Mujeres Creando es una organización feminista que desde hace quince años cuestiona e interpela a la sociedad boliviana a través de «la provocación, la locura, la irreverencia y la rebeldía», realizando acciones directas y creativas fundamentalmente en la calle. En la casa Virgen de los deseos -uno de sus emprendimientos autogestionados- dialogamos con Julieta Ojeda, […]
Mujeres Creando es una organización feminista que desde hace quince años cuestiona e interpela a la sociedad boliviana a través de «la provocación, la locura, la irreverencia y la rebeldía», realizando acciones directas y creativas fundamentalmente en la calle. En la casa Virgen de los deseos -uno de sus emprendimientos autogestionados- dialogamos con Julieta Ojeda, -integrante de Mujeres Creando- sobre el feminismo, sus prácticas y el papel de la mujer en la actual coyuntura boliviana.
La mujer como sujeto político
«Nosotros tenemos unos quince años de organización, desde el principio queríamos organizar algo diferente porque hemos sido profundamente críticas de otras experiencias y de otro tipo de organizaciones, o de otro tipo de trabajos que algunas de las compañeras han tenido, por ejemplo la militancia de izquierda dentro de los partidos políticos que ha llevado a las compañeras, a algunas de las iniciadoras de este grupo, a cuestionarse lo que ha sido la militancia.
Uno de los factores ha sido el papel de las mujeres dentro de los partidos políticos, las compañeras ven que son los compañeros los visibles dentro de las organizaciones políticas; y luego también el trabajo de las ONGs, era la época donde el neoliberalismo estaba ingresando con fuerza, había como un boom y las ONGs tenían una práctica donde trabajaban con mujeres, indígenas, jóvenes, estaba muy de moda en ese momento, pero sin dejar espacio para la autonomía o para un pensamiento propio para las organizaciones, siempre con los elementos de la cooperación internacional.
Entonces ahí surge la necesidad de organizarse primero entre mujeres y luego nominar eso que se estaba gestando y para nosotras en ese momento era feminismo, feminismo que estaba en proceso de construcción y por eso el nombre: Mujeres Creando, se debe a eso, que éramos mujeres y que estábamos creando, que era el único instrumento con el que contábamos para empezar a construir, entonces de ahí también que pensamos el tema de la autonomía de cara a los partidos políticos, a las ONGs, de cara a cualquier ente de poder ya sea estatal o en general dentro de la sociedad.
Luego también otros aspectos que también criticábamos de otras organizaciones era el tema de la heterogeneidad, que no era manifiesta en las demás organizaciones y nosotras queríamos y queremos porque es un intento permanente plasmar eso en las organizaciones. Me refiero a heterogeneidad el mirarnos en la otra diferente, que realmente Mujeres Creando sea un grupo heterogéneo, que sea convocante de diferentes sectores sociales, de diferentes espacios culturales y generacionales, de diferentes posiciones existenciales, de diferentes opciones sexuales también. Entonces todo eso para nosotros enriquecía el discurso, nos permitía ver, no como se generaba desde la cooperación internacional: ‘la mujer’, en abstracto, aislada de un contexto social que la rodeaba, sino más bien un sujeto complejo, parte integrante de la sociedad y que todos los temas nos afligían totalmente, nosotras estamos dentro de la sociedad y todos los temas nos corresponden analizarlos, cuestionarlos, proponerlos alternativas y trabajar sobre esos temas.
Otra base en la que nos asentamos como Mujeres Creando es el tema de la corriente entre lo público y lo privado que es básico en cualquier feminismo y que para nosotras es importante porque lo planteamos de cara a la sociedad, un feminismo no elitario, abierto al conjunto de la sociedad y que sea interpelador ya que para nosotros es importante esa relación entre lo público y lo privado y por eso la necesidad de crear espacios públicos y abiertos.
Desde las posiciones que nostras hemos definido -porque nuestro feminismo no es de una hora de reunión entre amigas- sino que es una opción y un compromiso de vida, es el feminismo que nosotras hemos creado con Mujeres Creando, porque si bien nos hemos nutrido de pensamientos, hemos tenido propias historias de vida cada una de nosotras, algunas han tenido otras militancias, pero yo creo que lo que nosotras hemos generado como práctica política, como teoría política, es algo totalmente propio.
Nosotras creemos en este momento y hemos probado durante estos catorce años, que entrar dentro de un discurso conciliador no va a cambiar nada, para nosotras es importante apelar a la provocación, a la locura, a la irreverencia, a la rebeldía, pero llevada a extremos en el sentido de que lo que nostras hacemos es bastante cuestionador, y desde esa posición es difícil pero también es bonito y gratificante porque ves los resultados: mujeres que se acercan y les llama la atención el graffiti o que se sienten identificadas con el programa de televisión y se rebelan, nosotras más allá de ser un referente, más allá de tener una presencia tenemos otros objetivos que van más a largo plazo, nosotros hemos generado este espacio y esta casa no porque queremos resolver nuestra vida y que todo funcione y ser las chicas alternativas, sino que esta casa para nosotras es un instrumento para coordinar con diferentes movimientos sociales, es un trabajo que es duro, por ejemplo nosotras estamos planteando coordinar con mujeres en situación de prostitución y con mujeres trabajadoras del hogar, todo lo que va a ser la guardería en la parte de atrás de la casa, pero a nosotras nos interesa coordinar con esos movimientos, no nos interesa hacer una guardería por una guardería, sino que se gestione desde esos movimientos sociales. Para nosotras es importante a la larga, intentarlo por lo menos porque no se cuanto tiempo nos llevará, nos hemos planteado un trabajo de cinco, diez años, constituir un sujeto político desde las mujeres y desde la autonomía, sin partidos políticos, sin ONGs, estamos trabajando en eso y a parte de la trayectoria que hemos tenido y la presencia que tenemos, hay algo que estamos proyectando a futuro. Creemos que desde una nueva posición autónoma desde las mujeres organizadas podemos aportar a un cambio social»
Acciones creativas
«En el camino hemos ido desarrollando ciertos instrumentos de lucha. La creatividad para nosotras es un instrumento de lucha y hemos hecho una lectura de lo que es nuestra propia sociedad, hay una vida en la calle, la calle es un espacio público vital, ahí se come, ahí se enamora, ahí se estudia, ahí muchas mujeres hacen la siesta y pasan más horas que en su casa, hay una vida súper dinámica. Para nosotras la calle es un espacio de acción política y por eso hemos tomado la calle como un espacio de acción política y entonces nosotras ahí a través de diferentes estrategias, ya sea la acción callejera -acción creativa le decimos- o el graffiti, para nosotras es una forma de acción política y creativa bastante efectiva durante todo este tiempo.
Hay un graffiti que hemos pintado recientemente: Pacha Mama, tu y yo sabemos que la única originaria es la papa, nosotras la hemos pintado porque pensamos que ha existido desde hace un tiempo una ola, incluso hasta de un fundamentalismo indígena, todos tenían que comprobar si eran aymaras o quechuas, entonces todo lo que es una cultura urbana o mestiza ha quedado entrampada, y yo creo que de alguna manera también eso cierra la posibilidad de debate, cierra la posibilidad de apertura, entonces es un poco criticar toda esa ola, esa visión totalmente ciega y que no permite la posibilidad de cambio, que supuestamente deberíamos estar viviendo como sociedad.
Mujer no me gustas cuando callas, es otro que realizamos el año pasado cuando fue el aniversario de la muerte de Pablo Neruda y en las noticias de los medios de comunicación eso salía y nosotros revertimos el famoso poema y lo convertimos en graffiti.
Tenemos diferentes graffitis que tiene que ver con la coyuntura política nacional y otros que son estrictamente feminista como No soy media naranja de nadie, soy cuerpo entero en todas sus variedades, o No puedo ser la mujer de tu vida porque soy la mujer de la mía, hay otro graffiti muy lindo que nos ha encantado y nos ha acompañado mucho tiempo: Las putas amantes de la vida aclaramos y declaramos que ni Sánchez de Lozada ni Sánchez Losaín son hijos nuestros, ese graffiti salio un poco antes del 2003, de toda la crisis, justamente haciendo una crítica por un lado a la derecha y por otro también a la izquierda, el uso del lenguaje es una manifestación del machismo dentro de las organizaciones sociales, entonces para nosotras era importante cuestionar el rol que la mujer estaba cumpliendo dentro de las movilizaciones, que no solamente era el gas, era mucho más complejo, ese graffiti era doblemente cuestionador y todo eso puede partir desde una crítica feminista.
En la vigencia del pensamiento y de la propuesta de Mujeres Creando se mide la efectividad de esas acciones, porque yo creo que en esta sociedad, en este tiempo o por lo menos en esta época neoliberal -ahora se supone que estamos en un momento de transición- ha existido una arremetida de la derecha, una presencia muy fuerte de la derecha a través de los partidos políticos y que ha ingresado dentro de las organizaciones sociales, dentro de los ámbitos que por tradición eran de izquierda y entonces muchas organizaciones han sido arrinconadas por el propio vaciamiento que ellos han tenido de su propio discurso, del desgaste en las estrategias de lucha, hay propuestas, hay gente de izquierda que está trabajando pero ha sido muy aislada de la dinámica de la discusión y del debate que se estaba generando en el país, incluso las propias organizaciones sociales han tenido subidas y bajadas, en ese sentido comparando con otro tipo de organizaciones de fuerte tradición de izquierda, nosotras hemos tenido una vigencia en todo este tiempo y además el feminismo ha logrado trascender el espacio, estas cuatro paredes o un espacio más privado, si sales a la calle o nos invitan a una entrevista preguntan por Mujeres Creando y responden ‘si, son las locas, o son lesbianas, o son chicas interesantes’, o una serie de respuestas pero no hay un desconocimiento de lo que es mujeres creando, hemos logrado tener una presencia en nuestra sociedad, y eso para nosotras es un logro».
Género y movimientos sociales
«Ya antes del 2003 se percibía una crisis de lo que era el estado y el sistema político a través los partidos, pero algo de lo que nunca se ha hablado es de la crisis también de los movimientos sociales en nuestra sociedad, ya en ese momento lo hemos planteado, esa crisis se plantea por ejemplo en el tipo de relaciones verticales que se establecían en las organizaciones sociales, como se tomaban las decisiones, como se distribuían las responsabilidades dentro de las organizaciones: el cuidado de los niños, el cuidado de la vida misma, el cuidado de la alimentación, etc., un montón de aspectos que tienen que ver con la organización y que estaba totalmente en crisis, no había un crecimiento hacia lo interno de las organizaciones, no había proyecto políticos propios de las organizaciones, pero si muy de cara al estado y lo público. Las propias organizaciones de mujeres se habían supeditado y se habían subordinado a los caudillismos que existían en las organizaciones de los varones, era el caso de la CSUTCB que había dos divisiones, una de Felipe Quispe y otra de Evo Morales a través de Román Loaiza, y la organización de mujeres Bartolina Sisa también tenían Bartolina Sisa de Evo Morales y Bartolina Sisa de Quispe, y así sucesivamente, el Movimiento Sin Tierra o la Federación de Mujeres que siempre estaba dividida y en función de las organizaciones de los varones y de los caudillismos. Sin embargo en el 2003 la presencia de las mujeres ha sido bien importante, ha habido una presencia efectiva desde las mujeres de sostener y resistir todo el tiempo que ha durado la revuelta de octubre, y como resultado de todo el proceso anterior emergen nuevos personajes, nuevos liderazgos desde las organizaciones de varones: Jaime Solares, Roberto de la Cruz, un Evo Morales fortalecido, un Felipe Quispe fortalecido, Edgar Patana, Abel Mamani, todos personajes varones y sin embargo ninguna mujer, ninguna presencia pública de la mujer a pesar de haber participado en las movilizaciones emerge. Nosotras tuvimos una participación con una huelga de hambre y peleamos por una visibilidad porque creemos que desde las mujeres podemos hacer política y no lo vamos hacer al servicio de nadie, tenemos un proyecto político propio y lo llevamos adelante así, pero el resto de las organizaciones como mujeres no tienen esa participación, no tienen ese tipo de resultado de la participación dentro de las organizaciones o dentro de los procesos sociales, ahí algo está fallando.
En este nuevo esquema de poder del nuevo gobierno, las mujeres participan pero dentro de la misma lógica, son mujeres elegidas a dedo, ya sea por los partidos de derecha o los de izquierda, aquí la pugna no está en una nueva forma de participación de las mujeres frente al esquema de poder, sino la pugna está entre una izquierda y una derecha que se está fortaleciendo nuevamente en nuestra sociedad y ahí las mujeres están jugando el rol que han jugado en los gobiernos neoliberales: mujeres adorno, mujeres elegidas a dedo, mujeres inocuas, mujeres sumisas ante los que detentan el poder en esas organizaciones; por ejemplo la participación dentro de elecciones, hay mujeres que no tienen ninguna conciencia ni compromiso con las propias mujeres y peor se declaran feministas, para nosotras su participación es una cuota biológica solamente y no es una participación ideológica y política.»
Alianzas insólitas
«Putas, indias y lesbianas, juntas y revueltas es una frase que acuñamos y tiene que ver con la propuesta de la heterogeneidad en el sentido que a nosotras no nos interesa que Mujeres Creando crezca por crecer, se masifique, sino más bien nos interesa tener alianzas estratégicas con determinados sectores sociales como son las mujeres en situación de prostitución, las trabajadoras del hogar y las mujeres deudoras, que son sectores con los que nosotras hemos tenido una historia y un tipo de relación.
Nosotras hablamos de mujeres en situación de prostitución porque creemos que cuestionan profundamente la sociedad desde otros niveles, el tema de la doble moral que existe respecto a la mujer que se prostituye y al hombre que prostituye.
El tema de relacionarse y cuestionarse como mujer ya seas feminista, seas lesbiana, ya seas trabajadora del hogar, ya seas estudiante, lo que seas, relacionarse con una mujer en situación de prostitución es todo un aprendizaje, plantear una alianza con la mujer en estado de prostitución te cuestiona un montón de aspectos en tu propia moral y es todo un aprendizaje. O una mujer en estado de prostitución que se relaciona con una trabajadora del hogar es también completamente cuestionador para ella, porque una mujer en situación e prostitución se puede permitir decir a una trabajadora del hogar ‘esta india’, y una indígena se puede permitir decirle a una mujer en situación de prostitución ‘esta puta’, de forma denigrante, de forma que la humillen.
En ese sentido romper esas limitaciones que son parte de las instituciones patriarcales, de la sociedad, de cómo nos relacionamos entre las mujeres, para nosotras por eso es importante coordinar con estos movimientos sociales, ir rompiendo eso e ir creando ciertas alianzas que son ‘insólitas’, es tremendamente insólito y tremendamente cuestionador de cara a la sociedad y para nosotras. No es una falsa unidad de todas las mujeres unidas y todas de la mano porque somos mujeres y no es así, porque sabemos y estamos seguras que hay diferencias sociales, que hay posiciones políticas e ideológicas diferentes que nos ubican a unas allá y a otras aquí, entonces en ese sentido nosotras hemos elegido actuar con esos sectores desde la autonomía, la heterogeneidad, ya en pequeño nos lo hemos planteado como Mujeres Creando y ahora queremos plasmarlo a nivel más grande con otros sectores sociales.»
Feminismo por televisión
«Ha habido dos programas de televisión, uno que se llamó Creando mujeres y otro Mamá no me lo dijo.
Creando mujeres fue en el 2001 y fue por una invitación que nos hizo un canal de televisión y nos planteaba hacerlo a título de pluralidad. Nosotras aprovechamos la oportunidad de hacerlo porque nos parecía un paso para llegar a un espacio inimaginable que nosotras no podríamos hacerlo de otra manera por limitaciones geográficas o por otro tipo de limitaciones al estar en La Paz y hay lugares recónditos con los que podes llegar a través de la televisión y entonces para nosotras era trasladar toda la propuesta de la calle a la televisión y a través de la televisión llegar a las casas de la gente. Independientemente de todas las críticas que se puede hacer a lo que significa «la televisión», no se puede negar que hay una presencia de la televisión en las casas y los hogares, en los lugares más lejanos de nuestro país y en ese sentido nos parecía importante no desaprovechar esa posibilidad.
Fueron ocho capítulos, duró dos meses y en el primer programa retomamos el tema de las acciones callejeras y las filmamos, ya teníamos esa práctica, siempre las hemos hecho, ha sido parte de lo que nosotras hacemos y lo hemos recuperado para llevarla a la televisión y hemos desarrollado otras cuestiones en la programación de Creando mujeres propositivas, cuestionadoras y tratar de resumir porque nosotras a cada oportunidad la tomábamos como si fuera la última vez, fue tratar de resumir en esos ocho programas la propuesta de Mujeres Creando y tocamos diferentes temáticas: utopía, trabajo, lesbianismo, racismo, dictadura, ONGs para transmitir de alguna manera lo que nosotras estamos proponiendo.
En el 2003 se sacó un programa bien diferente por parte de todo el proceso, de toda la experiencia que nostras tuvimos, la directora fue María Galindo, que es la que más desarrolla el trabajo audiovisual, y ella lo que ha hecho es tomar cuatro personajes que se usan para contar historias de mujeres y ella sacó personajes completamente irrelevantes si se quiere o abordados desde otro punto de vista: la india, la vendedora, la puta y la monja, era una docuficción, al mismo tiempo había un guión detrás, se salía con elementos simbólicos porque nosotras no hacemos teatro, más bien nos interesa manejar elementos simbólicos que provoquen reacción en la gente y que la conviertan en parte de la dinámica de la acción colectiva. Lo que hacíamos era que la gente participara, que sea parte de la acción. Todas las filmaciones han sido en la calle, la monja que caminaba con su capilla, la mujer en situación de prostitución que caminaba con una cama roja. Tuvo mucha repercusión por algunas filmaciones que hicimos, una en el obelisco que fue muy comentada porque lo que hicimos fue usar desnudo masculino y eso la llevó a un proceso judicial a María, la procesaron por inmoralidad. Fue todo un escándalo, se usó el desnudo masculino y eran cuerpos que están a diario en la calle, no eran esos modelos de la televisión, eran hombres comunes y corrientes con cuerpos comunes y corrientes desnudos, obviamente cumplían un rol dentro de la filmación entonces eso de alguna manera despertó la curiosidad de nuestra sociedad. Ahora eso de que participaron de la filmación se ve, participan entre comillas, porque también alguna gente se puso agresiva, violenta incluso, o la policía con el arresto que sufrió María, entonces esas cosas de alguna manera a la larga pueden ser beneficiosas para nosotras y para el crecimiento de nuestro grupo y su presencia en la sociedad. Creo que fue una experiencia importante llegar a la televisión y trascender más allá de un pequeño círculo, estar en diferentes sectores de la sociedad.»
La casa Virgen de los Deseos
«Es una idea de hace varios años, nosotras queríamos tener un espacio propio a pesar de haber tenido un espacio cultural quedó muy pequeño por la propuesta que queríamos impulsar, queríamos que esto funcione realmente como una cooperativa, que las diferentes compañeras de mujeres creando se hagan cargo de los diferentes espacios y que los impulsen. Por un lado está el área académica, que son las aulas y la sala audiovisual, el área de alojamiento, que para nosotras es un importante fuente de ingresos para mantener este espacio y esta casa, el comedor que también es otra importante fuente de ingresos y la gestionan otras compañeras y sirven para sus propios ingresos, para que puedan sobrevivir, habemos compañeras que solo vivimos de los que generamos en esta casa, cada espacio se maneja por porcentajes, 50 % del alojamiento, de la librería el 12 % es para la persona que se hace cargo y otro 12 % para la casa, en el caso del área académica es igual, y así vamos administrando el espacio, pero es también de acuerdo al trabajo que la compañera que se hace cargo genera. Para nosotras es también un elemento de dignidad y orgullo que este espacio y esta casa se mantenga por sí misma, y que la luz, el agua y el teléfono se mantenga con nuestro trabajo.
Para nosotras es un instrumento para que este sea un espacio de permanente flujo de diferentes sectores sociales de mujeres, y ahí está el consultorio jurídico, la guardería, y que esto signifique un pretexto para organizarnos y seguir impulsando lo que es Mujeres Creando.
Otro aspecto que trabajamos bastante es integrar los trabajos dentro de los diferentes espacios que nosotras generamos y es ahí que nosotras no creemos en los salarios, ninguna de las mujeres que está en Mujeres Creando trabaja con un salario. Integrar lo que es el trabajo manual, el trabajo intelectual, el trabajo político, integrar todo y ubicarlo de manera horizontal, no uno más importante que el otro sino cada uno con su importancia, por eso también todas nosotras estamos en permanente formación, grupos de estudio, o compañeras que están terminando la escuela o están en la universidad, o interna o como experiencia externa en otros ámbitos de la educación, eso para nosotros es muy importante pero también que este espacio implique un trabajo que es el más sencillo que es limpiar, barrer, ayudar en esto y lo otro que implica comprometerse con el espacio, y es una manera de que esto funcione.
Nosotras como Mujeres Creando nos consideramos un movimiento feminista y sin embargo hay algunas cuestiones en la que no hemos podido responder en años pasados, pero también por esa presencia muchas mujeres vienen a solicitar ayuda en casos de violencia doméstica, divorcios, asistencia familiar, tenencia de los hijos y nosotras hemos tenido combinaciones con algunas abogadas pero que son muy esporádicas, a veces funcionan, a veces no, por eso nosotros vimos la necesidad de efectivizar una cosa así desde un movimiento, tener un consultorio jurídico de apoyo a las mujeres donde esté una abogada y una trabajadora social a tiempo completo trabajando con estos casos que es un problema cotidiano que hay que resolver, porque nosotras desarrollamos un trabajo más simbólico, el graffiti, la acción creativa, lo audiovisual, pero también creemos en el trabajo concreto y la casa es una de las muestras de que se puede efectivizar desde un movimiento un trabajo más concreto, de política concreta, política y respuesta inmediata a las necesidades de los diferentes sectores, estamos aprendiendo a combinar también como Mujeres Creando.
Las abogadas y trabajadoras sociales son mujeres comprometidas que han trabajado en instancias estatales o de la alcaldía con el tema de violencia doméstica y han salido saturadas de esa experiencia y quieren hacer un trabajo diferente. Ahora nosotras no creemos estrictamente en el trabajo jurídico, nosotras creemos en la acción directa y la combinamos con lo que es el apoyo jurídico.»