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Las dos caras del «sí»

Fuentes: Nueva Radio

El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, recibió el apoyo mayoritario de la población en el referendo del domingo sobre el futuro del gas natural. Pero la victoria del «sí», lejos de resolver la espinosa cuestión del gas, abre un nuevo capítulo de disputas entre el gobierno y la oposición, que interpretan en forma radicalmente diferente […]

El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, recibió el apoyo mayoritario de la población en el referendo del domingo sobre el futuro del gas natural.

Pero la victoria del «sí», lejos de resolver la espinosa cuestión del gas, abre un nuevo capítulo de disputas entre el gobierno y la oposición, que interpretan en forma radicalmente diferente el resultado de la consulta. Mesa declaró que «las preguntas no son ambiguas ni equívocas ni llevan a la confusión.  Son tan claritas como el agua».

Pero el líder indígena y diputado Evo Morales, hasta ahora el principal aliado de Mesa, interpretó por su cuenta el resultado de la votación y aseguró que significa «la nacionalización y la revisión de contratos» con las empresas petroleras transnacionales.

¿Nacionalización?

La propuesta de Mesa plantea una nueva ley de hidrocarburos, que aumentará progresivamente los impuestos a las empresas petroleras transnacionales instaladas en Bolivia.

«La gran trampa de Mesa era la pregunta de sólo subir impuestos a las petroleras», según Morales.  «No estoy hablando de expropiación ni confiscación», dijo Morales, quien aseguró que su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS) planteará ante el Congreso una ley de hidrocarburos que refleje esta posición.

Esta interpretación del MAS respecto al resultado del referendo contrasta con la del gobierno, que aseguró que la victoria del «sí» no significa una nacionalización como plantea Morales.

El MAS es el segundo partido con mayor representación parlamentaria y la diferencia de interpretaciones del referendo podría plantear el primer problema del gobierno luego de la votación, que se había convocado para decidir el destino del gas natural que posee Bolivia.

Protestas

La pacífica jornada de sufragio de este domingo fue una clara derrota de los sindicatos radicales que habían anunciado el sabotaje del referendo y la quema de ánforas de votación, porque no estaba planteada la pregunta sobre la nacionalización de los hidrocarburos.  .  Sólo un pequeño grupo de personas intentó evitar la votación en un recinto de sufragio, pero fue rechazado por la misma población que se aprestaba a votar.

A pesar de la evidencia de su derrota, el dirigente sindical Jaime Solares, líder de la Central Obrera Boliviana, aseguró que convocará a protestas para evitar que «el gas se exporte a través de territorio chileno».

En octubre pasado, Mesa dejó la vicepresidencia y asumió la primera magistratura de Bolivia porque su antecesor, el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, fue forzado a renunciar por grandes protestas populares.

La rebelión contra Sánchez de Lozada se debió a que intentó poner en marcha un proyecto de exportación de gas natural a través de Chile.

Lucha en el Parlamento

Además de las objeciones del MAS y los sindicatos, para aplicar los resultados del referendo Mesa tendrá que superar la posible oposición de los partidos políticos en el Parlamento, que gobernaron en alianza con Sánchez de Lozada.

Estos partidos tienen actualmente la mayoría en el Congreso, instancia en la cual debe aprobarse la nueva ley de hidrocarburos.

«El Parlamento tiene que entender que su voto ya no está absolutamente referido a la decisión de los partidos, sino que tiene que ser inequívocamente fiel al espíritu, a la letra, al fondo y a la forma de las preguntas que han sido respondidas contundentemente con el ‘sí'», dijo Mesa.

Mientras tanto, el MAS ya anunció que presentará ante el Congreso una ley basada en su interpretación del resultado del referendo.

«Si Mesa no quiere respetar el resultado del referendo, entonces estaremos en las calles nuevamente para defender el voto del pueblo», aseguró Morales.

19 de julio de 2004