En entrevista con Clarín.cl Mario Ibarra Rodríguez, denuncia la desaparición de su hermano Aristófanes Ibarra y analiza la guerra del régimen de Felipe Calderón: «En México tenemos infinidad de muertos, huérfanos y viudas, buenas personas que son asesinadas y desaparecidas durante esta absurda guerra, las autoridades nos expropiaron los Derechos Humanos y los Derechos Constitucionales, […]
En entrevista con Clarín.cl Mario Ibarra Rodríguez, denuncia la desaparición de su hermano Aristófanes Ibarra y analiza la guerra del régimen de Felipe Calderón: «En México tenemos infinidad de muertos, huérfanos y viudas, buenas personas que son asesinadas y desaparecidas durante esta absurda guerra, las autoridades nos expropiaron los Derechos Humanos y los Derechos Constitucionales, y qué nos dieron a cambio: ¿paz?, no, sólo la guerra; ¿esperanza?, no, sólo zozobra. Los diputados han desbaratado las leyes y desmantelaron al Estado de derecho, el presidente Felipe Calderón está coludido con los criminales, todas las policías son corruptas: la municipal, estatal y federal. Por eso sufrimos la violencia del narcotráfico, la negligencia de los encargados de impartir Justicia y el terrorismo de Estado, el que a hierro mata a hierro muere».
MC.- Antes de analizar el expediente de la desaparición de su hermano, ¿podría hablarnos de él?
MI.- Mi hermano Aristófanes desde los 17 años se fue de Chihuahua a Monterrey para trabajar, con un amigo de la familia que tenía una bodega en la central de abastos; a los pocos meses se llevó a sus hermanos menores, en Nuevo León trabajó dos años antes de irse a Los Ángeles California, también se llevó a sus hermanos, siempre cuidó a nuestra familia, le brindó ayuda a mis hermanos José, Héctor y Pablo. Aristófanes era muy caritativo, vivió en Estados Unidos durante 17 años, se jubiló del trabajo de oficina para comenzar a comprar y vender joyería, solía viajar a Guadalajara para hacer negocios y se asoció con empresarios de palenques (fiestas con música en vivo), salía de gira por Chihuahua, Guadalajara y Chiapas, todas sus actividades eran legales, pagaba sus impuestos; era una persona que no se metía con nadie, era un buen hermano, un excelente padre de familia y un extraordinario amigo.
MC.- ¿Dónde desapareció don Aristófanes Ibarra?
MI.- Él llegó a Guadalajara el 8 de abril, me habló por teléfono y dijo: «regreso a Los Ángeles el jueves 14»; el día 10 de abril yo le hablé por teléfono para saber cómo estaba, me dijo: «todo bien, aquí finiquitando unos negocios con mi contador, el plan sigue igual, regreso el jueves». Se nos hizo raro que el día 13 no habló, y el 14 no llegó al aeropuerto de Los Ángeles.
MC.- ¿Qué esfuerzos hacen para localizar a su hermano?
MI.- Su esposa se comunicó desde Estados Unidos con nosotros para informarnos que nunca llegó, así que hablamos al Hotel Misión Carlton en Guadalajara y nos trasladamos al lugar de los hechos el 16 de abril, dimos aviso a las autoridades, entramos a su habitación de hotel.
MC.- ¿Cómo podrían reconstruir la historia de la desaparición de su hermano?
MI.- Pedimos al Ministerio Público una orden judicial para que recuperen los videos del Hotel Misión Carlton , hasta ahora las autoridades no han extendido tal orden, porque la política de privacidad del hotel nos impide revisar los videos sin la orden de un juez.
MC.- ¿Encontraron alguna pista en su recámara de hotel o pertenencias sospechosas?
MI.- No, lo que sí pudimos investigar por nuestra cuenta son las llamadas telefónicas que hizo en Guadalajara, porque la compañía TELCEL nos facilitó el registro sin la orden judicial, que tampoco llegó, ahí la secretaria de TELCEL se apiadó de nosotros.
MC.- ¿Arrojó algún indicio el registro del teléfono celular?
MI.- Fueron en total 12 llamadas las que hizo y recibió mi hermano durante la mañana del 12 de abril hasta la noche en que desapareció, le dimos los números a la policía para que investiguen y a la fecha no han presentado a nadie para declarar, los policías de Guadalajara no se han tomado la molestia de investigar.
MC.- ¿Qué pasó con las pertenencias de su hermano?
MI.- Nadie nos aclaró ese punto, toda la joyería de oro y plata que comercializaba mi hermano se perdió, no sabemos si en el hotel Misión Carlton o si lo secuestraron con sus pertenencias. El contador de mi hermano tampoco sabe nada, él comió con Aristófanes un día antes de su desaparición, su contador es una persona de toda nuestra confianza, él presiona a las autoridades en Guadalajara para que investiguen la desaparición de Aristófanes, pero no le hacen caso.
MC.- ¿Cuándo lo vieron por última vez?
MI.- El 2 de abril, todos viajamos a California porque se casó una de las hijas de mi hermano Aristófanes, días después sólo nos comunicamos por teléfono hasta que lo desaparecieron y no hemos vuelto a saber nada. Exigimos Justicia y una pronta respuesta: si está vivo o muerto, si lo secuestró la autoridad u otras personas, queremos una certeza: dónde está mi hermano.
MC.- ¿Los medios regionales han publicado la noticia de la desaparición de su hermano?
MI.- Muy superficialmente, es la primera entrevista que me hacen a profundidad sobre las circunstancias de la desaparición de mi hermano, yo le agradezco la atención que nos prestó, yo no tengo la facilidad de palabra y sé que los medios de comunicación son el único escaparate que nos queda para denunciar las injusticias.
MC.- Chihuahua es mundialmente conocida por las desapariciones y feminicidios en Ciudad Juárez, sin embargo también es reconocida por la defensa de los derechos humanos, ¿se han acercado a las organizaciones de derechos humanos del norte de México?
MI.- No, porque el secuestro ocurrió en Guadalajara, si hubiera ocurrido aquí sería diferente porque somos de Chihuahua, tratamos de seguir en comunicación con organizaciones de derechos humanos en Guadalajara vía Internet y por teléfono, si nos apoyan -en medida de sus capacidades-, también estamos muy agradecidos con Javier Sicilia, porque sin su Caravana del Consuelo la tragedia de México sería invisible; si Javier Sicilia y Emilio Álvarez Icaza fundan una Organización Nacional de Derechos Humanos por supuesto vamos a colaborar con ellos, porque Chihuahua padece de los mismos casos de secuestros, asesinatos y feminicidios que el resto del país.
MC.- Finalmente, ¿cuál es su opinión sobre la guerra del régimen de Calderón?
MI.- En la década de 1960, durante la época de las guerrillas en Chihuahua, los militares balacearon a mi padre en la sierra, Aristófanes tenía 12 años; el mismo sistema de gobierno represivo de antes lo tenemos ahora, con otras credenciales de partidos políticos -del PRI al PAN-; desde la Conquista, al Imperio y durante el Porfiriato, hemos perdido la mitad del territorio y ahora estamos perdiendo a la mitad de las familias mexicanas, sólo en Chihuahua cuántos muertos, huérfanos y viudas tenemos, a lo largo y ancho de México es la misma situación, infinidad de buenas personas son asesinadas y desaparecidas durante esta absurda guerra, las autoridades nos expropiaron los Derechos Humanos y los Derechos Constitucionales, y qué nos dieron a cambio: ¿paz?, no, sólo la guerra; ¿esperanza?, no, sólo zozobra. El gobierno debería ponerse la camiseta del pueblo, cómo es posible que los Magistrados de la Corte Suprema ganen tanto dinero -es una vergüenza-, los diputados han desbaratado las leyes y desmantelaron al Estado de derecho, el presidente Felipe Calderón está coludido con los criminales, todas las policías son corruptas: la municipal, estatal y federal. Por eso sufrimos la violencia del narcotráfico, la negligencia de los encargados de impartir Justicia y el terrorismo de Estado, el que a hierro mata a hierro muere.
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