El ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Solíz Rada, reveló hoy que las transnacionales petroleras que operan en suelo boliviano, están condicionando la suscripción de los nuevos contratos que regirán desde el próximo 1 de noviembre y aseguró que buscan que la nacionalización de los hidrocarburos quede sólo en los papeles. La renuncia irrevocable de Solíz […]
El ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Solíz Rada, reveló hoy que las transnacionales petroleras que operan en suelo boliviano, están condicionando la suscripción de los nuevos contratos que regirán desde el próximo 1 de noviembre y aseguró que buscan que la nacionalización de los hidrocarburos quede sólo en los papeles.
La renuncia irrevocable de Solíz Rada destapó hoy una serie de presiones por parte de las petroleras en contra del Gobierno del presidente, Evo Morales, durante esta fase de negociaciones que, hasta antes de su renuncia, estuvo liderada por su persona, más cuatro ministros de Estado y el presidente de YPFB.
Dijo que el Gobierno se apresuró al congelar la Resolución 207/2006, cuando la afectada Petrobras ni siquiera había rechazado la determinación, a más de protestas aisladas por parte de ese país que estaban enmarcadas dentro el proceso electoral que vive Brasil. ‘Esta fue la verdadera razón de mi renuncia’, declaró Solíz Rada.
‘En el tema de los contratos, el país tiene que saber qué cosas nos están exigiendo las petroleras para firmar nuevos contratos, con qué dimensión de exigencias nos vamos a tener que enfrentar’, dijo en ocasión de la entrega de su despacho a su sucesor, Carlos Villegas.
Solíz Rada señaló que las petroleras exigen al Gobierno que no haya ninguna subvención para el mercado interno, es más, demandan que la gasolina, el diesel y el gas licuado de petróleo deben venderse a los bolivianos a precios internacionales, sin subvención estatal.
Según el ex titular de Hidrocarburos, este es uno de los chantajes de las transnacionales petroleras que condicionan a Bolivia en la suscripción de los nuevos contratos que, de acuerdo al Decreto Supremo 28701, deben firmarse hasta el 1 de noviembre próximo.
‘Otra de las exigencias terribles que plantean, es el derecho a anotar las reservas de gas y petróleo que hay en Bolivia como si fueran reservas de las empresas, el valor de las reservas quieren anotar en la Bolsa de Nueva York’, sostuvo Solíz Rada.
‘Es decir, que esa lucha que hemos dado, hemos denunciado a la comunidad internacional que esas reservas son de Bolivia, las petroleras las quieren anotar como suyas en el mercado internacional’, protestó el ex ministro de Hidrocarburos.
A decir de Solíz Rada, que se apoyó en una amplia ayuda memoria para exponer a su sucesor Carlos Villegas la realidad de la industria petrolera en el país, las transnacionales también cuestionan el derecho de YPFB de comercializar el petróleo, el gas y sus derivados.
‘También están cuestionando el derecho a comercializar el gas, es decir esto que estamos tratando de iniciar, dicen ‘son nuestros mercados’, ‘nosotros tenemos los contactos en el exterior’, ‘ustedes no tienen’. En consecuencia, las empresas petroleras quieren hacer su propia comercialización’, dijo Solíz.
Por otro lado, el ex titular de Hidrocarburos indicó que más allá de estas denuncias, las compañías petroleras que en declaraciones de sus ejecutivos dicen que aceptan la nacionalización, pero en las negociaciones muestran sus verdaderas intenciones y no demandan un ‘contrato aceptable’
‘Cuando uno ve la palabra aceptable hay un gran deseo de ponerle (entre) comillas, porque para ellos aceptable siempre significa el mínimo ingreso para Bolivia. Libertad operacional’, denunció.
‘El otro gran tema, es que muchos encuentran al decreto de nacionalización casi perfecto, con algunas limitaciones como las que yo anoto, pero le ponen una condición para decir que el decreto de nacionalización es bueno, y esa condición es de que no se cumpla’, dijo Solíz Rada.
‘Si no se cumple el decreto de nacionalización, es excelente, y esta ha sido la pugna permanente por aplicar el decreto de nacionalización’, agregó.
En ese contexto, el trasfondo es que las petroleras quieren que el decreto de nacionalización se quede en el papel y que no se cumpla porque perjudica sus intereses económicos.