Recomiendo:
0

Lecciones, elecciones y resistencia en el SME

Fuentes: Rebelión

La resistencia que desde 2009 sostienen los trabajadores de base del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por mantener a dicha organización como un referente democrático dentro del movimiento social mexicano alcanza en estos días momentos cúspides y álgidos. Las elecciones para cambiar a la mitad del Comité Central tienen la particularidad de que, por primera […]

La resistencia que desde 2009 sostienen los trabajadores de base del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por mantener a dicha organización como un referente democrático dentro del movimiento social mexicano alcanza en estos días momentos cúspides y álgidos. Las elecciones para cambiar a la mitad del Comité Central tienen la particularidad de que, por primera vez desde el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), existen dos planillas en competencia. Para alcanzar su registro, la planilla 2 «Para Todos Todo», conformada y apoyada por trabajadores que durante cerca de diez años han sido parte activa de la resistencia, tuvo que sortear los más disimiles obstáculos, impuestos desde la burocracia sindical y sin ningún apego a los propios estatutos del gremio. [1]

El registro de la planilla 2 demuestra, por un lado, el avance del descontento ante la administración encabezada por Martín Esparza luego de casi una década en la que, más de una vez, ha declarado «victorioso» al SME sin que la victoria sea tangible para la mayoría de los electricistas en resistencia. Por otro lado, hace visible el ambiente de persecución, agresión y represión impuesto desde la dirección sindical. Este proceso de descomposición ha sido gradual, pero refleja no solamente la concepción de democracia que se practica contra cualquier disidencia en sus filas sino también, y sobre todo, el temor de la actual dirigencia por perder el control gremial y lo que ello significa. Es decir, el abandono de un modus vivendi en el que, bajo un discurso de eternas promesas y victorias jamás alcanzadas, un pequeño grupo encabezado por el Comité Central y sus allegados ha hecho del sindicato su fuente de privilegio económico y un negocio altamente redituable. La actual dirigencia teme que, luego de una probable desclasificación de una serie de documentos con capacidad de dar luz sobre el cúmulo de acuerdos a los que Martín Esparza llegó con la administración de Enrique Peña Nieto y con la trasnacional Mota-Engil, los trabajadores de base tomen cartas legales en el asunto.

El 14 de diciembre de 2016 apareció publicado un comunicado en un periódico de circulación nacional, firmado por el Comité Central, en el que se acusaba de emprender «una patética guerra sucia» a trabajadores en resistencia que no comulgaban con el punto de vista de la dirigencia. [2] En dicho documento se asumía, sin cortapisas, el contenido y la beligerancia del desplegado en su totalidad. A diferencia de aquel comunicado, el lunes 17 de junio de 2019, en el mismo periódico, se publicó un desplegado cuyo acento y virulencia aparecen respaldados por distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales así como por intelectuales, académicos y personalidades democráticas. [3] El responsable de la publicación es el todavía Secretario del Exterior del SME, Humberto Montes de Oca quien, dicho sea de paso, acusa en otro espacio al reportero Néstor Jiménez, de La Jornada, de dar voz «a las macabras acusaciones de fraude de la planilla opositora» que a su entender se «victimiza con la esperanza de que el gobierno les entregue el sindicato». [4] Desde el Comité Central se ha trazado una línea clara a dos bandas, a) desprestigiar a la planilla 2 ante el movimiento social con el argumento de que son alentados «quizá por voces e intereses provenientes de las altas esferas políticas» y b) mostrar que quienes están especialmente preocupados por la vida democrática del sindicato no son los dirigentes sino los firmantes que «alertan a la opinión pública y a las organizaciones democráticas de no prestar oídos a la campaña de calumnias contra el SME». [5] Más allá de la responsabilidad histórica y política asumida por cada organización y personalidad que, con su firma, respalda el accionar de la dirección del SME a lo largo de estos años y particularmente en este proceso electoral, lo que llama profundamente la atención es el discurso que se pergeña y la dirección a la que apunta. Es decir, toda protesta y disenso en el actual SME no son genuinos sino consecuencia de un azuzamiento externo. De ese modo, cualquier debate interno, necesario para un sindicato que se asume democrático, no es sino el producto de un ataque proveniente de las altas esferas políticas que buscan aniquilar la autonomía del gremio. Por lo tanto, bajo la narrativa de dicha agresión y la amenaza constante, se hace entonces indispensable y legítimo protegerse del peligro por todas las vías posibles. Asimismo, se busca justificar la estrategia política seguida por el Comité Central y aquellos que supieron «abrir nuevas vías para su desarrollo [del SME] en las nuevas condiciones y contra todos los poderes interesados en aniquilarla». [6] Es, por decir lo menos, un intento poco elegante de mostrar que el rumbo de la resistencia smeita, aplaudido y elogiado por José Joaquín Coldwell en 2016, fue sagaz, correcto e indispensable para su sobrevivencia. En tal dirección, apelando tanto al peligro que lo acecha como a la justificación de subsistencia y autonomía, la dirección del SME se construye un enemigo poderoso y externo, es decir, «las autoridades federales» que deben ser, a toda costa, vencidas internamente en esta contienda electoral. Quien haya sido el artífice del desplegado tuvo por objetivo primordial mostrar a un SME atacado y sometido a las más altas presiones externas para que, de ese modo, el amurallamiento, la estrategia política seguida desde 2009 a la fecha y la protección de los privilegios por parte del Comité Central tengan plena razón de ser. Pero además, deja sentada la idea de que cualquier impugnación ante las anomalías del proceso electoral es, ni más ni menos, un ataque de las autoridades federales. Por último, se pretende mostrar a un SME cercano a las organizaciones sociales, como si se tratara de un sindicalismo de izquierda que defiende la justicia y el derecho del trabajador y no de una organización que, desde su dirigencia, justificó y allanó el camino para la entrada de capitales privados en el sector eléctrico como con alegría señaló en 2016 César Hernández Ochoa, Subsecretario de Energía de la administración peñista.

La batalla emprendida por la planilla 2 y miles de trabajadores más, aunque se expresa en las urnas, rebasa la contienda electoral. Se trata, como bien lo han señalado diferentes colectivos de electricistas que dieron vida a la planilla «Para Todos Todo», del rescate de la historia y la dignidad de un sindicato que fue, que todavía puede serlo, un referente solidario y democrático. Este episodio de la pelea es, y vale la pena anotarlo, apenas el inicio de una larga contienda. En otros momentos, las administraciones de Calderón y la de Peña Nieto pretendieron, en más de un sentido, liquidar a los trabajadores de base en resistencia. Lo mismo, y con la misma rabia y soberbia, busca el Comité Central en las figuras de Martín Esparza y Humberto Montes de Oca. Los trabajadores en resistencia del SME, representados hoy en la planilla «Para Todos Todo», son, con los años de incansable lucha como respaldo, los siempre inliquidables. Más tarde, o más temprano, vencerán. «Punto».

Notas:

[1] Algunas de esas anomalías fueron descritas por distintos trabajadores en la conferencia de prensa realizada el 18 de junio, entre ellas amenazas de muerte, compra de votos y una campaña directa de Martín Esparza promoviendo el voto hacia la planilla 1 «Once de Octubre», véase https://www.facebook.com/SMEPARATODOSTODO/videos/888637618153949/?__xts__[0]=68.ARA2Ds8EC32z2DU1ufaZI4KoqgSDfJuryTGkm7Fz0Ef80QhJDb1KTPf-9PQrgXs_h9hTbKKMy8th0xVN9simQAIu8L7RAxkvY2ohe32RgKFD2BvLGkxpdJFFIFFFIbqmtHJtV2y9gpCoXFfltUwyAqh3QIluLZh1-aMV9Tk3zWP10FYciUH3skIGVq2aId_NpfV93uONClF7hp4eSuasLJSiyhTHmP27AgAcJlsU_GokYTaQLKLJ8LNiDVI31ogLtAVTEbXzjkYH22PXeto0EIgWlsVuLeO4R-AWUoAKD88jmWA5KaGmIEjPpyKDi44M0BI03v0jNyLxTA5v_C687qOpcjC9&__tn__=K-R , consultado el 20 de junio de 2019.

[2] Véase http://guerrerossme.blogspot.mx/ , 14 de diciembre 2016

[3] «¡Respeto a la vida democrática interna del SME!, La Jornada, lunes 17 de junio de 2019, p. 9.

[4] Véase, «Otra vez la misma película», disponible en http://radiosme2.blogspot.com/2019/06/respuesta-al-periodico-la-jornada-otra.html , consultado el 21 de junio de 2019.

[5] «¡Respeto a la vida democrática interna del SME!», op.cit.

[6] Ídem

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.