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Entrevista a Gustavo Lahoud, miembro del Instituto del Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP)

«Lo que estamos viendo es la degradación absoluta de lo que alguna vez pudo haber sido un aparato de inteligencia»

Fuentes: Rebelión

M.H.: La idea de hoy es intentar desgranar lo que algunos han llamado el “Watergate criollo”. Yo me permito corregirlos porque hubiera sido un Watergate si todo esto hubiera sucedido durante ejercicio del gobierno de Mauricio Macri y se hubiera visto obligado a renunciar como en su momento sucedió con Richard Nixon en EE UU. Pero es una situación que se da durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, algunos toman esto como una revancha pero se olvidan que las causas, que son doce, todas fueron abiertas durante la administración macrista. Han tomado impulso en estos últimos tiempos pero me parece importante destacar que fueron abiertas con anterioridad.

Me gustaría que comentes de qué se trata este grupo de espionaje ilegal que ha adoptado el nombre de “Súper Mario Bros”.

G.L.: Todo parece entre truculento, ridículo, sacado de una serie de ciencia ficción, todo junto. Para mí lo que esto devela son dos grandes cuestiones, por un lado que ha habido una maquinaria de carácter estatal, no paraestatal, con agentes trabajando y cumpliendo funciones dentro del Estado como policías, particularmente la policía de la Ciudad, también ex federales, otros agentes que revestían la condición supuestamente de personal de inteligencia y otros civiles que podían realizar para la central de inteligencia o no, tareas de distinto tipo. Es la composición de este grupo que se lo ha dado a conocer con el nombre Súper Mario Bros. Y que tenía una serie de tareas asignadas vinculadas a una inteligencia interna sobre los sectores del gobierno anterior, sobre dirigencia política opositora e incluso oficial, propia, lo que se ha denominado el “fuego amigo”.

Yo te diría que en este primer componente es importante tener en cuenta que se trató de gente trabajando en distintas dependencias policiales, de seguridad y judiciales que uno estima que a partir de todos los datos que vamos conociendo, y según la dinámica del gobierno Macrista que se estaba profundizando, constituían algo así como una asociación ilícita. Que es lo que seguramente se va a intentar probar ahora en estas causas que se han empezado a sustanciar rápidamente.

Pero el otro componente tiene que ver con que refiere a una idea paraestatal y parapolicial, que puede haber vinculado un conjunto de actores relacionados a actividades mediáticas, participantes de medios de comunicación, ex participantes de la justicia, agentes de la policía retirados, personajes que ofician permanentemente como gestores de negocios, por ejemplo. Todo un componente de gente que forman el otro eje para tener en cuenta en esta dinámica que está relacionado con el modo en que crecientemente un Estado, que ha sido penetrado por intereses económicos privados y por estos intereses mafiosos de distinto tipo, un modo a través del cual siempre se ha operado de manera informal.

No dejo de enfatizar que buena parte de esta gente que hoy está detenida y sobre la cual el juez Villena [1] va a tener que definir su situación rápidamente, están vinculados a una dinámica de ocupación del espacio de decisión política en donde yo creo que tenemos que tener en claro que lo que se hacía desde la AFI estaba deliberadamente relacionado con un objetivo político que Macri tuvo desde el inicio, y que estaba ligado a anular decisivamente a cualquier actor político opositor, pero también a generar las condiciones para que toda esta dinámica de alianzas que hemos visto con ciertos medios de prensa, con intereses económicos concretos, pudiera generar una atmósfera de impunidad que fuera inatacable.

Y por eso creo que vuelven a aparecer episodios, que en el relato de todo lo que ocurre parecen tontos. Porque resulta increíble, por ejemplo, pensar cómo se dieron los involucramientos de las fuerzas de inteligencia en los seguimientos de los objetivos, cosas absurdas que aparecen en los relatos que tienen que ver con esta idea de impunidad extendida que hemos tenido en los últimos cuatro años. Que nos hacía pensar que cualquier cosa se podía hacer desde el Estado, cualquier negocio, y que además la maquinaria mediática y de poder que pusieron en marcha iba a permitir llevar adelante todo el proceso con éxito.

A mí todo esto me llama la atención muchísimo porque ahora se necesita una dinámica de alta intervención política en donde por un lado las instancias judiciales deben asegurar un proceso debido y celeridad, y el poder político tiene que poner manos a la obra. El Presidente tiene que encarar urgentemente una tarea de modificación estructural del Poder Judicial y las fuerzas de seguridad. Y discutir abiertamente para qué queremos hacer inteligencia, qué significa hacer inteligencia y reunir información estratégica en un país independiente.

Porque esto que estamos viendo es la degradación absoluta de lo que alguna vez pudo haber sido un aparato de inteligencia. Pero también me pregunto desde cuándo, porque es un aparato que se degradó con toda la dinámica de golpes de Estado y ni que hablar desde la última dictadura.

M.H.: Hay otro tema que me preocupa que es una causa que está tramitando el juez Sebastián Ramos que se conoce como “la mesa judicial”. Reuniones en la que se sentaba a veces Macri, siempre Arribas, el titular de la AFI, el ministro de Justicia, Garavano, el subsecretario de relaciones con el poder judicial y su secretario de asuntos penitenciarios, Juan Bautista Mahiques, el ex jefe de asesores, José Torello, el operador, “Pepín” Rodríguez Simón, a veces el jefe de gabinete, Marcos Peña, a veces también el amigo presidencial y también operador, Daniel Angelici. Casi siempre el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, y para las operaciones contra los Moyano el ex ministro de Trabajo, Jorge Triacca. Todos imputados en la causa “la mesa judicial” que lleva adelante el juez Sebastián Ramos.[2]

G.L.: Ahí se observa lo que te decía. Esto último que mencionás da un dato novedoso, que la impunidad con la que actuaban nos permitiría ver que lo que ellos gestionarían en esas reuniones tendría que ver con las maniobras de control, amedrentamiento y de destrucción política que necesitaban encarar en el país para consolidar su proyecto.

A mí me sorprendió cuando empezaba a tomar conocimiento de ese tipo de organización una mesa en torno al Presidente, pero también me parecía muy sugestivo porque personajes como Rodríguez Simón durante los cuatro años macristas había integrado directorios de empresas como YPF. Este señor estuvo representando al Estado en YPF. Y la pregunta que nunca se pudo responder es cuál era su relación con el sector energético, petrolero, gasífero. Así como también Garavano y otros de los personajes que estaban en esta constelación en torno al ex Presidente, estaban todos vinculados a una dinámica, junto con Mahiques, de control y amedrentamiento sobre fiscales y jueces.

M.H.: Mahiques que sigue siendo funcionario del gobierno de la Ciudad.

G.L.: A eso iba. Mahiques es el jefe de los fiscales de Larreta y también Casal, que es el jefe de los procuradores a nivel federal sigue en su cargo. Por eso yo señalaba que hay que tener cuidado con estas situaciones, porque en estos meses no se ha operado con la debida eficiencia en términos políticos, como para avanzar sobre situaciones que configuran una enorme precariedad y que han sido resultado de un avasallamiento institucional.

Lo de Casal y la forma en que lo encumbraron como jefe de los fiscales ha tenido que ver con esta dinámica de presiones y amedrentamiento que hemos visto sobre el juez Freiler, el juez Arias, nosotros tratamos el tema de los tarifazos en relación a esto. También la jueza Martina Frers que fue apretada.

M.H.: La jueza de San Martín.

G.L.: Esta gente daría la impresión que funcionaba como una banda, una asociación ilícita generando parte de las tareas de gobierno. Poniendo a la orden del día, junto con la propia tarea de gobierno, generando un espacio de control, amedrentamiento, persecución. Como orientar maniobras que podían estar relacionadas con el espionaje industrial. Lo que mencionaba de YPF, o de otros miembros relacionados con personajes del poder económico macrista, como Nicolás Caputo.

Todo esto estaba referenciado a la conducción del propio ex Presidente

M.H.: Mencionaste a Arribas, sumo a Silvia Majdalani. Todos estos personajes que están siendo detenidos [3]. Todavía falta detener a alguno. Supongo que tendrían una jefatura.

G.L.: Claro. Recordemos que Elisa Carrió en el ir y venir de sus declaraciones durante el año pasado, habló directamente de Majdalani, luego se desdijo. Pero Majdalani además es un personaje que viene ocupándose, o vinculada con estos sectores de inteligencia desde tiempos del menemismo. Quiero decir que en el funcionamiento queda claro, como nunca antes pasó, que todo esto estaba referenciado a la conducción del propio Presidente, que el Jefe de Gabinete y el ministro de Justicia han sido fundamentales en toda esta dinámica.

M.H.: Aclaremos que el jefe de los servicios de inteligencia del Estado, es el Presidente de la Nación.

G.L.: Por supuesto. Desde siempre, funcionalmente en el organigrama de la administración pública, la ex SIDE, la AFI, responden directamente al Poder Ejecutivo que es unipersonal. Por otro lado sabíamos la forma en que él se refería a Arribas.

M.H.: Le alquiló su departamento.

G.L.: Claro, los vínculos económicos, las declaraciones del propio Macri. Hago hincapié en este asunto, uno de los aspectos que me ha resultado difícil de procesar y de creer en los últimos cuatro años, es cómo se narraban los acontecimientos, todo estaba ante la vista.

Este es otro tema que nos debe hacer reflexionar a todos, porque casi por completo la dirigencia política se mantuvo al margen de haber tenido un rol activo, claro y sólido sobre este tema teniendo una relevancia primordial porque es el ABC del funcionamiento democrático de una República, de la que tanto hablaban.

No me refiero solo a los actores de la ahora oposición, sino también a muchos sectores del oficialismo. A mí me ha tocado ver, cuando hablábamos de estas cosas tempranamente en 2016 que no se les daba relevancia. Hablábamos de la situación de Milagro Sala y no había reacción. Creo que esto se ha podido construir lamentablemente sobre la base de una degradación ético, moral, político e intelectual de la elite dirigente argentina. Que es la que venimos arrastrando durante las últimas décadas.

Por eso siempre digo que si bien esto que vivimos con el macrismo fue inédito por los alcances y la naturaleza que tuvo, destinado prácticamente a generar un régimen de carácter autocrático, sabemos que en los años anteriores, el manejo no profesional de los servicios de inteligencia, la falta de una visión clara y democrática y de conducción civil de las fuerzas de seguridad, la falta de actuación seria en los sectores de la justicia, todo eso llevó a que se generaran las condiciones para que hasta una cosa así pudiera haberse operado.

M.H.: Igualmente yo tengo una duda, leyendo Clarín me sorprendía la impunidad con la que editorializaba y analizaba la posibilidad de que Macri se presentara como candidato en las próximas elecciones legislativas a fin de tener impunidad respecto no solo de esta situación sino de otras que lo tienen como protagonista central. Incluso señalaba que la preocupación más grande que tiene Mauricio Macri no es esta que estamos analizando sino el Correo Argentino.

Yo decía ayer que están un poco lejos las elecciones, que más bien si pudiera ya se hubiera ido a Suiza. De todas maneras me queda una duda, tal vez compartida, que es hasta dónde va a llegar el Poder Judicial con este tema que estamos analizando y si el poder político y el poder judicial van a tener la decisión y la valentía política de meter preso al mismísimo ex Presidente de la Nación. Yo no me olvido que Mauricio Macri asumió teniendo abierta una causa penal. A los pocos días esa causa se cerró, pero él asumió las funciones de Presidente con una causa penal abierta. Por los mismos motivos que se están analizando ahora, por espionaje ilegal.

G.L.: Exactamente, además se sabía durante su gobierno que esto había pasado, la estructura del “Fino” Palacios. Eso pasó, ese dato que das, que a la semana de asumir se dictó la falta de mérito y se cerró la causa. Y a la muy buena descripción que hacés y que coincido a esta idea de mirar con mucho cuidado y detenimiento lo que efectivamente se va a hacer desde la justicia y el poder político.

También agregaría la cuestión por un lado del rol y el funcionamiento de la Corte Suprema en lo que ha sido el control de la llamada “oficina de escuchas” otro gran tema de la degradación institucional de la Argentina. Y el rol de estos personajes como el de Martín Irurzun cuyo nombre ha circulado en estos días. Camarista federal, de los más importantes de las últimas décadas y que fue quien dejó para la posteridad otro de los grandes hitos de los desastres jurídicos que nos ocurrió en la Argentina en los últimos cuatro años que fue este modo “flexible” de interpretar la prisión preventiva y que permitió que se utilizara como parte del proceso de ablandamiento, destrucción de los ex funcionarios que estaban detenidos. Y toda la dinámica que vimos desatada y maximizada por el accionar infame de los medios de comunicación.

Yo también tengo esa duda y la verdad es que es una duda que por otro lado está afincada en otra preocupación sobre la auténtica voluntad de cambio político que el Presidente Alberto Fernández está demostrando en áreas claves del gobierno.

M.H.: Tocaste otro tema sumamente preocupante que es el rol de los medios, he leído con mucha preocupación que Morales Solá ha sido elegido Presidente de la Asociación de Periodistas y cuando le hacen un reportaje en Clarín se refiere a un hecho que lo involucra directamente que es su presencia en el primer campo de concentración en Famaillá, La Escuelita, en 1975. Él dice que fue a hacer una nota. ¿No se dio cuenta de lo que pasaba ahí? Y lo dice con total impunidad y no he escuchado a nadie hacer la más mínima referencia a este hecho. Incluso la defensa corporativa que hace cierto periodismo, como Leuco, de Luis Majul.

G.L.: Esto será para hablarlo con profesionales de los medios, pero si no empezamos a trabajar respecto a una orientación profunda del rol del periodismo y estos personajes en todo este tiempo y si no se trabaja nuevamente en la recuperación de un criterio adecuado de comunicación popular y recuperar el derecho a la información veraz como un derecho humano fundamental, vamos a estar en problemas. Porque me sigue preocupando mucho cómo esta impunidad se sigue consolidando desde los medios y bajo la protección del “sacrosanto derecho a la libertad de prensa” (como ellos lo consideran) que no es otra cosa que la libertad de empresa, ellos están en condiciones de decir cualquier cosa y obviamente malversar permanentemente la práctica del periodismo. Con lo cual esta es otra arista gravísima del problema.

Brasa caliente: cambia de manos la causa por la “mesa judicial macrista”

Por Mariano Martín

El juez federal Sebastián Ramos se desembarazó del expediente y lo derivó a María Eugenia Capuchetti.

La primera causa que investiga la denominada “mesa judicial” de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri, señalada por supuestas interferencias en expedientes sensibles para aquella administración, cambió de manos: el juez federal Sebastián Ramos declinó continuar a cargo en favor de su colega María Eugenia Capuchetti, la magistrada más nueva de Comodoro Py que llegó con el impulso de la Asociación de Mujeres Juezas y múltiples apoyos, entre los que se cuenta un sector de la Provincia de Buenos Aires y de Daniel Angelici. La pesquisa, hasta ahora bajo la instrucción del fiscal Ramiro González, había avanzado con dos testimonios de camaristas que coincidieron en señalar a ex funcionarios como responsables de aprietes y aguardaba otras cuatro declaraciones y el resultado de varias medidas hasta el traspaso sorpresivo de ayer.

De hecho Capuchetti le había remitido a Ramos una causa de su juzgado que desde diciembre del año pasado indagaba sobre supuestas presiones contra jueces del fuero laboral por entender que, a pesar de ser anterior -la “mesa judicial” arrancó con una denuncia en mayo último- su expediente era de menor volumen que el que lleva como carátula “Macri, Mauricio y otros s/ coacción y extorsión”. Sin embargo para el titular del juzgado federal número 2 primó la dimensión cronológica para desembarazarse de una causa que involucra, además de los más relevantes funcionarios de Cambiemos, a destacados integrantes de la familia judicial.

En apenas dos meses de tramitación la investigación que hasta ayer se encontraba en el juzgado de Ramos había pasado al rótulo de “megacausa”: además de Macri figuran como imputados el actual fiscal general porteño, Juan Bautista Mahiques; el ex ministro de Justicia Germán Garavano, el ex titular de la AFI Gustavo Arribas y otros ex funcionarios como José Torello, Pablo Clusella, Fabián Rodríguez Simón, Bernardo Saravia Frías y el ex presidente de Boca Angelici. La semana pasada el fiscal González incluyó en esa nómina al ex jefe de Gabinete Marcos Peña y al ex de Trabajo Jorge Triaca.

También había incorporado pruebas aportadas por la interventora de AFI, Cristina Caamaño, acerca de las reuniones organizadas por Peña con la premisa “invitación coordinación de Justicia” con ex funcionarios de ese rubro junto con Arribas, de AFI. Otra medida ordenada por el fiscal fue acumular los expedientes que el Consejo de la Magistratura instruyó contra los jueces que denunciaron haber sido víctimas de aprietes: según esos testimonios, las causas en el órgano de control eran parte de un mecanismo de coerción y buena parte de ellas tenían como impulsor a Mahiques.

En su declinación de competencia Ramos le da la razón a su par Capuchetti respecto de la similitud en “la identidad de objetos procesales pesquisados en uno y otro sumario” en cuanto a “las presiones que habrían sufrido los jueces de la Cámara del Trabajo por parte de funcionarios y operadores judiciales del gobierno anterior” pero disiente en que los hechos de la causa a su cargo “son notoriamente más amplios y comprensivos”. En cambio, el titular del juzgado 2 advierte que para definir el juzgado a continuar con la causa prioriza el orden cronológico por la existencia de una denuncia previa a cargo de su colega.

Capuchetti, la única jueza que logró nombrar Cambiemos en la primera instancia de Comodoro Py, deberá decidir si acepta la derivación de Ramos o por el contrario la objeta, en cuyo caso la Cámara Federal tendrá la última palabra. La magistrada investiga desde el 3 de diciembre una denuncia por supuestas presiones del gobierno anterior a camaristas laborales por sus fallos y a la ex procuradora general Alejandra Gils Carbó. En esa causa el fiscal es Franco Picardi, quien eventualmente también intervendrá en la de la “mesa judicial” si prospera la incompetencia de Ramos.

Fuente: https://www.ambito.com/politica/mesa-judicial-m/brasa-caliente-cambia-manos-la-causa-la-acrista-n5115959

Notas:

[1] Fue reemplazado por el juez de Lomas de Zamora, Juan Pablo Auge.

[2] El juez federal Sebastián Ramos se desembarazó del expediente y lo derivó a María Eugenia Capuchetti.

[3] Se les concedió prisión domiciliaria.