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Elecciones 2012 ¿Votar o no votar?

Las próximas elecciones y la lucha popular

Fuentes: Rebelión

El pueblo explotado y oprimido en México actualmente se encuentra sumergido en una desalentadora situación, la carestía, salarios de hambre, desempleo, exclusión jóvenes que se les niega el derecho a estudiar o trabajar es lo que padecemos los mexicanos proletarios, los golpes a trabajadores como la reforma a la ley del ISSSTE, la extinción de […]

El pueblo explotado y oprimido en México actualmente se encuentra sumergido en una desalentadora situación, la carestía, salarios de hambre, desempleo, exclusión jóvenes que se les niega el derecho a estudiar o trabajar es lo que padecemos los mexicanos proletarios, los golpes a trabajadores como la reforma a la ley del ISSSTE, la extinción de la compañía de luz y fuerza del centro, criminalización de la protesta social, la pretendía ley de seguridad nacional y reforma laboral son algunas de las políticas neoliberales más lesivas para el pueblo. Ante esto luchadores sociales, defensores de derechos humanos, movimientos y organizaciones hemos manifestado la oposición a la política calderonista, como respuesta se ha dado la represión, los discursos de un presidente que solo escucha a los ricos burgueses, al imperialismo y sus intereses.

A pesar de que organizaciones desde distintas trincheras de lucha hemos intentado frenar los duros golpes asestados a la clase trabajadora, no se ha podido frenar la política de opresión, explotación, despojo y privatización, ni tampoco se ha podido fraguar una resistencia nacional, aunque de manera aislada se han dado luchas victoriosas pero solo regionales.

Esto se debe a la falta de organizaciones independientes que luchen por los intereses de los mismos trabajadores, contrariamente el corporativismo, el charrismo sindical y la conciliación con la clase enemiga, la burguesía no permite una lucha independiente de los trabajadores organizados, además la fragmentación y la atomización de las organizaciones no permite que estas se puedan presentar como una alternativa real para el proletariado mexicano, de tal manera que la falta de una organización revolucionaria hoy es la cuestión central a resolver.

La Guerra de Baja Intensidad (GBI) se viene dando desde hace varias décadas, pero a partir de las administraciones panistas han agudizado los ataques al pueblo de México, es con la administración del ilegitimo Calderón donde se desata una guerra preventiva de contrainsurgencia disfrazada como guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, siendo esta hoy la principal táctica del gobierno para sembrar miedo, así pues la GBI como la guerra contra el pueblo son las principales formas de sometimiento para garantizar la opresión y explotación expresada en la política neoliberal.

Aunque algunos candidatos han manifestado que podrían frenar la violencia y discrepar con la táctica de Calderón lo cierto es que la cúpula policiaco militar será la misma, la próxima administración heredara un régimen de impunidad, sangre y carestía y se verá obligado a continuar con la actual política de militarización.

Tal es la situación de México que desde distintos lugares, movimientos y organizaciones se han venido planteando distintas posiciones hacia como dar solución a la situación de México.

La coyuntura electoral

Es del anhelo de una gran parte de la población aspirar a mejores condiciones de vida digna, esto supone orientarse a posiciones de izquierda que dicen perseguir tales fines. Así pues, la pregunta que muchos ciudadanos y organizaciones nos hacemos ante las elecciones vale la pena reflexionarla:

¿Amerita la actual situación por la que atravesamos que se vote por el PRD-Morena para impedir que el PRI o el PAN regresen al poder?

Hoy asistimos a otra coyuntura electoral donde desde distintos referentes las hacen presentarse como una coyuntura estratégica para un cambio social, este artículo pretende compartir perspectivas de lucha y responder si es que ante la situación del país amerita que se vote por la alternativa electoral de «izquierda».

El PRD y MORENA

Sobre el PRD

Si es posible ponerle al PRD un tache en su conjunto pues además de sus pestilentes formas de gobernar, como en Michoacán, Guerrero, etcétera, fomenta falsas ilusiones en el pueblo explotado y oprimido en que ellos si pueden gobernar en beneficio de los pobres.

Para una considerable parte de la población hay un claro rechazo a los partidos del PRI y el PAN, ubicados ya como partidos de la derecha, este hecho supone un avance en la conciencia de identificar a los enemigos del pueblo. El tema de discusión es si el PRD sumado al proceso del lopezobradorismo puede ser una alternativa hacia la cual haya que inclinarse.

El PRD no es un partido de izquierda, sino que ha adoptado desde su nacimiento el discurso, posiciones y demandas de la lucha de la izquierda, (entendida esta como el conjunto de ideales y aspiraciones inmediatas e históricas de la clase obrera).

Vale decir que es falso que aquellos que llaman a anular el voto, o a no votar le estén haciendo el juego a la derecha, el PRD ya fue cooptado por la derecha y es quien encabeza la candidatura de López Obrador.

¿Cómo puede ser que un partido que es el PRD que se ha derechizado tanto coincida con un movimiento progresista como el Morena que se asume antineoliberal?

MORENA

En principio hay que hacer un par de diferencias y marcar los matices. El PRD no es lo mismo que el Morena. De hecho no son pocos los integrantes de este movimiento que no solo no son del PRD sino que ni siquiera se sienten identificados con él.

El Morena de hecho tiene un papel más progresivo que el PRD al menos se puede afirmar esto en términos del discurso que manejan. Por su parte el PRD ya ha demostrado, en innumerables ocasiones no solo su nulo vínculo con las luchas democráticas y revolucionarias, sino su desprecio y en muchos casos su responsabilidad y política reaccionaria.

El Morena realiza cierto trabajo de base, como organizar comités, distribuir su periódico, foros etc., en sus actividades, es claro como denuncian algunos aspectos de la política del gobierno, sosteniendo que la alternativa es la lucha electoral, que de ganar AMLO puede ser un freno a la política neoliberal. Su programa político nos lo puede explicar mejor, que de hecho es la base sobre la cual se moviliza (ver los 50 puntos del proyecto alternativo de nación).

Aunque tiene algunos puntos progresistas, también tiene otros que nada tendrían que ver con la izquierda, además de omitir aspectos elementales democráticos como democracia sindical, abrogar las reformas como la Ley del ISSSTE, criminalización de la protesta social, por la liberación de todos los presos políticos y de conciencia del país, por la presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos etcétera.

Hay que señalar algo que más adelante servirá para explicar la cuestión planteada (por que el Morena va de la mano con un partido ya no tiene nada que ver con la lucha popular), el MORENA se remite en su lucha únicamente al plano electoral.

El PRD es un partido a semejanza del PRI y el Morena es un movimiento que por ahora adelanto está integrado por ciudadanos izquierdistas.

Entonces como puede ser que un movimiento (Morena) integrado por miles de personas honestas vayan de la mano con un partido que se ha derechizado tanto que podemos meterlo en el mismo saco donde está el PRI y el PAN.

Para esto hay que observar a más profundidad el Morena. Esta organización se forma para poder dotar a AMLO de un espacio político-orgánico en el cual pueda moverse, espacio que perdió por periodo en el PRD, donde llego a existir la posibilidad de un rompimiento entre AMLO y el PRD. De tal manera que ante la incertidumbre se necesitó de una organización que no podía ser el PRD, organización que era necesaria no para la lucha popular sino para el proselitismo a López Obrador, pero que su creación también puede ser reclamada como continuación de la Convención Nacional Democrática (CND).

Por muy atinados méritos que tenga el Morena (su periódico, sus organizaciones en comités, etc.,) hay que observar que hace el MORENA, cuál es su lucha, que plantea y cuáles son sus fines.

El Morena tiene intereses de la clase pequeñoburgueses radicalizada, e intereses burgueses que por sobrevivencia se oponen al PRI y al PAN, lo cual no hace al Morena una organización revolucionaria o que pueda realizar el «cambio verdadero».

Lo que AMLO y Morena ofrecen es amortiguar y atenuar las agudas contradicciones del imperialismo, sin embargo para poder impulsar una política antineoliberal hace falta que la población participe activamente a través de sus organizaciones y el Morena por su carácter de clase y objetivo, que es que AMLO llegue a ser presidente, no puede ser la organización que luche firmemente y hasta las últimas consecuencias.

¿Cual puede ser la alternativa? ¿Votar o no votar?

Para quienes nos reclamamos no solo antineoliberales sino también anticapitalistas, la lucha antineoliberal tiene que ser un objetivo inmediato. En este sentido, los socialistas tenemos que levantar un programa de lucha ligado a las luchas antineoliberales y creando nuestras propias estructuras políticas revolucionarias, que no concilien con la clase enemiga que no sean amorosos con los verdugos y asesinos del pueblo.

Si Morena y PRD aunque aparentemente diferentes pueden coincidir se debe a que ambos sostienen un proyecto burgués, es decir sus intereses son de la clase burguesa (aunque su candidatura este impulsada por ciudadanos izquierdistas y proletarios) y aunque pudieran dar paliativos y migajas a los pobres hoy la lucha tiene de frente una disyuntiva entre el reformismo y la lucha revolucionaria. Dos tácticas y estrategias distintas.

El reformismo representado en la lucha electoral en la que el candidato de izquierda hoy promete erradicar la pobreza extrema, acabar con la corrupción pero que no movió un dedo para frenar la guerra contra el pueblo, no llamo a la movilización para echar atrás el golpe al SME y un largo etcétera. Salvo sus tibias declaraciones de inconformidad.

Desde el ala revolucionaria sostenemos que la cuestión central no está en las elecciones, ni siquiera puede ser un escalón que sirva para mejorar la situación de México pues hoy no tenemos un programa y un candidato que enarbole la lucha proletaria.

Por esto el Morena y AMLO se presentan como un obstáculo para el desarrollo de un movimiento socialista, ya que con esta candidatura y con su movimiento se siguen fomentando falsas ilusiones en que es mediante un caudillo y con intereses de clase pequeñoburgueses y burgueses como se mejorara la situación del país.

Para los revolucionarios socialistas la lucha antineoliberal se ubica como un objetivo inmediato pues nosotros también queremos erradicar la pobreza extrema, que no haya estudiantes rechazados etc., pero para esto se necesita de la lucha y no de discursos y promesas en campaña.

Hoy la tarea es trabajar en un frente de masas, en la creación de un partido obrero campesino e indígena. Que luche precisamente por erradicar la pobreza, y contra toda medida neoliberal pero avanzar en posiciones antiimperialistas y socialistas. A esto hay que reconocer que tenemos mucho trabajo por delante, de trabajo de base en los sindicatos, escuelas, fábricas, en el campo, barrios dando a conocer la alternativa de lucha y organización.

¿Porque no mejor en lugar de enfocarnos a las elecciones, ponemos a discusión las tácticas y métodos de lucha, de la necesaria unidad en un polo de izquierda socialista?

Esta considero debe ser la alternativa

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.