Las empresas privadas en México ocultan el 30 por ciento de los accidente laborales que se producen en el país, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dados a conocer por la prensa local. Los datos oficiales del IMSS hablan de medio millón de accidentes de trabajo cada año, pero de ellos al […]
Las empresas privadas en México ocultan el 30 por ciento de los accidente laborales que se producen en el país, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dados a conocer por la prensa local.
Los datos oficiales del IMSS hablan de medio millón de accidentes de trabajo cada año, pero de ellos al menos 150.000 permanecen en la clandestinidad, afirmó Víctor Hugo Borja Aburto, coordinador de Salud del Trabajo del IMSS.
‘Chile, que tiene problemas de oscurantismo en su registro, tiene una tasa de accidentes del 5% al año; España está en el 4,5%. Nosotros estamos en el 2,9%, esto es porque más del 30% de los accidentes en México no se reportan’, denunció.
Las empresas no informan de los accidentes para evitar que crezca su cuota por concepto de siniestralidad, que puede ir de 0,5% a 15% del valor de su nómina. Si la empresa tiene una nómina mensual de 100.000 pesos, puede llegar a pagar hasta 15 mil pesos mensuales.
Para ocultar los accidentes, las empresas evaden responsabilidades de tres formas. No reportándolos, abriendo más de una razón social, una que sólo lleve el registro de los empleados que trabajan bajo riesgo de trabajo y así disminuir la proporción de nómina, y la última, tener médicos y equipo quirúrgico dentro de la empresa para atender cualquier emergencia menor que no amerite hospitalización.
Las autoridades conocen las técnicas pero pueden hacer poco porque las empresas no incurren en delitos sino en faltas administrativas. La Secretaría de Trabajo y Previsión Social tiene 313 inspectores para monitorear 815.000 centros de trabajo. En 2006, sólo 7.908 sitios fueron inspeccionados.
El abogado experto en temas de trabajo, Néstor de Buen, considera deficiente el sistema de verificación. ‘No hay tantos inspectores como empresas, y no hay facilidades de una inspección permanente. Además es difícil que un inspector manifieste ciertas irregularidades porque recibe una gratificación para no hacerlo’, precisó.