Debido a la condena a prisión al periodista Shi Tao en China el pasado 27 de abril por enviar un correo electrónico con una información que fue colgada en una web norteamericana de derechos humanos, la edición del 25 de septiembre del diario El País hace un repaso de las violaciones de derechos humanos en […]
Debido a la condena a prisión al periodista Shi Tao en China el pasado 27 de abril por enviar un correo electrónico con una información que fue colgada en una web norteamericana de derechos humanos, la edición del 25 de septiembre del diario El País hace un repaso de las violaciones de derechos humanos en ese país en lo relacionado con internet.
Lo peculiar del reportaje es que, independiente o no de que estemos ante un caso claro de violación de un derecho, todos los elementos de control y atropello de derechos que se le achacan a China, están igual de vigentes en los países occidentales.
La sentencia del tribunal contra el periodista chino detalla que el documento difundido estaba calificado de «máxima seguridad» con el conocimiento del acusado. De hecho fue conocido por él en una reunión en la que se dijo que se trataba de una comunicación del Comité Central de Partido Comunista Chino. La difusión de un documento con esa consideración es delito en todos los países, no solamente en China.
El reportaje también expresa la indignación de algunas organizaciones contra la filial en Hong Kong de la compañía estadounidense de internet Yahoo por proporcionar a las autoridades el número de teléfono desde el que se envío el correo, lo que sirvió para su identificación. Yahoo se limitó a atender una orden judicial, como lo hace cualquier empresa en cualquier país cuando se le requiere por un juez. Lo están haciendo en España todos los días, sin plantearse si se está violando un derecho o no. Reporteros sin Fronteras ha denunciado que Yahoo «se convierte ahora en auxiliar de la policía china» y señala que aunque la empresa no hace más que adecuarse a las leyes de los países en que operan, «la legalidad del procedimiento no exonera a Yahoo de cualquier cuestionamiento ético». Olvida Reporteros sin Fronteras que en occidente incluso no haría falta orden judicial para acceder a nuestra intimidad informática. La reciente compra de la empresa europea de telefonía por IP (internet) Skype por la norteamericana eBay ha desvelado que esta última, según sus propias declaraciones, está dispuesta a ceder toda la información personal que le requieran las fuerzas de seguridad sobre sus clientes sin necesidad de orden judicial alguna, simplemente mediante un fax que lleve el encabezado de cualquier organismo policial.
También se escandalizan en el diario porque «Pekín ordenó antes del verano a todos los sitios webs y blogs que existen en el países que se registren o, de lo contrario, serán clausurados». Precisamente esa condición es una de las establecidas en España por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI), aprobada por el gobierno Aznar y dejada sin cambiar una coma por el gobierno del PSOE.
Probablemente lo sucedido en China con Shi Tao sea un caso de violación de la libertad de expresión, lo que resulta paradójico es que todos los elementos del caso utilizados en la prensa occidental para llegar a esa conclusión están vigentes en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, todos afirman estar disfrutando de un régimen de libertades que no se da en China.