La pandemia no terminará hasta que el mundo esté vacunado. Los países más ricos comenzaron hace meses sus programas de vacunación. ¿Pero qué ocurrirá con los países más pobres?
Un equipo de especialistas en Salud Pública ha publicado en The Lancet un estudio sobre los obstáculos a salvar para lograr una inmunización global.
1) Desarrollo y producción de las vacunas.
2) Negociación de los precios.
3) Reparto razonable de las dosis donde más se necesitan.
4) Infraestructura para la administración de las vacunas.
Exploremos cada uno de estos puntos paso por paso:
1) Desarrollo y producción de las vacunas.
El desarrollo de las vacunas frente al covid ha sido un verdadero milagro científico: normalmente se tarda al menos una década en desarrollar una vacuna para una nueva enfermedad.
Sin embargo, apenas un año tras el comienzo de la pandemia hay 66 vacunas que ya están en alguna fase de ensayo clínico, y entre ellas, 20 en la fase III, la última antes de la aprobación.
Una de las claves para que las vacunas hayan llegado tan rápido está en la financiación de gobiernos y ONG que han recibido algunas farmacéuticas.
Fuente: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00306-8/
Una vez completado el desarrollo de las vacunas, el siguiente obstáculo a superar es el de la producción a escala.
Esta es la capacidad estimada para 2021 de las vacunas que están aprobadas o cerca de la aprobación:
Fuente: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00306-8/
Los investigadores subrayan en el artículo que muy pocos países tienen la capacidad técnica para la fabricación (y particularmente con las nuevas tecnologías basadas en vacunas de ARN). Por eso sería importante que los gigantes farmacéuticos lleguen a acuerdos con las empresas farmacéuticas de ámbito regional para transferir tecnología. Así lo han hecho Pfizer con acuerdos en Latinoamérica o Novavax en India.
Además de las vacunas en sí, una campaña de vacunación tan global pondrá mucha presión también en los mercados de viales de cristal o jeringillas.
2) Negociación de los precios
El 85% de la población mundial vive en países de renta media o baja. Asegurar precios razonables para las vacunas es otro de los elementos esenciales.
El objetivo de los gobiernos es vacunar a todos sus ciudadanos: por eso, incluso un precio bajo por dosis podría ser inasumible en muchos lugares.
Fuente: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00306-8/
Los factores más importantes en la formación de precios serían los siguientes: a) el coste intrínseco del desarrollo y la fabricación de la vacuna, b) la financiación pública que hayan recibido las farmacéuticas, c) el mecanismo que utilicen para licenciar la tecnología y permitir la fabricación por terceros, d) los beneficios que quieran tener las farmacéuticas, e) si existen derechos de propiedad intelectual y f) la presión política para que los precios sean lo más bajos posibles.
Y el problema no estará sólo en el precio de las dosis: distribuir y administrar millones de dosis también cuesta mucho dinero. En campañas de vacunación frente a otras enfermedades, donde se han dado dosis gratuitamente, algunos países necesitaron fondos adicionales para su distribución.
3) Reparto razonable de las dosis donde más se necesitan.
Los países más ricos están acaparando los primeros envíos de las farmacéuticas. Aunque esta estrategia tiene sentido a nivel nacional, a nivel global podría un desastre: millones de dosis pueden acabar sin utilizarse mientras son muy necesarias (para el personal sanitario o la población mayor) en otros lugares.
Fuente: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00306-8/
Ya ocurrió durante la pandemia de gripe en 2009: la mayoría de los países ricos acapararon las dosis, mientras algunos de los países más afectados se quedaron sin ellas.
Para evitar repetir el mismo error, la OMS anunció en abril de 2020 la creación de un mecanismo de compra y distribución conjunto llamado COVAX.
La idea de COVAX es la siguiente: la vacuna debería distribuirse de manera ecuánime entre todos los países. En una primera fase, todos los países deberían tener acceso al equivalente al 20% de su población (para inmunizar al personal sanitario y a los más mayores). Ningún país debería vacunar a más del 20% si no hay dosis suficientes para que todos los países lo hagan.
Los países más ricos comprarían sus dosis a través de COVAX a un precio estimado en unos 11 dólares, mientras los países más pobres pagarían 2 dólares por dosis.
El problema es que muchos países están llegando a acuerdos directamente con las farmacéuticas, lo que deja en un lugar muy frágil el paradigma central del COVAX.
4) Infraestructura para la administración de las vacunas.
En muchos países, incluso después de que se reciban las dosis, habrá que superar otros desafíos para vacunar a la población:
– Algunas vacunas (como la desarrollada por Pfizer) necesitan cadenas de frío de -70º C y eso es una infraestructura que tienen pocos países.
– Para organizar una vacunación de toda la población se requieren registros y sistemas de salud pública y 74 países de la OMS no tienen programa de vacunación establecido para ninguna enfermedad.
– Por último, se necesita que la población confíe en las vacunas. Y, según la encuesta que incluye el estudio, esto no es sólo problema en los países más pobres: