-Estamos con Alfredo Barrera, el papá de Carla Soggiu. Buenas noches, Alfredo.
-Buenas noches, Mario. ¿Cómo te va?
-Te agradezco. Sé que no andás bien de salud, te agradezco de todas maneras que hayas tenido la deferencia de atendernos. Luego de prácticamente 20 cartas les atendió el presidente, Alberto Fernández.
-Sí, fueron 20 cartas.
-Han tenido la oportunidad el pasado 3 de junio de dialogar con el presidente de la Nación. ¿Qué nos podés comentar respecto de esa reunión?
-Era algo que estábamos esperando hace mucho y bueno, se dio. Nos avisaron a última hora del día anterior así que hubo gente que vino de 600 kilómetros, así que imaginate, sacar el pasaje y todo porque no había que dejar pasar la oportunidad. Era algo que estábamos esperando.
En la reunión en sí, muchos de mis compañeros pudieron explayarse sobre el caso de sus hijas, comentarles las problemáticas que tienen cada uno que son individuales y a la vez son grupales porque muchos aspectos se parecen, ¿cierto? Ese es el problema que tenemos con la justicia.
Es muy complicado el tema que tenemos con la justicia, también el tema de lo que es el primer momento, porque nosotros no hablamos solo de lo que es el caso y por nuestras hijas que ya no están más, sino por todos los casos que se suman día a día lamentablemente.
Para que tengan un acceso más instantáneo a todo, para una justicia más justa, para eso hay que preservar la escena del hecho si es que hay y ellos tienen que poner a disposición un montón de cosas. Avisarles a los padres, a las madres, a la hermana o a quien sea, que tiene que defender ese camino, para dónde tiene que caminar, porque nosotros lo tuvimos que hacer casi a ciegas.
En mi caso no tuve la oportunidad de hablar porque no podíamos hablar todos, había que elegir a los oradores y yo estaba bastante complicado. De todas maneras, me quedé con ganas de hablar. Cuando lo saludamos cada uno de manera particular le pedí si más adelante podía hacer una reunión más porque habíamos quedado muchos familiares sin haber podido expresarnos.
-¿Cuáles fueron las exigencias concretas que llevaron al presidente de la Nación?
-Las exigencias son: un cambio en la reglamentación de la Ley Brisa porque casi nadie accede, te piden infinidad de cosas, te piden un procesamiento firme, te piden un montón de cosas… y los chicos que perdieron a su mamá están ahora. En mi caso tengo trabajo, esforzándome, pero hay gente que la pasa muy mal después de que perdió una hija, una hermana o lo que sea porque ¿qué pasa con esas criaturas? Los tiempos de la justicia son lentos y las criaturas están hoy, tienen necesidades hoy de todo tipo, de ayuda monetaria, es integral.
Justicia justa, valga la redundancia, pero es eso, tener una justicia con perspectiva de género con jueces y fiscales idóneos para ese puesto, que no estén manchados. Nosotros hemos repartido a muchos periodistas el escrito completo de las propuestas. Ahora quedamos a la espera de alguna respuesta por lo afirmativo y por lo negativo. Creo que todo de la noche a la mañana no se puede, pero nosotros venimos luchando hace tiempo y rescatamos que se abrieran los canales de diálogo. Hay que sacar algo bueno de esto. Siempre te lo dije, nosotros queríamos hablar con él para sumar, que nos escuche, porque no hay nada más importante que escuchar a una persona que tiene la experiencia, pero en la práctica. Nosotros no somos burócratas ni estudiamos para eso, lamentablemente lo sabemos desde la práctica. Solamente queríamos eso, poder expresarnos y que nos escuchen, que reciban nuestra propuesta y que la estudien y que salgan soluciones porque lo que nosotros lo que le brindamos son soluciones.
Sabemos que el país está complicado, sabemos todo. Somos gente común y corriente que tiene que vivir el día a día como todo el mundo. Al margen de eso nuestras hijas ya no están más con nosotros, que no es solamente tener el corazón destrozado sino un montón de cosas más. Porque hoy justamente lo hablaba con mi señora, no sabemos cómo extraño llegar del trabajo, pegarme un baño y poder olvidarme de todo por un ratito y ser uno libre de la manera que uno quiera. ¿Sabes cómo extraño eso? Horrores lo extraño.
-¿Qué impresión se llevaron de la reunión con el presidente? Una reunión tan esperada después de 20 cartas.
Se cortó la comunicación con Alfredo Barrera, el papá de Carla Soggiu, uno de los asistentes a la reunión con el presidente de la Nación, con Alberto Fernández, el pasado 3 de junio cuando recibió en la Casa Rosada al grupo de familiares sobrevivientes de femicidios, las madres y padres de mujeres asesinadas por la violencia machista, que describieron cada caso y lo que tienen en común, la falta de justicia, la complicidad policial, la trama narco, la justicia patriarcal y la desidia estatal.
Entregaron un petitorio con reclamos concretos como el efectivo cumplimiento de la Ley Brisa, la dificultad para pagar peritos y abogados. Se fueron con la sensación de ser escuchados, lo que sigue es pasar a la acción.
Yo quiero leerles la carta que le entregaron al presidente de la Nación el pasado 3 de junio: En este doloroso y angustiante camino que emprendimos el día que asesinaron a nuestras hijas hemos tenido que luchar todos los días contra un Poder judicial enceguecido por la corrupción de sus intereses, un Poder legislativo que se acuerda del tema cada fecha fotografiable y un Poder ejecutivo que habla más de lo que hace. Algunas familias llevamos años llevando esta cruz así que la afirmación que realizamos se aplica a diferentes administraciones e incluso de signos políticos contrarios. Todas han prometido mucho, todas han hecho poco, todas también han preferido tener como interlocutores a expertes que no han soportado el cachetazo que significa que un Estado obligado por leyes y tratados a hacer algo lo incumpla todos los días, así la puerta de acceso a la justicia, nuestros derechos que tenemos como familias es estrecha, arbitraria y prebendaria, así no podemos seguir ni un día más, sumando nuestros dolores y experiencias. Focalizamos hoy nuestra exigencia en estos tres reclamos urgentes, necesarios y justos al concretarse el Estado Argentino estará dando un paso importante para que la letra de la ley se convierta en hechos. Nuestras tres exigencias son las siguientes: exigimos el cambio de la reglamentación de la Ley Brisa, el acceso al derecho que garantiza la Ley Brisa a las infancias huérfanas por feminicidios se ve obstruido por la reglamentación que hizo el Poder ejecutivo como consecuencia en el peor momento y cuando más apoyo necesitan las familias deben hacerse cargo de sostener la vida de esas infancias sin apoyo alguno. El trámite hoy en día no es administrativo, sino judicial lo cual requiere la participación de abogados, los letrados oficiales están recargados y hacen más lento el proceso judicial. En 2020 hubo 343 infancias huérfanas por femicidios y en los primeros 100 días del 2021 ya suman 80, según datos del Observatorio Lucía Pérez esas infancias no pueden esperar ni un día más. Dos, exigimos que el Estado garantice el acceso a la justicia y desde el primer día la investigación imparcial judicial justa y con perspectiva de género. Y tres, exigimos el acompañamiento integral a las familias víctimas de femicidios. La Normativa Internacional de DD HH obliga al Estado Argentino a reconocer la identidad de víctimas que tienen nuestras familias, dicha identidad nos convierte en los portadores de los derechos que le fueron asesinados a nuestras hijas y esos derechos están establecidos claramente por leyes y tratados. Exigimos que comiencen a cumplirse, se respeten y garanticen en forma integral.
Estos fueron los tres planteos centrales que hicieron al presidente Alberto Fernández las familias víctimas de femicidios el pasado 3 de junio.
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