Serán más de mil 700 millones de pesos lo que el Gobierno de Felipe Calderón gastará este año en publicidad de su administración. La cifra, que por sí misma es abrumadora, se queda corta con la estrategia «que parece» hay detrás. El monto, que duplica los 803 millones destinados para el mismo rubro el año […]
Serán más de mil 700 millones de pesos lo que el Gobierno de Felipe Calderón gastará este año en publicidad de su administración. La cifra, que por sí misma es abrumadora, se queda corta con la estrategia «que parece» hay detrás. El monto, que duplica los 803 millones destinados para el mismo rubro el año pasado, es muy parecido al que se «ahorrará» en la reducción de recursos para las campañas políticas; se disminuyó el 70 por ciento del presupuesto destinado para los partidos. Esa cantidad que se dijo se «ahorraría» corresponde a más de mil 900 millones de pesos, muy parecida a la que gastará en publicidad el Gobierno Federal y, que dejarían de percibir los concesionarios de televisión y radio, en su mayoría medios de Televisa y Tvazteca. Dos cifras que coinciden en el juego de las elecciones y las televisoras que hacen pensar a cualquiera que se trata de una devolución de millones a las empresas de comunicación por lo que se en un principio se les había negado a recibir por parte de los partidos. Inclusive el senador panista que comparte el color de bando con el Gobierno Federal, asegura titubeante: «Me preguntan: ¿Es una compensación que dejarán de recibir los concesionarios, vía las campañas electorales? Pues, la respuesta, en un principio, pareciera que sí. Eso es lo que parece». Esta Hipótesis «parece» ser confirmada con un dato más. Los mil 700 millones que gastará el Ejecutivo para este año en medios de comunicación, muy similar a los mil 900 de ahorro en campañas, es casi idéntico al gasto de los partidos en radio y televisión en las elecciones del 2006. Es por eso que las televisoras ni siquiera se preocuparon por la primera mención de recorte presupuestal a las campañas; de cualquier modo no dejará de percibir la suma millonaria por trasmisión de spots. Además duplicar ese gasto les permite al gobierno federal «matar dos pájaros de un solo tiro» al saturar al país de propaganda que beneficie la imagen del gobierno y del partido que lo llevó al poder a cara de las próximas elecciones. Así se favorecerán del reconocimiento mediático y no violentaran los intereses privados de las emisoras. El beneficiar a las televisoras con millones y millones de pesos en medio de una ostentosa crisis económica que golpea fuertemente a la población (la semana de pasada el IFE, un instituto federal, al perdonarles la multa de más de 11 millones) y, ahora la Presidencia de la República, empieza a convertirse, literalmente, en algo cotidiano. Carente de ningún «sustento lógico, ético ni político».