La periodista Laura Castellanos y el fotógrafo Ricardo Trabulsi presentarán el 29 de mayo su libro Corte de Caja. Entrevista al Subcomandante Marcos (coedición Búnker y Alterno, 2008) en las instalaciones del Fondo de Cultura Económica de la Colonia Hipódromo Condesa, acompañados de la escritora Guadalupe Loaeza y del intelectual Pablo González Casanova. La edición […]
Tomando en cuenta que Gabriel García Márquez, Juan Gelman, Julio Scherer y Gloria Muñoz Ramírez habían entrevistado al Subcomandante Marcos para Cambio (Colombia), Brecha (Uruguay), Proceso y La Jornada (México) respectivamente, parecía prácticamente imposible superar el trabajo periodístico sobre el portavoz del EZLN escrito por Gabo, Gelman, Scherer o Gloria Muñoz, sin embargo Laura Castellanos sorprendió a propios y extraños con las declaraciones del «Sup» que literalmente le dieron la vuelta a la tierra en
www.cortedecaja.orgEn exclusiva para
El Clarín.cl Laura Castellanos y Ricardo Trabulsi conversan el detrás de cámaras de Corte de Caja (2008) libro en el que ambos invirtieron todo su tiempo y talento -además de recursos económicos- para que los derechos de autor se destinen a los caracoles zapatistas. El fotógrafo Trabulsi inaugura su trabajo como activista político y Laura Castellanos siendo una acreditada especialista en guerrillas, escribirá el segundo tomo de México armado (Ediciones Era, 2007), donde -está por confirmarlo- el Subcomandante Marcos colaborará con la historia no pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). MC.- Laura, tanto Gatopardo como El Universal de México publicaron ediciones parciales de tu entrevista, pero tú ¿qué destacarías de las 6 horas de audio con el Sup? LC.- En particular la situación actual de las comunidades indígenas, sobre todo en el cierre de la estrategia gubernamental de contrainsurgencia; destacaría al personaje Subcomandante Marcos reflexionando sobre lo que se generó después de la decisión de romper con la intelectualidad de izquierda institucional, rescataría su recapitulación sobre la historia del movimiento zapatista y también una reflexión sobre sí mismo, sobre su protagonismo y la visión que tiene de sí mismo como jefe militar; llama la atención sus declaraciones sobre los personajes protagonistas de Latinoamérica y sobre algunas organizaciones guerrilleras como el Ejército Popular Revolucionario (EPR). MC.- Ricardo, ¿por qué le habías solicitado una sesión fotográfica a Marcos bajo el seudónimo de Gildardo Magaña? RT.- Gildardo Magaña se inscribe a la lucha zapatista de1910, de hecho él entró a las filas de Emiliano Zapata en 1914, pero Gildardo nunca abraza las armas, cuando yo leo la biografía de este personaje de pronto me identifico con un zapatista que trabaja para el zapatismo desde el cuartel general, pero insisto nunca tomó las armas; de hecho él es quien una vez muerto Emiliano Zapata se ocupa de llevar todas las reivindicaciones zapatistas a la Constitución de 1917. Me encantó la idea de un personaje civil pacifista que está dentro del movimiento zapatista. MC.- ¿En verdad no tuviste respuesta del Subcomandante Marcos durante los 4 años que le solicitaste la sesión fotográfica? RT.- Yo respeto la decisión tanto de Marcos, como del movimiento, porque ellos calculan a quién le dan entrevista y qué alcance tendrá; en mi caso me acerqué a título personal como retratista, de hecho Marcos sí me respondió una vez, me dijo: ‘no tengo tiempo, ven a La Otra Campaña y ahí me tomas todas las fotos que quieras’ pero eso no era la lógica de un retrato, el personaje tiene que estar conciente de que será fotografiado, posar frente a la cámara, de otra manera es una fotografía robada. Esta sesión de fotos se da coyunturalmente, Marcos no sabe que yo seré el fotógrafo, me hablan de Gatopardo y ni creo que yo haré el retrato, hasta que estoy enfrente de él.MC.- Laura ¿además del guerrillero en el retrato se mira a un Marcos profeta que dice: «El EPR dará mucho de qué hablar»? -la entrevista fue en noviembre de 2007 y ahora uno de los temas de la agenda nacional es la intención de dialogo del EPR- ¿viste al juglar con el bagaje del Viejo Antonio? o ¿al escritor con su invención de Don Durito de la Selva Lacandona
? LC.- Leerás a un Marcos visionario, que tiene muy clara la realidad y el futuro del país con respecto a determinados escenarios: la reforma energética, el posible aumento de la acción represiva del gobierno y con el EPR su lectura fue acertada; pienso que Marcos ha tenido el don de visualizar el porvenir; particularmente desde que el movimiento zapatista recorre el país, Marcos amplia el panorama de su realidad, dando cabida a la autocrítica. A la izquierda partidista e institucional le ha faltado autocrítica y la voz de Marcos es una lección en un momento crucial de la historia de México. MC.- Ricardo leí que Marcos te habló del trabajo de Ernesto Che Guevara como fotógrafo en México ¿hay en ti -tal vez sin saberlo- un paso igual que Alberto Díaz «Korda»? ¿del mundo de la moda transitarás a integrar la memoria gráfica del EZLN? RT.- Yo he viajado a Chiapas desde 1998, para fotografiar a las comunidades zapatistas, lo que hace el retrato al Subcomandante Marcos es inaugurar públicamente mi labor como retratista -yo soy conocido por la fotografía de modas y espectáculos- y como periodista tengo el derecho de abordar todos los temas que se pongan enfrente, el hecho de que yo fotografiara en el pasado gente de la farándula no me limita, ni me quita el derecho de fotografiar a otras personas, finalmente si te pones a revisar el trabajo de los fotógrafos mexicanos desde hace 150 años, verás que Casasola fotografiaba a las clases altas, así como a los revolucionarios. Definitivamente es un paso cualitativo ¿sabes? dejo una parte de la cultura de mi país -la fotografía de modas- y comienzo a retratar a personalidades de otras disciplinas: artistas y escritores. Yo pensaría que la tendencia de mi trabajo va hacia allá. MC.- Laura, si bien en tu libro hay ciertos comentarios y sensaciones ¿cómo viviste el reencuentro con las comunidades zapatistas de Chiapas? ¿qué hay detrás de cámaras? LC.- Fue un viaje intenso, lo viví de manera especial como un recuentro, tenía muchos años de no ir a las comunidades indígenas chiapanecas y regresé muy conmovida al darme cuenta los avances en la calidad de vida de las comunidades y que desafortunadamente por no tener una presencia mediática importante, pareciera que no existen, porque no son visible. Así que darse cuenta y atestiguar como -y a pesar de todo- han ido avanzado, en la equidad de género y una mayor presencia de los jóvenes en las instancias de las juntas de buen gobierno zapatistas y en las labores de la comunidad. MC.- Ricardo, mencionabas al fotógrafo Gustavo Casasola, existen otros referentes en México ¿qué representan Manuel Álvarez Bravo, Juan Rulfo, Héctor García, Tina Modotti, Alejandro Stuart y Rodrigo Moya en tu vocación fotográfica? RT.- Aprendizaje, yo he revisado a todos estos fotógrafos, de alguna manera son los antecedentes, los que vienen heredando la tradición de la fotografía Latinoamericana y que yo retomo; un fotógrafo cuando está enfrente de un modelo toma decisiones estéticas, morales y de contenido, cuando le pregunto al Subcomandante Marcos si se puede subir al caballo es porque sé que hay una tradición en la fotografía de héroes a caballo, la relación del libertador con el caballo es estereotípica; entonces lo que proyecta la foto de Marcos a caballo son todos los antecedentes de fotógrafos que estudié, en lugar de ponerme como creativo artístico radical, asumo la tradición de los libertadores a caballo. MC.- Laura ¿cómo se integró el trabajo fotográfico de Ricardo contigo? LC.- Desde el principio ambos trabajos se acompañaron, en especial en Chiapas, los dos estábamos en la misma frecuencia, al principio sólo trabajábamos un reportaje para una revista, cuando nos planteamos la idea de hacer un libro, sabía que era una entrevista muy larga y narrativamente tenía problemas para sostener el interés del lector, además necesitaba reencontrarme con las imágenes para recuperar recuerdos, pues ya habían pasado dos meses de la entrevista en Chiapas y mientras transcurría el tiempo se hacían más vagos. Aunque puedes ver las fotos y la entrevista de manera separada, van amalgamadas, en la narración se detallan las fotos y en viceversa. Las fotos arropan la palabra del Subcomandante Marcos. MC.- Hablamos de la parte creativa de ambos, ahora me interesa la edición en forma del libro ¿cómo implican la búsqueda de una editorial que estuviera dispuesta a donar los derechos de autor a los caracoles zapatistas? RT.- Nos pasó que el reportaje en el que se despliega la entrevista se quedó corto en relación al contenido, veíamos que habían muchas cosas por decir. Se sumó la voluntad de los dos y la impresión que nos causó ver a Marcos en un estado de reflexión, así nació la inquietud de que la entrevista no se perdiera en el reportaje, ahí comenzamos a hablar sobre la posibilidad de publicarlo -aunque fuera en un esténcil- y buscar hasta donde llegaran nuestros recursos. Con el sello Endira encontramos a un editor joven, que sabe de libros, a pesar de que no tiene una distribución masiva; nosotros participamos coeditando, aportando dinero para que se imprimiera lo más pronto posible, forzamos para que el libro saliera antes y eso nos pone en una situación privilegiada para ver qué hacíamos con las ganancias del libro. Las regalías vamos a dedicarlas completamente a los caracoles zapatistas. MC.- Laura, 6 horas de audio para la entrevista se dicen fácil, pero es muchísimo tiempo, aún así ¿te quedaste con preguntas pendientes? LC.- Sí, Mario tú sabes que cuando haces una entrevista llevas apuntes, en algunas hay oportunidad de tomar notas, hay entrevistas que haces de manera fugaz, yo quería establecer un contacto muy cercano con Marcos, dejé correr la grabadora, para mí era importante no perder el contacto visual con él, yo sentía que era la manera en que podía adentrarme más, llega un momento -tú sabes como entrevistador- que por los gestos y actitudes se acerca el fin, o cuándo debes hacer la pregunta «dura» y así fluyó la entrevista, hasta que percibí un cansancio; Marcos dijo: «pregunta lo que quieras» yo estaba contenta y feliz de seguir hablando, de pronto la entrevista fue zigzagueante y cuando se me ocurría algo aprovechaba su actitud de apertura. Quedaron cosas pendientes que quiero preguntarle en una segunda oportunidad, sobre algunos personajes latinoamericanos y decisiones del EZLN en el pasado. MC.- Ricardo un par de dudas antes de irnos ¿conocías el libro México Armado? ¿habías estudiado a los movimientos guerrilleros de México? RT.- No, yo me enteré de la existencia de la guerrilla a partir del movimiento del EZLN, fue un nacimiento, comencé a leer el periódico, antes no tenía el hábito de informarme de lo que pasaba en mi propio país. Hasta 1994 es que hago conciencia, leyendo La Jornada, a Eduardo Galeano, fui formando mi acerbo de cultura político. No conocía el libro de Laura…LC.- Es que México Armado (2007) me lo entregaron de la imprenta de Ediciones Era justo antes de salir a Chiapas, el primer ejemplar lo leyó el Subcomandante Marcos y de él salió la idea para trabajar el segundo tomo.
MC.- Laura entenderás que la pregunta obligada -independientemente de lo conversado Off the record sobre la participación de Jorge Lofredo del Cedema.org y Alejandro Jiménez de ElUniversal.com.mx– ¿tardarás otros 10 años en terminar el segundo tomo de México Armado? LC.- Si en mi primer libro -México Armado (Era, 2007)- me tardé 10 años y en Corte de Caja (2008) dos meses ¿sacamos un promedio? (risas) ¿voy mejorando? o ¿no? Tardará muchísimo menos tiempo, ya estamos trabajando, a partir de este reportaje me reencuentro con el zapatismo que será lo que yo abordaré.MC.- Finalmente, Ricardo ¿montarás alguna exposición sobre los retratos que vienes fotografiando desde 1998 en Chiapas? ¿editarás un catálogo?
RT.- El trabajo del que vivo es el comercial, lo adyacente en mi caso es lo importante, no sé qué haré con él. Yo entiendo la fotografía como un arma política e ideológica, la fotografía funciona a través de signos, me interesa saber cómo hacer para que la fotografía se acerque al activismo, para despertar la conciencia a otras personas -a través de la imagen- de una realidad ajena. En lugar de hacer un libro o una exposición -que se inscribe dentro de la práctica artística- me parece que haré algo relacionado al arte público y al activismo político: panfletos y afiches, para difundir la causa del zapatismo.
http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=11723&Itemid=2897