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Entrevista con Drak, miembro del Consejo Estatal de la APPO y de la barricada Soriana

«Las barricadas fueron la manera en que el pueblo mantuvo el movimiento»

Fuentes: Rebelión

Drak nos pide que mantengamos oculta su identidad. Tras su alias se encuentra uno de tantos miembros y simpatizantes de la APPO que han tenido que dejar el estado para resguardarse de la ola de represión que los gobiernos Federal y Estatal implementaron en la capital oaxaqueña a partir del 25 de noviembre. A partir […]

Drak nos pide que mantengamos oculta su identidad. Tras su alias se encuentra uno de tantos miembros y simpatizantes de la APPO que han tenido que dejar el estado para resguardarse de la ola de represión que los gobiernos Federal y Estatal implementaron en la capital oaxaqueña a partir del 25 de noviembre. A partir de su participación directa en la lucha en las calles, incluso desde antes del inicio del conflicto, nos muestra una visión de lo sucedido en Oaxaca, en demasiadas ocasiones relegada a un segundo plano.

– ¿Cual ha sido tu participación durante todos estos meses de lucha social?

Mi participación junto con la de mis compañeros se ha desarrollado desde antes de que empiece el movimiento. Nuestro trabajo se desarrolló desde años atrás como integrantes de varias radios libres, y posteriormente ha habido un acercamiento muy directo al Sindicato (de Maestros) y a las organizaciones civiles. Dentro del movimiento que se ha dado en Oaxaca nosotros nos integramos al plantón con los maestros, manteniendo una radio itinerante, Radio Bocina, transmitiendo lo que estaba pasando con nuestros compañeros de Atenco. Después hemos desarrollado talleres, mesas informativas… En otro momento agarramos más velocidad y vinimos formando parte del movimiento en una participación con el pueblo bien en la construcción y resguardo del plantón y posteriormente de las barricadas, incluida finalmente la que resguardó Radio Universidad.

– ¿Cual es la situación que se vive ahora mismo en Oaxaca?

A partir de la comunicación con nuestros compañeros que están dentro y fuera de Oaxaca puedo decirte que hay noticias esperanzadoras. La marcha de ayer (día 10) fue un éxito. Se habla de entre 15.000 y 20.000 personas. Y más que todo, la fuerza y el coraje con el que está saliendo la gente, dejando de lado el miedo y convirtiéndolo en un coraje de resistencia, de decir «estamos hartos». La marcha fue totalmente pacífica y cumplió su objetivo que era hace un mitin de denuncia.

Además, el Sindicato de Trabajadores de la Educación está valorando la posibilidad, al menos en algunos sectores, de irse a paro indefinido. No se les ha respetado las demandas y los acuerdos llegados con Gobernación. En todo momento ha habido traición por parte del gobierno

– ¿Cual va ser la estrategia que va a seguir la APPO a partir de ahora?

La demanda principal sigue siendo, libertad a los presos políticos, presentación con vida de los desaparecidos y que el señor Ulises Ruiz se vaya, pero que también nos den nuestros derechos de organización como pueblo, de decir, como queremos gobernarnos.

– ¿Cual ha sido el papel de las barricadas a lo largo de todo este periodo de movilizaciones?

Las barricadas supusieron para nosotros el acercamiento a la gente ya que en estos 6 meses fuimos muchas veces invitados a formar parte de sus barricadas. La relación entre la APPO y las barricadas fue de alguna manera dejada y aislada ya que por parte de la APPO no hubo una dedicación. Sin embargo ellos han reconocido el valor que tienen en la resistencia. Los maestros eran la fuerza, pero quienes protegían a los maestros eran las barricadas. Fue así como se pararon a los escuadrones de la muerte y se evitaron muchas tragedias a pesar de que aún así tenemos como 25 muertos confirmados.

Era la manera en que el pueblo podía participar del movimiento. Por la mañana el obrero tenía que ir a trabajar y ellos, al igual que las mujeres, después de sus quehaceres diarios, se pasaban noches enteras en vela resguardando una barricada, para volver a su trabajo diario a la mañana siguiente. Ellos no podían estar en un plantón o en marcha tras marcha, pero su participación era a través de su presencia en las barricadas. Así fue como el pueblo mantuvo el movimiento, y no tanto las organizaciones. Las últimas dos barricadas fueron el bastión que mantuvo a flote la resistencia (Cinco Señores y Soriana)

– A partir de la nueva estructura política de la APPO aprobada en la Asamblea Constituyente, con un Consejo estatal de 260 miembros que sustituía a la Dirigencia Provisional de sólo 23, ¿hubo un cambio en la política de la APPO con respecto a las barricadas?

Claro. Cuando todos formábamos parte directa o indirectamente de la APPO, sentíamos que faltaba algo: una integración por parte de todos y que no fueran las decisiones tomadas por una cúpula de dirigentes que hacían y decidían en nombre del pueblo. Así, comienza a haber un enojo por parte de las barricadas cuando ellos tratan de tomar unas decisiones que no les correspondían. Nosotros siempre acudimos a las convocatorias de la APPO, pero muchas veces en las reuniones que se convocaban en las colonias, la APPO los dejaba plantados. La gente les decía que cómo se atrevían a tomar decisiones en nombre de ellos cuando ni siquiera acudían a las reuniones a las que les convocaban. Pero esto lleva a que en la Asamblea Constituyente se vean reflejadas todas las voces. Importante es una colonia, una barricada, un sindicato, pero el peso del pueblo es mucho mayor. A partir de ese momento la balanza se pone a nivel y aquellos que antes no nos sentíamos reflejados a pesar de hacer todo el trabajo, tomamos más importancia. Y ese es el sentido que va tomando ahora la APPO.

– Las dos últimas barricadas tenían como finalidad resguardar Radio Universidad. ¿Cual ha sido según tu opinión la importancia de los medios de comunicación en el movimiento y especialmente de Radio Universidad en los últimos acontecimientos de Noviembre?

Nosotros ya sabíamos de esa importancia cuando ayudamos a la Sección 22 del Sindicato de Maestros a hacer la instalación de Radio Plantón. Esta herramienta fue la base de todo para poder organizar al pueblo de Oaxaca. El gobierno ocupaba esta herramienta en contra del pueblo. Nosotros veíamos la tele y nos preguntábamos por qué no se decía la verdad, por qué seguían sacando a ese hombre (Ulises Ruiz) hablando con total impunidad. El pueblo estaba enojado y las mujeres se organizan y ponen el ejemplo al movimiento. A los que pensábamos que había que tomar medios de comunicación se nos decía que eran acciones muy radicales, pero cuando las mujeres toman la televisión estatal, ven que lo radical ya estaba de por medio. Entonces el gobierno empieza a ver la fuerza que tienen los medios, ya desde el video que se edita del intento de desalojo del 14 de junio. Al tomar la tele, el gobierno no aguanta que se le esté contrarrestando con las mismas herramientas que él tenía a su disposición y que nosotros ponemos a disposición del pueblo. Los medios son definitivamente lo primordial para organizar el movimiento, y el hecho de que nosotros acudiéramos a defender el último medio, era porque sabíamos de la importancia que este tenía, porque si algo nos mantenía unidos, era esa radio.

– ¿Qué tipo de agresiones recibíais en la barricada?

Eran agresiones físicas que atentaban a nuestras vidas. Si nosotros podíamos responder era con un cohete o una piedras, y ellos a cambio nos tiraban balas. Se trataba de sicarios, de policía vestida de civil, grupos de priístas y de porros, y paramilitares. Llegaban, desenfundaban y disparaban, y todas las noches era lo mismo. Un día a las 7 de la mañana fui a la enfermería porque tenía un fuerte dolor en el estómago, y cuando estaba allí, se oyen detonaciones, piden la camilla, y traen al compañero con un balazo en el abdomen, a quemarropa y cerca de la puerta. Eran situaciones muy duras. La gente de Ulises trataba de mantener una guerra constante, pero nosotros nos propusimos resistir. Las barricadas eran muy peligrosas. Si tú andabas por Cinco Señores, implicaba que si tú sacabas un pie fuera de la barricada había ministeriales dando vueltas que podían capturarte. Si eras estudiante, joven, con el pelo largo o llevabas una camiseta política, podías ser detenido, que te dieran una paliza.

– Muchos de tus compañeros de las barricadas han sido detenidos, ¿sabes como están siendo tratados en los penales?

Se sabe que los que están dentro siguen siendo torturados y los que han podido salir, lo han hecho muy lastimados, con costillas rotas, muy golpeados. Adentro no hay un mínimo respeto, eso es algo que con lágrimas en los ojos nos cuentan. Es muy duro porque tenemos ahí dentro a compañeros y compañeras que estuvieron muy relacionados con nosotros y sabemos los duros momentos que están pasando ahí dentro. Eso nos duele un chingo. Les han hecho firmar declaraciones que son fabricadas. Nos dicen que les han sacado la información. «La verdad es que ya no aguanto tanto dolor y lo he dicho todo», nos dicen. Y nos toca decirles, «no te preocupes, ellos de una u otra manera ya sabían». Además, no tenemos nada que ocultar.

– Además hay alrededor de un centenar de desaparecidos. ¿Sabéis qué ha ocurrido con toda esta gente?

Yo también me hago esa pregunta. ¿Donde están? Qué sentido tiene por parte del gobierno, de la policía, el no presentarlos dentro de una cárcel, aunque sea todos golpeados. Nos damos cuenta de que están haciendo las cosas con toda una experiencia y tomando ejemplos de guerras pasadas de otros estados y otros países. Si nosotros preguntamos a nuestros compañeros y nos cuentan que los subieron a un helicóptero y los pusieron de cabeza y les decían que los iban a tirar… Hay gente de la sierra que nos dice que están apareciendo cuerpos en estado de descomposición, muy golpeados en mitad de la serranía. ¿Qué hacen esos cuerpos ahí? Se sabe que los helicópteros fueron cargados de gente y que en cierto momento se metieron en el mar, y no se sabe qué pasa con esa gente. Sabemos que mucha gente de Ulises ha actuado por su cuenta. Ha hecho secuestros y una serie de disparates en contra del pueblo. Esa es otra versión que manejamos, que mucha gente no ha sido entregada a instancias federales ni a policías y por eso no aparecen.

– Se está hablando de un dispositivo militar que ocupe todo el estado.

Ese dispositivo se ha dado desde antes del movimiento a través de un estado de militarización en parte de Oaxaca. En la actualidad hay un estado de sitio, y lo ha reconocido Gobernación, basado en una serie de retenes del ejército mexicano y de la Policía Federal Preventiva. El argumento que se utiliza, y que se nos da a conocer a través de un comunicado de Gobernación, es que este dispositivo busca dar captura a quienes se han declarado responsables de las bombas en ciudad de México, que ya tienen localizados y ubicados. Nosotros sabemos que ni en la Sierra ni en ningún otro lado hay un gran ejército revolucionario o un gran movimiento guerrillero. Hay grupos aislaos que están accionando, pero son grupos aislados. Realmente el movimiento de Oaxaca no ha buscado ninguna vinculación con estos movimientos, porque no va por ese camino. Nosotros estamos dentro de la legalidad y de un proceso político, de acción directa, pero pacífico. No buscamos la clandestinidad.

– ¿Como ves el futuro del movimiento popular y de la APPO en Oaxaca? ¿Crees que es posible un levantamiento armado?

Yo creo que la APPO va a seguir. Lo que no sabemos es si será un proceso de radicalización. Las formas las va a decidir el tiempo. Creo que la APPO no debe perder de vista el objetivo por la que fue creada. Dentro de eso, la APPO es un movimiento muy diverso, de muy diferentes ideologías. Ha sido el caminar juntos un proceso que nos está llevando a saber qué es lo que queremos. Se trata de buscar el cambio en el que nunca se ha creído. Simplemente estamos buscando otra manera de organización, no partidista, pero sin pelearnos con los partidos. Al PRD se le ha dado cabida, pero no se le ha permitido que tomen al movimiento como trampolín de sus intereses. Hay una identidad para algunos, para otros no, con La Otra Campaña. Vemos que son los pasos que ella pone en práctica.
En cuanto al levantamiento armado, no se puede descartar. Muchos decimos que no, que la guerra es muy dura y muy difícil, pero también es muy difícil mantener un movimiento con muertos, defenderse de piedra a bala; si queremos hacer una lucha al igual, creo que tenemos que corresponderles al igual. Esta vez nosotros hemos puesto los muertos y ellos las balas; no nos convence que siga habiendo mártires e impunidad. Pero a toda costa vamos a tratar de evitar la agresión de pueblo a pueblo, pero es el pueblo el que va a ir caminando y decidiendo. Por un lado decimos que tenemos que ver y experimentar cosas nuevas, y no lo que ya se ha experimentado. Guerras ha vivido un chingo, revoluciones, con un chingo de muertos, pero tal vez los jóvenes que van a venir a resistir con nosotros sepan dar una respuesta a una resistencia futura. La mejor manera es pensar, meditar, consensuar, criticar, llevar al debate las formas de resistencia que podemos dar. Una de ellas son las armas, pero no es la única. Nosotros cumplimos todos los compromisos dentro de la legalidad: firmas, pruebas, demostraciones de la ingobernabilidad a través de la desobediencia civil, los medios de comunicación, las marchas masivas, los foros… todo eso nos ha proyectado en una resistencia activa. Quien quiera tomar las armas esta en su derecho, pero yo creo que debemos actuar como el pueblo quiere que actuemos.