna» recalca que su plan de resistencia solo incluye medidas de presión pacíficas, como el ayuno indefinido que 20 mujeres del Comité Cívico pro Santa Cruz instalaron hoy en la capital oriental.
Sin embargo, la publicación Confidencial Digital de España denunció que hace algunas semanas grupos de mercenarios españoles fueron contactados por industriales, terratenientes y algunos políticos de los departamentos de Santa Cruz y Beni para desarrollar una «opción de fuerza» en Bolivia.
El medio de comunicación europeo pudo confirmar que no son «elucubraciones» las denuncias de golpe que lanza el gobierno insistentemente. Se habla de 650 combatientes, una decena de los cuales ya estaría en Bolivia para preparar la subversión con fusiles M4 americanos, Famae, Micro Uzis y máquinas para fuego de cobertura.
Los terratenientes ya estarían actuando por su cuenta para defender sus intereses. El presidente de la Comisión Especial de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados Heriberto Lázaro Barcaya denunció que en la localidad de San Borja y comunidades aledañas los hacendados están avasallando a campesinos e indígenas pobres. «En el oriente boliviano, en el Beni, la Comisión encontró que hay muchos hermanos indígenas originarios que son del lugar y los que emigraron allí son explotados en el trabajo y avasallados en sus derechos, no tienen derecho a la educación a la salud porque en esas haciendas no hay escuelas ni centros de salud», dijo.
«No me asustan»
En San Julián, Santa Cruz, el Primer Mandatario acusó hoy a los latifundistas y sus expresiones políticas conservadoras de atentar contra la democracia y de ser los «pichones de la dictadura». Dijo que quienes ahora actúan contra la democracia son los mismos que en 2002 lo expulsaron del Congreso para llevarlo a la cárcel y así evitar su candidatura a la Presidencia.
«Igual voy a viajar compañeros para seguir buscando plata y traer tractores como aquí estamos trayendo en este momento. No me van a asustar, no nos van amedrentar», enfatizó Morales en San Julián, molesto porque el Congreso no autorizó sus viajes al exterior.
Evo comentó que los ricos van a la huelga de hambre sólo por estética y por tener más plata. «Me dicen ahí que hay algunos empresarios en huelga de hambre, pero no hacen la huelga por ética sino por estética. ¿Los empresarios en huelga qué quieren? Quieren más plata, más tierra, más empresas para ellos».
La huelga de los empresarios está mostrando que en Bolivia «hay un cambio, hay una revolución y que algunas familias defienden sus intereses. El retiro de algunos grupos oligárquicos del Senado es en defensa del latifundio. El latifundio es inconstitucional y lo que queremos como gobierno es instrumentos para acabar con el latifundio». El Poder Ejecutivo, asegura Evo, quiere terminar con el negocio de tierras, con aquellos predios que enriquecen incluso a extranjeros. «Hasta los banqueros españoles ya son terratenientes en Bolivia».
El Presidente no ocultó su molestia por el bloqueo opositor en el Senado, instancia que debe tratar la ley agraria antilatifundista. «Creo es importante pedir a la Asamblea Constituyente que la nueva Constitución Política del Estado no tenga senadores, para qué sirven senadores antipatrias, enemigos de Bolivia. Que haya una sola cámara», sugirió Morales.
Evo pidió a la gente que tiene plata y muchas tierras que por ética, por moral, renuncien a su latifundio pensando en los pobres de Bolivia. «Si ellos son solidarios, si ellos piensan en las mayorías nacionales, deberían de renunciar a sus tierras y de manera consciente distribuirlas», dijo.