El gobierno boliviano denunció ayer al país norteamericano de interferir en los asuntos internos, para lo cual estaría destinando recursos económicos.
En declaraciones al programa «El Pueblo es Noticia», de la estatal Radio Patria Nueva, el vicepresidente de la República, Alvaro García Linera, reveló que a la embajada estadounidense en La Paz, llegan fondos para patrocinar seminarios en los cuales «dan instrucciones políticas y se elaboran críticas al gobierno».
«Rechazamos ese tipo de colaboración que impulsa resistencia ideológica a las actuales transformaciones económicas y sociales para beneficio de todos los bolivianos», expresó el vicepresidente del país sudamericano.
Según García Linera, de los anunciados 140 millones de dólares anuales que entrega la Casa Blanca a la cooperación con Bolivia, una parte se destina a proyectos productivos de microempresarios, entre otros de los cultivadores de cebolla, «y es bienvenida y la necesitamos», acotó.
Sin embargo, rechazó que otra parte de esas finanzas, cuyo monto se desconoce, se emplea en auspiciar reuniones de ex ministros y funcionarios de gobiernos neoliberales y dictatoriales como los de Hugo Banzer o Gonzalo Sánchez de Lozada, para dividir al país.
«Las ayudas que fomentan la resistencia política al actual gobierno no son bien recibidas», enfatizó.
También explicó que para enfrentar esas ilegalidades se necesita una ley de fiscalización de las donaciones que entregan a Bolivia todas las naciones y también las Organizaciones No Gubernamentales.
La pasada semana, el ejecutivo boliviano criticó declaraciones del embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, sobre una supuesta ineficiencia en la lucha antidrogas e incremento del narcotráfico.
Esos criterios fueron catalogados como falsos e irrespetuosos, además de que constituyen una interferencia en los asuntos internos de Bolivia.
El vicepresidente boliviano explicó que desde la toma de posesión del gobierno de Evo Morales, en enero de 2006, quedaron atrás las épocas en que las políticas públicas eran dictadas por el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Aceptamos la ayuda de esos organismos financieros y también de todas las naciones del orbe, pero sin que nos impongan condiciones», aclaró.
«Somos -remarcó- un nuevo Estado, soberano e independiente, que comienza a construir la dignidad de todos los bolivianos».
El vicepresidente boliviano sostuvo además que Estados Unidos financia a grupos opositores a Evo Morales en Bolivia.
Las declaraciones de García Linera van de la mano con los dichos del embajador estadounidense en La Paz que afirmó que Bolivia es el segundo país más beneficiado con ayuda económica de Estados Unidos, con alrededor de 140 millones de dólares al año.
«Es curioso que con dinero de apoyo externo se esté articulando centros de influencia ideológica política y académica con ex ministros, con ideólogos conservadores», manifestó García Linera.
«Eso por lo menos tiene que llamar a una reflexión o a una sospecha. Qué tipo de ayuda es esa. Están potenciando y ayudando centros intelectuales de conservadores con dinero que supuestamente llega a Bolivia», remarcó.
«El gobierno boliviano protestaría de la misma manera si cualquier otro país estuviera financiando supuestos centros de defensa de la democracia, «pero que en el fondo son lugares de atrincheramiento de ex funcionarios» de los ex presidentes neoliberales antecesores a Evo Morales», dijo.